~ "Daddy" ~

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Comenzó. . .

Todo transcurría en una casa diferente, más pequeño, tradicional, en el patio trasero donde estaban Argentina y sus hijos, con España cuidandolo a su "hermano" Chile y Perú, y Confederación atendiendo asuntos varios.

Allí estaban ellos, el energético Gran Malvina y su tímida pero dulce hermana, Soledad.
Los niños usaban ropa tradicional del país, su padre estaba sentado y ellos adornaban sus manos con flores que encontraban por el lugar, sus risas eran un pequeño canto que las aves acompañaban. Ponía tan relajado al cara de sol, simplemente estaba en el paraíso.

Su pequeña quitandole el sombrero gaucho a su padre y colocándoselo lo hacía sentir orgulloso, su hijo rogando por que los tres tomarán un buen mate y papá contará como dejo de ser una colonia otra vez, era lo único que necesitaba para ser feliz toda la vida, porque allí estaban sus dos grandes razones de vivir.

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Pronto la escena cambio a una zona de guerra, soldados disparando, jóvenes de apenas 18 años, tratando de contra atacar y muchos perdiendo su vida en el intento.
Lo veía, niños asustados, sin entrenamiento, tratando de actuar como adultos expertos para defender a su patria, para tratar de recuperar lo robado. . .

Lo ahora perdido. . .

Todo cambio a la rendición, el levantaba la bandera blanca ante su potente enemigo, puro divisar al de sombrero de copa, sujetando las manos de sus dos pequeños, solo que, ya no parecían sus niños.
El latino, rendido por el cansancio, quería ir a despedirse, a al menos tratar de decir sus nombres una última vez.

Vio al de traje caminar con sus hijos, para un padre era ver como se llevaba lentamente un gran pedazo de su alma, ardía, dolía. En la desesperación corrió tratando de alcanzarlos, pero cada paso eran ver como estaban más y más lejos.

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Estamos en casa, el albiceleste pudo sentir la fuerte bofetada se su padre y los gritos ensordecedores de un padre furioso, pero desesperado.

-- ¡Perdiste a mis nietos!

Gritó, para ese momento momento el latino era puro silencio, trataba de asimilar todo y entender, pero su padre tenía mucha razón.
Perdió, no sólo la compañía de esos dos niños que tanto amaba.

Perdió vidas inocente que jamás debieron ir a luchar.

El Argentino estaba sólo, sus padres decepcionados y buscando forma de recuperar a los niños. Sólo le quedaba Perú, quien lo acompañó en esa guerra donde hizo lo que pudo y tuvo a mano, para recuperar a los que consideraba hijos también. . . Lo acompañó en todo lo que su amigo necesitaba.
Acariciaba su hombro, Argento paso de ser un hombre arriba, a uno derrotado que bajaba sus penas en botellas de Fernet que ayudaban a llevar su pesado dolor.

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Estaba en casa, allí echado en ese sofá en medio de una negrura tenue, que era bajada por la luz de una hermosa luna que le traía hermosos recuerdo.
Esa luz iluminaba un cuadro pintado a mano de sus niños siendo pequeños, al lado, varios dibujos que le dedicaban en su mayoría a Papá Argento.

Al lado de un casi durmiente Argentina estaban varías botellas, testigos únicos de la evidente embriaguez constante del latino, a eso se sumaba una vestimenta pobre junto a unos ojos hinchados por quizás las horas interminables de llanto que dedicaba luego de beber.

Estaba colocado tan mal en el sofá que le dolería todo al día siguiente, más su sueño inducido por alcohol, se fue tan pronto escucho esa dulce voz femenina cerca de su oído, con un sonido tan inequívoco, que incluso le dio temor, pero no tanto como una creciente emoción. . .

"Daddy."

Entonces, despertó. . .

El latino reacción ante su aparente pesadilla, notando la presencia del eslavo que abrazaba su cuerpo cálido en una ternura total. Pero si el momento pudieron calmar las gruesas lágrimas que tiraba el latino sobre el pecho fornido del de ushanka.
Se levantó con cuidado de no despertar a su pareja, admiro por la ventana y noto que era tarde, asumió que quizás 5 o 6 de la tarde. Tomó su buzo y en silencio total, salio de casa y echo prisa a un lugar que el mismo se juro, jamás pisar.

La casa, de Inglaterra.

Ya no soportaba más, sueño tras sueño era la misma tortura, la voz de su Soledad diciendo esa entendible palabra lo mataba.
Necesitaba verlos, quería volver a saber de ellos, estaba aún llorando tras cada caminar que cada vez era más rápido, caía a mitad de camino por los recuerdos que más que ayudar eran un motor poderoso para que las lágrimas cayeran.



Él necesitaba a sus hijos.


E Inglaterra, lo sabía. . .

~ ♡ ~

BUENAS-

Actualizado un poco tarde, pero hubo doble capítulo che, no se me revelen ah.

Bue, me dijeron que el otro parecía mero relleno y la posta si.

Pero traigo este, algo corto para "compensar"

Los amo. ♡

¡No quiero amor! RusArg o UkArgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora