No era un experto, ni mucho menos alguien muy atento a las cosas que sucedían a su alrededor.
Aunque si, tenía dos cosas en claro.
Primero: Los omegas eran raros y preciados siendo solo el 13% de la población mundial, según Nami.
Segundo: Nunca había visto alguien igual a torao.
Y analizando más la segunda cosa se daban cuenta de algo, no habían alfas o betas y probable mucho menos omegas parecidos al bonito leopardo de las nieves que viajaba ahora en su barco.
No habían marines leopardos de las nieves y no podías encontrar algún humano leopardo nevado en las casas de subasta que el pudiera recordar.
Prácticamente era como si la hermosa raza hubiera sido borrada de la existencia.
Era...raro.
Y no lo decía de mala manera, era Monkey D. Luffy uno de los últimos Lobos grises que quedaban en el mundo según su abuelo.
Este tipo de cosas realmente nunca le llamo la atención y sin embargo aquí estaba.
Cruzado de piernas en la biblioteca, esperando a que Robin le leyera una enciclopedia de especies extintas.
-Capitan-San, puedo preguntar ¿Por qué le importa?-
Sus orejas de agitaron de forma rapida y las alzó prestando atención a la pregunta ¿por qué le importaba?
-Solo tengo curiosidad- dijo jugando con el dobladillo de su short.
La búho estiró sus plumas alcanzando la oreja de su capitán, cepillando su pelaje suavemente.
-¿Curiosidad? ¿Como que tipo de curiosidad?- pregunto doblando la pierna sobre la otra, haciendo que su vestido corto cayera elegantemente de sus piernas al sillón, dando la maravillosa vista de plumas cafés marmoleadas contrastando con el vestido blanco de volantes.
-Solo...curiosidad- dijo sin prestar atención a la caricia fraternal en su oreja izquierda
La atencion del capitán pirata estaba puesta en la ventana que daba directo al frente de la proa donde cierto cirujano manchado se encontraba dormitando en su forma animal, con su esponjosa cola en su boca mientras caesar le gritaba con furia agitando de forma agresiva las esposas de kairoseki en frente de la cara del omega el cual solo bostezo aburrido en su lugar, dando a mostrar su cuello manchado protegido por aquel collar negro de picos.
- Nee, Robin, ¿Es Normal que un omega no obedezca a un alfa?- pregunto viendo cómo torao ignoraba olímpicamente las demandas del alfa científico el cual le gritaba con esa voz ronca característica de mando.
-No es muy común, pero a algunos omegas no les afecta la voz de mando, muchos de estos son considerados groseros- dijo cerrando la portada del libro que iba a leer.
-¿Groseros?- pregunto volteando hacia la escena de la ventana, caesar había tomado su forma animal alzándo con orgullo sus cuernos, clavando sus pesadas pezuñas en el pasto y gritando con más fuerza de los normal a la panthera uncia que daba vueltas a propósito mostrando su mullido vientre en burla al alfa encadenado "¡Ho! Eso se ve divertido shishishi". -¿Por que?-
-Bueno capitán, No a todos los alfas o betas les gusta que un omega tenga voz y decisión propia, no muchos piensas más allá de marcar a un omega y embarazarlo- concluyó tocando con sus plumas el collar de cuero café en su cuello.
-Creo que esos alfas son raros- expreso frunciendo el seño ante lo que robin había dicho. -¿Quien quiere a alguien que solo sea una lapa pegada? ¿No es mejor patear traseros juntos?- argumento mostrando un puchero que dejaba ver sus colmillos en las comisuras de su boca.