El nunca pensó merecerlo
No quería llevarlo
Por el lado oscuro
Pero tampoco quería
Atravesarlo sin él...
No soportaba su
Alegre mirada verde,
No soportaba
Convertirla en negra.
Le gustaba su cabello revuelto
En las mañanas,
Le gustaba el olor de su camisa.
Le gustaba su sonrisa,
Le gustaba él.
Quería que siguiera
Siendo lindo e inocente,
Y la mejor forma de hacerlo,
Sería alejándose.
No contestaba sus llamadas,
Le desviaba la mirada,
Rompía sus dulces cartas,
Dejo marchitar cada rosa.
Y todo eso con
Tres litros de lágrimas.
Un día su niño bueno,
Llego vestido de negro
Con ojeras en vez de ojos,
Con pasos lentos,
Y mirada vacía.
Se acerco a él,
Y el chico de mirada verde
Le susurro
¿Ahora ya me quieres?
Y sin pensarlo más
Lo abrazo y beso su rostro,
Como siempre había soñado,
Mientras le dedicaba
Un torrente de disculpas,
Con una tormenta de lágrimas.
Y al final lo comprendió,
Sin querer hacerlo
Había roto
A su niño bueno.
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Fuego ©
ПоэзияLas palabras queman como fuego en mí interior, Estoy ardiendo en llamas