Violentometro. (hill)

ignorar/ley del hielo

Advertencia:

Este libro contendrá lenguaje vulgar, contenido para adultos, violencia y relaciones tóxicas, leer bajo su propia responsabilidad.

Nivel: 4.

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—Henry por f-fa-f-favor abre la puerta.—pidió Bill mientras golpeaba la puerta con intensidad.

No hubo respuesta alguna por parte del castaño, Bill sabía que Henry estaba ahí, había escuchado disparos en la parte trasera de su casa, lo había visto dispararle a las latas de cerveza vacía y cuando lo llamó Henry solo lo evitó y entró a su casa.

—¿P-por qué ignoras mis llam-madas?—preguntó mientras ponía su mano sobre la puerta esperando que esta se abriera.

Nuevamente no hubo respuesta y sintió como sus lágrimas comenzaban a acumularse, Henry no le había hablado desde la semana pasada, no respondía sus llamadas, no lo dejaba entrar a su casa, ni siquiera le dirigía la mirada en clases.

Entonces Bill reaccionó cuando pensó en clases, recordó que la semana pasada había ido a hacer un trabajo en equipo con Beverly, Henry odiaba a Beverly.

—¿Es p-por lo de Beverly?, a-amor lo siento... Era un tr-t-trabajo de la escuela, promet-to no volver a verla sin tu p-p-permiso.—gritó mientras se pegaba a la puerta intentando escuchar algunos pasos o la voz de Henry maldiciendo.

Pero no escuchó nada, bajó la mirada y siguió tocando hasta que dieron las 5 de la tarde y debía volver a su casa.

—N-nos ve-vemos amor, deb-b-bo volver a c-casa.—se alejó de la puerta tratando de ahuyentar sus ganas de llorar, su voz ya era demasiado cortada y sus tartamudeos eran irritantes hasta para él.

Por otro lado Henry se encontraba en el baño de su casa mientras lloraba mirando la sangre que manchaban el vendaje improvisado que él mismo se había hecho.

—¿Por qué?, ¿¡por qué tienes que dejarme solo?!—preguntó Henry mientras lloraba y se abrazaba a si mismo.—¿Acaso ya no me amas Billy?—murmuró con un nudo en su garganta.