La Chica Vampiro | FanFic [EDICIÓN EN PROGRESO]

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POV ____

Era de mañana, los rayos del sol se reflejaban por mi ventana chocando con mi rostro. Bufé y me levanté quitando las sábanas de encima de mi cuerpo sacando los pies para ir en dirección al baño.

Tomé un ligero baño para luego salir de la ducha y colocar una toalla alrededor de mi cuerpo. Me acerqué al lavamanos tomando mi cepillo de dientes junto con la crema dental y le coloque de éste encima, una vez terminé esta vez me dirigí a mi armario sacando cualquier conjunto de ropa, finalmente tomé uno y me lo coloqué.

Arreglé un poco mi cabello saliendo de mi habitación bajando las escaleras hasta llegar a la cocina. Al entrar me encontré a Sun-An, una de nuestras empleadas,  preparó mi desayuno y me lo entrego y empecé a comer.

- ¿Señorita por que tan feliz? -Preguntó mientras limpiaba unos platos.

- Sun-An, te he dicho que no me digas señorita, dime por mi nombre. Me siento incomoda si me dicen así. -Dije incomoda.

- Lo siento, pero son ordenes de su padre. No le puedo contradecir -Se encogio de hombros, antes mi padre vivía aquí pero luego se mudo así que creo que esa orden ya debería ser desobedecida- ¿no me vas a decir porque estas tan feliz?

- ¡claro! pues porque hoy es mi último trimestre de clases y estoy muy emocionada -Dije como una niña pequeña haciendo que la señora de limpieza riera.

- ¡Ay! Niña se te hace tarde ¡come! -Reí junto con ella y empecé a comer el desayuno que había preparado Su-An.

Agradecí al tener mi plato en frente y comencé a comer sin parar de mover mis pies inquietante. Mi cuerpo experimentaba muchas emociones en estos instantes. Los minutos pasaron lentos, aún así había terminado de desayunar.

Tomé una servilleta y limpié mis labios. Tomé mi mochila que estaba en el suelo y me levanté de la silla para encaminarme a la puerta de la casa. La voz de la mujer me detuvo.

- Señorita ¿quiere que la lleve el chofer? -Soltó una pequeña risa. Lo había dicho otra vez.

Era entendible su forma de tratarme, órdenes son órdenes pero había algo que no me gustaba; ese nombre hacia mi persona. Era ciertamente desagradable.

- Oh, claro. No veo el porqué no. -Dije encogiéndome de hombros.

Sali y me subí en el auto. Disgustada de la idea, ya que mi madre me había enseñado a ser humilde en cierto aspecto. A pesar de llevar la vida fácil por el dinero, lo materialista no era lo mío, sin embargo mi padre era todo lo contrario, parecía hasta incluso obligatorio usar cosas notablemente caras. Eso era incómodo, en la preparatoria ya me tomaban por presumida. Un caso irrelevante.

Hubiese sido mejor ir caminando como es de costumbre.

Bufé ante mis pensamientos.

El camino se hizo corto en comparación a cuando iba caminando, claro; ir en auto era rápido y eficiente. Al llegar me dirigía a la entrada del colegio y me detuve ya que el chofer me había dicho algo, me gire a verlo

- Señorita ¿A qué hora la busco? -pregunto dudoso-

- Mh, a la misma hora de siempre, no creo que me tarde. De ser así le avisaré. -Jugué con las puntas de mi cabello dedicando una sonrisa sin dejar a la vista mis dientes.

El señor asintió con una sonrisa y se marchó.

Los nervios se hicieron presente. Suspiré y giré sobre mis talones para mirar la fachada en frente con algunos alumnos caminando de un lado a otro en grupos grandes y pequeños. Miré unos segundos a lo lejos la multitud para comenzar a dar pasos hacia la entrada.