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NEW YORK, 09 DE AGOSTO DEL 2023

VANYA

Estaba en crisis, la angustia me quemaba y por más que intentaba calmarme no podía.
Estas semanas me había estado viviendo con mi tía, a ella no le incomodaba mi presencia o eso me juraba. Me contó todo lo que pasó con mis padres, no soporte oírlo, mi tía fue a recojer todas nuestras cosas de mi casa eso explicaba por qué tenía el celular de mi madre.

Busque a Alek, al parecer el escapó cuando todos se empezaron a desvanecer o eso me dijeron unos chicos que igual escaparon, cuando todos regresaron nadie creció de la edad en la que se quedó, yo tenía dieciocho años.

No sabía la ubicación exacta de Alek, pero tenía una idea, seguía en Rusia y tenía que ir a buscarlo.

— Tía, enserio necesito que me dejes ir a Rusia. Tengo que buscar a ese chico, el me ayudó a escapar de ese lugar, se lo debo. — Mi tía niega y suspira.

—Vanya, no quiero perderte de nuevo.— Niego, no me perdería de eso estaba segura.

—Tía, soy una arma ahora ¿No ves lo que me han hecho ser? No me pasará nada. — Mi tía mantiene su mirada en el piso.

—Bien, pero irás con dos agentes. No confío en todo lo que eres y tampoco se quién es ese muchacho, así que tendrás mucho cuidado, te arreglaré el vuelo para mañana temprano. — La abrazó con fuerza. Me ponía feliz, enserio quería encontrar a Alek y me explicara que había pasado.

RUSIA, 14 DE AGOSTO DEL 2023.

Todo se había complicado, no encontraba a Alek. Era un fantasma, busque a su familia, amigos, no había nada y eso me preocupaba.
No quería rendirme, mi tía me dio hasta hoy para buscarlo y no había sido capaz de encontrarlo.

Los agentes que me acompañaban me habían conseguido información de E.M., al parecer su planta callo cuando todos empezaron a escapar, Nicholas no estaba en Rusia y eso me tranquilizaba.

Tampoco había mucho rastro de él, no había familia, amigos ni nada.
Empecé a pensar que sería buena idea olvidarme de todo, era imposible encontrarlo cuando no había ningún tipo de pista en un lugar tan grande; regresaré mañana temprano a New York y trataré de vivir una vida normal, sí es que puedo.

Salí a tomar un café en una plaza comercial grande, era el centro de Rusia por así decirlo, muchas tiendas, el banco; en sí muchos establecimientos.

Tome una mesa, claro que fuera para tres, ya que mis "guardaespaldas" me acompañaban, pedí tres americanos.

—Así que, no hablan mucho. — Sus lentes negros no me permitían ver si me miraban a mi o a otro lado. Llego la orden y le di un café a cada quien, ellos agradecieron.

—Señorita, su tía me dijo que comprara un vestido de gala para mañana, la acompañara a un evento con el señor Michael. — Asentí, Michael, era el esposo de mi tía, el era el de los billetes y mi tía igual tenía un trabajo importante pero la fortuna de Michael era de familia. — Me dijo que le diera esto. — Me dio una tarjeta de crédito. Oh, vaya que espléndida.

—Gracias, pues vamos de una vez. —Terminamos, pague la cuenta y fuimos a comprar lo que mi tía me mandó.

Cuando termine, regrese al hotel en dónde me quedaba, me dirigí a mi habitación ya que tenía que empacar todo. Me agache para revisar si había un zapato abajo de la cama y muy cerca de la puerta vi un papel.

Me acerqué para recogerlo, era un sobre adentro tenía una hoja con un recado que decía:

"Lárgate de Rusia, Vanya.
Es por tu bien."

Rápido me asome a la ventana para ver si había alguien sospechoso, pero no. No tengo idea de quien lo mando, pudo ser Alek pero no creo que él sepa que yo estoy aquí, he sido muy cuidadosa.

Fuí a la recámara de junto, que era en dónde se estaban quedando los agentes.

—Oigan, ¿pueden adelantar el vuelo para hoy en la noche? Me llegó esto.— Le dí la hoja a uno de ellos. Ellos asintieron y rápido empezaron a hablar por sus radios.

—Nos vamos en tres horas, este preparada. Mi compañero la acompañara a su habitación, nos aseguraremos de que nada le pase. —Asentí.

No es que estuviera huyendo de un daño mayor, es solo que, por un momento pensé que está puede ser mi segunda oportunidad y Alek debe estar viviendo su vida no puedo seguir persiguiendo su rastro.

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Estaba en el vuelo hacia New York, después de mi fallida búsqueda y sobre la determinada decisión de empezar de nuevo mi vida en New York, me siento de un ánimo bastante peculiar.

No estoy triste, pero tampoco enojada, pero tampoco estoy feliz. Estoy como en una fase muy neutro en la que no se qué sentir, ni como sentirme ya al respecto.

Creo que debo seguir con mis estudios, pero por ahora es un tema a tratar con mi tía.
Tengo que estar segura de que no me quieren de vuelta, estoy en América muy lejos de ellos, pero no quita que me busquen hasta abajo de las piedras. La nota me la enviaron por algo y no tengo idea de quien es el autor de esa nota. Debió de ser de alguien del laboratorio, seguramente, pero me siguió demasiado la pista.

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—Me parece buena la idea qué continúes tus estudios, que empieces la universidad y tengas una vida normal, mi niña. — Habían pasado los días y pensé el tema de regresar a mis estudios. Le dije a mi tía y su respuesta estaba siendo genial. — Has pasado momentos muy duros, ahora yo te cuidare mucho, consentiré y te llenare de amor.— Me da un beso en la frente.

—Gracias, tía. No sé qué haría sin ti.— me regala una sonrisa y asiente.

—En unos días lo tendré solucionado, tú no te preocupes por nada, por cierto, sigo fascinada con esos poderes tuyos. — rió, no sabe lo que dice.

—Fue mi alma a cambió de ellos. — sus facciones cambian.

—Entiendo. ¿No quieres salir a tomar un café y un postre?

—¡Claro!, necesitamos pasar tiempo juntas.

Y no mentía, sí iba a estar viviendo con mi tía necesitaba mejor convivencia y comunicación con ella.

Llegamos a la plaza comercial, pasamos a tiendas de ropa y accesorios, me compró algunos a mí y ella igual se compró.

Después fuimos a un café de ahí mismo, platicamos de varias cosas.

—Ese niño Alek, ¿te gustaba? — vuelvo a reír.

—No, era mi contrincante, pero ambos queríamos irnos de ahí, compartíamos varias ideas y le debo varias. — Sonríe, iba a hablar cuando entran unos tipos tapados de la cara y armados, con la intención de asaltar a todos ahí adentro.
Le jale el bolso a mi tía y ella se niega, uno de ellos le apunta con el arma de fuego.
Un señor se quiere meter y simplemente lo golpea, haciéndolo caer al suelo.

—Oye, podrías calmarte e irte de aquí, si no quieren problemas.— me levanto de mi asiento y le digo.
Este se burla.

— Mira, lindura. No quiero hacerte daño, así que regresa a tu maldito asiento. — le doy una patada y se queja de dolor, uno de ellos le dispara pero yo esquivó el disparo con la photokinesis que sueltan mis manos y lo hago llegar a la pierna del otro.

—¡Carajo! — Se miran entre ellos y con los mismos poderes los hago salir del lugar, no iba a dejar que nadie más se metiera con mi familia.

La policía llegó por ellos, varias personas del lugar me agradecieron, no quedaron sorprendidos con los poderes, esa no era mi intención.










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⏰ Última actualización: Oct 27, 2019 ⏰

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