La lección había empezado hacía ya una hora y Silvana Miele se había pasado más tiempo gritando que no se distrajeran que explicando el tema...pero después pasó algo.
Carlo oyó la voz de su padre: también él estaba chillando... ¿Era posible que su padre Antonio, estuviera gritando? A continuación le llegó la voz baja del director. Había en su voz una mezcla de autoridad y de incomodidad. Por fin se abrió la puerta y el director cuchicheó brevemente con la maestra. Ella le murmuró al final:
- Ya le había dicho director, que no debía estar aquí...
Después se dirigió a Carlo.
- De Simone, levántate y vete con el director -eso fue todo. No dijo nada más. Carlo la miró durante unos instantes sin moverse, sin comprender. Ella se impacientó.
-¿Quieres darte prisa? ¡El director te está esperando! -lo intimó.Mientras salía, Carlo la vio tomar la lista y trazar una línea encima de su nombre. ¿Era posible que lo estuviera borrando?
El muchachito se afanaba buscando en su memoria: ciertamente había debido hacer algo muy gordo en los últimos días, algo muy grave... Pero ¿Era posible que no lo recordara?
Tal vez le hubiera dado comida a Aquiles.
Quizá se había distraído y le había echado un trozo de merienda..."¿Será que alguien ha hecho correr la voz?"
Pensaba Carlo. El director callaba, su padre también. Nunca lo había visto tan pálido.-Vete con tu padre, De Simone -también él, el director se limitó a decir estás palabras; ni siquiera se había dignado a pronunciar su nombre, y había recalcado "De Simone" como si se tratara de un apestado. Con todo, el director Cisco no era malo. Cuando anuncio la salida del maestro Francesco incluso estaba triste, porque sabía que era un buen profesor. Sin embargo, aquel día parecía cohibido, presuroso.
"Papá me lo explicará", pensaba Carlo .
Intentó saludar a Aquiles, pero el gato también escapó. Aquella mañana todo iba torcido.
"Quien sabe la que habré armado", se repetía.
Al final se decidió:
-Papá, ¿qué es lo que he hecho? ¿Por qué me han expulsado? -sí, era inútil andarse ya con rodeos. Lo habían expulsado. -Quien sabe lo que he hecho, no me acuerdo...Ahora no conseguía pensar en otra cosa.
Después vió a su padre. Era la primera vez que lo veía llorar... Sin embargo, tal vez pudiera tener remedio la cosa. Su mamá decía que todo tiene remedio.Su padre apretó fuerte la mano de Carlo.
Era como si le estuviera pidiendo que lo perdonará porque no podía protegerlo.Antonio paró de llorar. O tal vez las lágrimas habrían sido engullidas quién sabe dónde.
- No has hecho nada, Carlo, recuérdalo bien, nada. Es por apellido. Te llamas " De Simone". Somos judíos. Han escrito nuevas reglas, se llaman "leyes raciales" : se ha prohibido a los judíos asistir a la escuela o trabajar. El director te ha dejado asistir algunos días, pero lo han llamado al orden: debe hacer respetar la prohibición. No se puede hacer nada. Pero no te preocupes, se están equivocando. Antes o después lo comprenderán y podrás volver a la escuela.-¿Quién lo comprenderá? ¿Quien ha redactado está prohibición?
- El partido Fascista, son ellos los que mandan y deciden sobre las leyes y sobre la vida de las personas en este momento.
-Pues la maestra dice que los fascistas son buenos y que debemos seguir todas sus órdenes...
- El maestro Francesco no lo creía, Carlo. Y dijo a todo el mundo que el no era fascista. Por eso lo despidieron.
-Papá, ¿y si no se dan cuenta de que estas leyes raciales están equivocadas? ¿Sabes que pasará? En la escuela está Gemma Anzini, que no comprende nunca nada. El maestro Francesco no le gritaba, siempre le decía que antes o después lo vería todo claro, pero eso no ha pasado nunca. A él lo han echado y ella sigue sin entender nada. Y la maestra Miele siempre le va gritando detrás. Sin embargo, su padre ya no hablaba. No oía. Estaba en alguna otra parte, donde Carlo no lo podía alcanzar. De ahí que él siguiera cavilando por su cuenta, aunque lo único que conseguía pensar terminaba con su signo de interrogación.
"Pero ¿por que soy judío? ¿Y que significa ser judío? ¿Que mal han hecho los judíos para que los expulsen de todas partes? Y estas leyes, ¿Son solo para los judíos? pero ¿Que tengo que yo con todo esto? ¡Si ni siquiera sé lo que significa ser judío? ".
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Gracias por leer...
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Las maletas de Auschwitz
Ficción históricaEuropa, mediados del siglo XX. De un momento a otro, las vidas de Carlo, Hannah, Jacob, Émeline y David cambiarán dramáticamente y ellos no consiguen entender por qué. Ya no pueden ir a la escuela, visitar a sus amigos ni jugar en el parque, y son h...