Ella no quiere esas manos es su cuerpo
Ni esos labios en su cuello.
Ella no pidió ninguna de esas ropas,
Ninguno de esos hombres,
Ella no pidió ser tratada como una muñeca,
Vacía, sin alma, ni sentimientos.
No le gusta su trabajo,
No le gusta tomar pastillas,
No le gusta perder su dignidad con cada cliente,
Si es que aun tiene.
Le da asco su vida,
Le dan asco los hombres,
Pero no tiene opción,
Sino lo hace,
Muere de hambre,
O tal vez ya esta muerta.
Ella se rompe muy seguido,
Pero aun no se acostumbra,
Ella llora muy seguido,
Pero aun tiene más lágrimas.
Solo quiere ser libre...
Ser libre,
¡Libertad!
Quiere escapar, y cree saber,
Mira las cuchillas y sonríe,
No se atreve a usarlas,
Se siente estúpida y cobarde.
Pero un día lo hará,
Y no habrá quien la detenga,
No fallará.
Y en la ultima gota,
Dirá tu nombre,
Su ultimo cliente...
El de los ojos azules.
