La Fruta Misteriosa

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En mis vacaciones de hace quince años decidí ir a visitar a mis abuelos,ellos tienen tierras en la sierra.

Apenas llegué me alegré verlos tan jóvenes,aunque me sorprendí  de esa juventud,si bien es cierto muchos años  que no los veía, pero se me hacían exactamente igual que la ultima vez que los visité.

Me dijeron que el secreto es la vida del campo,y que pruebe yo también trabajar las tierras, así que estuve esos días trabajando la tierra y cultivando.

Una noche encontré una fruta de lo más rara ,había una pequeña planta que tenía una  fruta lila y muy grande para su tamaño.

La agarré y le pregunté a mi abuela,su cara cambió,después de pensarlo un poco me dijo:

Te diré la verdad ,tu abuelo y yo no nos mantenemos jóvenes por trabajar en el campo sino por esa fruta, la primera vez que la vimos la comimos bajo la luz de la luna y pedimos el deseo de no envejecer más y así se hizo,esta fruta es milagrosa, hoy es luna llena pide tu también tu deseo.

Fui hacia esa planta agarré la fruta y sin creer en lo que me decían igual pedí un deseo para ellos: "Deseo tener mis abuelos para siempre".

Ahora han pasado quince años de esa vez que los visité,ahora voy todo los años a verlos,yo estoy mas viejo,pero ellos lucen igual que siempre ,como si los años ni la muerte pasaran por ellos.

A pesar de su apariencia aún jóvenes,sienten que ya vivieron lo suficiente ya no le ven sentido vivir mas de cien años, dicen que pidieron un deseo de envejecer,pero no pasó nada solo se puede un deseo por persona.

Me pidieron a mi pero yo también ya pedí el mio,los vi tan cansados ya de vivir y que habían  perdido todas las ganas que a pesar de la difícil decisión le pedí a mi hijo que lo hiciera,sentí que así pudiera ayudarlos..

Mi pequeño hijo fue hacia ese fruta el día que salió la luna llena y dijo lo que le pedimos: "Deseo mis abuelos puedan envejecer",no pasaba nada así que nos dimos cuenta que los demás habiamos comido la fruta entera y le pedimos que haga lo mismo.

Inmediatamente sus caras empezaron a envejecer en un minuto lo que no habían echo todos estos años y cayeron al piso.

Me acerqué a ellos y estaban muertos,otra fruta inmediatamente salió de la planta,ahora ni mi hijo ni yo podemos pedir otro deseo.


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