INCUBO (KYUWOOK)

Otro caliente sueño

Ryeowook suspiro cansado, eran las 12 del día y después de aquel impuro sueño que lo despertó en la madrugada con un gran problema en sus pantalones, no quiso volver a dormir y a esta hora su cuerpo ya le estaba pasando factura.

-Todo por ese estúpido sueño no pude dormir bien.

-Pasa algo ryeowook?

A su lado llegó Lee Donghae un sacristán, de pelo negro, alto y carismático, un poco tonto a los ojos de todos pero con un gran corazón,  siempre ayudando a los demás.

-nada malo hae, tuve una pesadilla y no pude dormir bien.

-Seguro? sabes que puedes contar conmigo.

-gracias hae.

Ambos sonrieron y siguieron con su labor, el día de hoy era muy importante para ellos y para la iglesia, a pesar de llevar toda la mañana preparando y empaquetando comida para un orfanato, ellos se sentían felices.

-Ya quiero ver a todos esos pequeños hae.

-Solo debemos subir esto a la camioneta y podremos irnos.

El sacristán estaba igual de emocionado que el pelirrojo, al tener todo listo subieron los paquetes a la camioneta con ayuda de los demás voluntarios y emprendieron viaje al orfanato "SJ". Un nombre bastante extraño y al parecer no tenía un significado en especial, aunque a ryeowook le gustaba pensar que significaba "Super Jesús" sin duda ese era un nombre genial que podía darle un significado perfecto.

El camino fue largo pero divertido, cantaron canciones y contaron algunos chistes hasta llegar a su destino. Una vez allí bajaron todo y comenzaron a llevarlo al comedor.

El orfanato no había cambiado nada desde la última vez que él estuvo allí, era grande y sus paredes eran color azul zafiro, lo recuerda por que se ofreció de voluntario para pintarlo el año pasado y a pesar de que fue una tarea muy agotadora lo fue aún más satisfactoria, el lugar era alegre y lleno de energía a pesar de las situaciones de los pequeños.

La emoción de ryeowook aumento y su corazón fue robado varias veces por la ternura de los pequeños.

-ustedes son tan lindos.

Los niños comían alegremente, que aunque no fuera mucho, para ellos era un total manjar, un manjar que consistía de un jugo de naranja, un par de sándwich​ y una fruta picada.

-y así niños fue como Dios nos creó.

Ryeowook terminaba de contar en una habitación de aquel enorme lugar rodeado de esos ángeles, disfrutaba ver sus caras de asombro al escuchar lo maravilloso que era dios y él lo entendía, sentía exactamente lo mismo.

El tiempo pasó rápidamente y con un leve dolor en su corazón, se despidió de los pequeños, la noche estaba llegando, él y sus compañeros  tomaron rumbo a la iglesia.

-Hae mi corazón se siente tan cálido

-Lo se, es imposible no amar a esos niños.

-el tiempo pasa volando junto a ellos, Henry es un gran artista.

Sonriendo observo el dibujo que el mencionado le había obsequiado, en el se podía apreciar a él jugando y leyendo un libro, era un dibujo hermoso hecho con crayolas de colores y alguno que otro macarrón pegado, su coloreado salía ligeramente de las líneas haciéndolo ver mucho más adorable a los ojos del pelirrojo, lo que no entendía era quien estaba junto a él o al menos no recordaba haber visto a un hombre castaño, al final después de analizarlo unos minutos decidió restarle importancia y dormir recargando su cabeza en la fría ventana del vehículo.