Volando sin alas

ChenMin

Camino solo por las oscuras calles de Seúl, es más de la media noche, nadie llena las aceras en este día tenebroso. La luna tampoco tiene ganas de asomarse, las nubes negras invaden el cielo, amenazantes, hoy es un día de lluvia, solitario y silencioso. Oigo mis pasos resonar contra los altos edificios, pero entre el eco que se forma unos suaves sollozos se escuchan, y sin pensarlo me paro, sigo mirando hacia delante, pero aquellos dolorosos susurros se encuentran a mi derecha. Dentro de un frío y mugroso callejón una pequeña figura tiembla agarrada a sus piernas. Es ahora cuando debería hacerme la pregunta de si ayudar o seguir mi camino. Pero sinceramente las gotas chocando repentinamente contra mí no me deja mucho que dudar. Con la medio excusa de resguardarme de la lluvia entro en el oscuro callejón, y dudoso me acerco despacio, ¿qué podría hacerme una persona sola en mitad de un camino sin salida? Muchas cosas. Agachándome a su altura intento captar su atención.

-¿Se encuentra bien?- no contesta, únicamente los sollozos paran, ahora los hipidos ahogados invaden lugar, sigue sin alzar la cabeza, sin mostrarme su rostro. ¿Por qué quiero tanto ver su rostro? ¿Por qué un sentimiento extraño llena mi pecho? ¿Por qué siento como si estuviera completo? Y entonces levanta la cabeza, a pesar de sus rojos y brillantes ojos, de los ronchones de las lágrimas en sus mejillas, de la sangre escurriendo de su boca no puedo evitar pensar que es la persona más hermosa que he visto en mi aburrida vida.

-Vete- dulce, así es como considero su voz, como una dulce melodía temblorosa. Sin tomar en cuenta su advertencia uno nuestros labios, la sangre sabe acida, caliente, a hierro. Sus colmillos pinchan en mi lengua, sus ojos me miran entreabiertos, su lengua juega con la mía. Es ahí cuando lo siento. Una gran explosión dentro de mí, millones de sabores devorándome, millones de sentimientos conquistándome. Olvidando el frío y mugriento suelo debajo de nosotros le tumbo, para luego subirme encima de él, recorro todo su torso con mis manos. Suave, adictivo, prohibido. Clava levemente sus colmillos en mi lengua, la sangre brota de ella cálida, luego, la chupa. Me estoy metiendo en camino minado, lo sé, pero no me puede importar menos. Aun habiendo pisado la mina más grande de todas me siento completo. ¿Te resumo mis sentimientos? Peligro. Una gran ola de peligro recorre mi espalda en forma de escalofrío. Y choco contra el suelo.

-¿Cómo te llamas?- llámame amor, te quiero completamente para mí. ¿Acaso nos conocemos de antes? No, nunca le había visto, entonces... ¿Por qué estoy haciendo esto como si mi cuerpo le hubiera estado deseando desde hace tanto? Definitivamente llámame amor.

-¿Por qué?- no me hace falta explicaciones, simplemente quiero decírselo, pero mi boca hambrienta de él habla sola.

-Quiero gemir tu nombre- si antes estaba excitado ahora ya me he venido, la sensación de placer recorre mis venas azuladas, mientras beso desesperado cada trozo de piel que mi vista capta digo mi nombre.

-Jongdae, pero, dime el tuyo también- yo también deseo gritar su nombre cuando el placer nos llene completamente, gemirlo, entre jadeo y jadeo. Entre beso y beso. Entre caricia y caricia. Entre pensamiento y pensamiento. Por toda la eternidad.

-Yo tengo muchos nombre, pero tú... sólo llámame... Minseok- cálido, suena tan cálido, pero a la vez congela, a pesar de estar hirviendo por dentro mis yemas palpan hielo, su piel está fría. Pero muy en el fondo siento una gran fogata querer alzarse y quemar todo a su alrededor.

-Minseok... Dime algo. ¿Este sentimiento es real?

-Tan real como son nuestros cuerpos chocando entre sí. Jongdae, hazme sentir humano una vez más- y me hundo más en él, en un pozo negro que me arrastra más profundo cada vez. Pero de esta manera me siento completo. Simplemente me dejaré arrastrar hacia el peligro, lo prohibido, hacia él.

[Antes de seguir, quiero dejar claro que estas son de mis primeras historias, por eso son tan... ¿raras? No se como denominarlas, pero no os asustéis mucho, ¿sí? Las subo por si a alguien le gustan y porque las tenía pendientes de subir. En fin, espero que al menos os entretengan. Os quiero pequeños míos.]