Advertencia:
Este libro contendrá lenguaje vulgar, contenido para adulto, violencia y relaciones tóxicas, leer bajó su propia responsabilidad.
Nivel: 6.
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.Henry sostenía la navaja ensangrentada en su mano, soltó una risa nerviosa y luego las lágrimas cayeron por sus ojos, sus brazos sangraban manchando el piso del baño, había cortado sus brazos y ahora era tarde para arrepentimientos.
Tomó su teléfono del lavabo y lo desbloqueó con rapidez mientras presionaba las teclas y buscaba entre sus contactos hasta encontrar a Bill, llamó tres veces seguidas hasta que Bill respondió.
—¿Henry?—interrogó el pelirrojo adormilado.
—N-necesiro que vengas.—pidió el castaño.
—Henry s-son las tres de la m-ma-m-mañana.—murmuró el chico mientras se incorporaba en la cama.
—¡Maldita sea Bill mis muñecas están sangrando!—gritó con desesperación mientras rompía en llanto.
—¿¡Q-qué?!
—¡Y es tu culpa!, ¡es tu maldita culpa!—incriminó al menor con furia como si fuera una verdad absoluta.
—¿M-mi culpa-p-pa?—interrogó el pelirrojo sintiendo una presión en el pecho.
—S-sí, te pedí que te quedarás y me dijiste que no.
—Henry, de-d-debía ir al hosp-p-pital.—murmuró el pelirrojo levantándose de la cama para ponerse los zapatos.
—Y yo me estoy muriendo ahora.
Se escuchó un suspiro al otro lado de la línea.
—Ya v-v-voy para allá.
Colgó la llamada y lloró durante todo el camino para cuando estuviera con Henry esté no le reclamara por llorar.
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Violentometro. (hill)
FanfictionPorque los golpes no son amor, pero Bill no supo darse cuenta de ello.