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    LABORATORIOS E.M. RUSIA, 18 DE ABRIL DE 2017.

V A N Y A

Estaba en las prácticas de combate, en estás te enseñaban a ser precisó, desconfiado y capaz de iniciar una batalla en cualquier escenario.

No soy la misma Vanya Smirnoff, que hace meses, soy una persona mejorada o eso intentan meter en mi cabeza, me habían expuesto a terapias o eso dijo Nicholas, yo no sé de qué son pero cada vez que me duermen y entro, regreso siendo más poderosa, más fuerte.

Hace un mes, me pusieron en una cámara azul, mi cuerpo estaba atado y muchos destellos azules se clavaron en mi cuerpo, me desmalle de toda la energía que sentí. Sonaba muy loco, pero estos tipos tenían tecnología extraterrestre o eso leí en un apartado que tenía Nicholas en su escritorio.
Nicholas cree que soy especial y me trata como tal, sin ningún interés de otro tipo, me trata diferente de los otros.

—¡Alek y Vanya! — Grito el coach, Ambos nos paramos de golpe, y nos paramos en el centro del espacio para lucha, nos mirábamos fijamente, Alek era dos años más grande que yo, un chico apuesto y muy fuerte, el igual fue mejorado, pero no como yo.
Leí en expedientes del Doctor Coleman, que su cerebro no soportaría una transformación y por algo estaban buscando a alguien que sí, esa soy yo.

Nicholas se disculpó conmigo hace unos días, sobre mi familia, dijo que su intención no era hacer lo que pasó, no puedo ni pensar en ello.

Hace una semana me despertaron del coma inducido que me habían hecho, tengo poderes ahora, pero no lo sabe nadie. Me prohibieron decirle a alguien, pero la insubordinación corre por mis venas y le diré a Alek, tiene mi confianza, la verdad es que no estoy feliz de estar aquí y el tampoco, el sí se olvidó de su familia y pocas cosas, pero aún recuerda otras. Alek lleva aquí más tiempo que yo, me ha ayudado bastante y él me necesita, así como yo lo necesito a él.

Es lo único que me queda ahora, sé que Nicholas es amable por qué le sirvo, pero si no lo hiciera, ya estaría muerta. Eso hicieron con Tyler Gómez un chico latino, hablaba inglés y por lo poco que me dijo, el sabía que lo matarían.

Nadie podía hacer nada, y a juzgar por el especial trato de Nicholas, no podía rebelarme, por ahora.

—¡Luchen! —Exclamo el coach, Alek y yo empezamos el combate, el me tomo por el cuello, trataba de tirarme, el que se rindiera perdía.
Me rendí como cinco veces en el pasado, la última vez fue contra él, pero ahora sería diferente.

Alek noto mi nueva fuerza y ví una sonrisa burlona, fingimos un golpe, se tiró al piso y se rindió.
El coach lo observo confundido y suspiro, nos grito que volviéramos a la banca.

Termino el entrenamiento, era la hora de comer. Alek salió junto a mí y dió un golpe amistoso en mi hombro.

—No se cansan contigo. — Ríe y niego.— Más fuerza  ¿Esperan convertirte en ese hombre verde o que?

— Creo que su nombre era “Hulk”, y espero que no. — Ambos reímos, nos dirigimos a los comedores con los demás chicos, muchos no me hablaban parecía que se los prohibían o simplemente les caía mal.

Pedí mi "dieta especial" que el doctor me había dicho, recibí una mala mirada de Alek, simplemente lo empuje para que avanzara.
Comíamos tranquilos, ninguna palabra se cruzaba entre nosotros dos, Alek era así no le gustaba hablar cuando comía y pues yo tampoco lo hacía. Cuando terminó sus alimentos decidió hablar.

— Vanya — Me llamo y levanté la vista hacia el. — ¿No has pensado salir de aquí? — Lo mire confundida y miré hacía varios lados.

— ¿Qué? Alek, si te escuchan diciendo eso......—Me quede callada de solo pensarlo a Michael Kidman lo torturaron por solo decir que deseaba salir de aquí. — Solo no lo digas ¿Si? No quiero que te pase algo y a mi tampoco.

Powerline |Peter Parker| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora