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- Es un lugar fantástico - le decía ella muy emocionada viendo las calles por la ventana del auto - O por lo menos eso dice la guía turística que tomé en el avión - se encogió de hombros y lo miró.

Namjoon de igual manera la miró y ambos rieron. - ¿No me perderás por la ciudad, cierto? - le  dijo con una sonrisa devolviendo su vista al camino.

- Obvio no - le dijo negando con la cabeza  - Tu confía en mi - se colocó la mano en el pecho al terminar.

Pues si, Corea estaba en la sangre se ambos, pero uno ha pasado la mayor parte de su vida en América y la otra parte de este dúo dinámico no la dejaban salir si no era en compañía de su proxeneta. 

Pero igual, de una u otra forma tenían que llegar al lugar que deseaban.

- Bueno, no fue tan difícil - dijo saliendo del auto una vez que Namjoon había aparcado.

- No, sólo cuarenta minutos de viaje. - le miró.

Ella le sonrió, esa sonrisa era cautivadora, podía hacerle cambiar el humor en cuestión de segundos.

Sentía una gran debilidad por esa chica.

Estaba enamorado de esa sonrisa.

- ¿No te parece muy lindo? - le dijo ella con una gran sonrisa admirando todas las luces, y colores de ese centro turístico de Busan

Un parque de diversiones.

- ¿Me puedes decir que tiene de fantástico este lugar? - le preguntó mientras caminaba, con ella tomando de su brazo.

- ¿Tus padres no te querían de Pequeño? - le miró.

- ¿En serio me pregu... - fue interrumpido.

- No te preocupes, los míos tampoco. - se encogió de hombros.

- Hyeji - le dijo serio.

- El punto eeees - lo alargó - Nam,  los parques de diversiones son lugares mágicos. - le miró - Es para toda la familia, y es perfecto para las parejas. Es decir, mira cuantas cosas podemos hacer juntos - miró todo su alrededor.

Para decir la verdad, Namjoon no prestó atención a mucho de lo que decía Hyeji. Él  estaba concentrado en otra cosa.

Más bien, en ella.

Ella, Hyeji.

Sus ojos brillaban mientras decía todas esas cursilerías,  la miraba sonriente, feliz. Esa niña tuvo una vida dura, y en estos momentos él era todo lo que ella tenía.

Quería darle más. 

Quería darle todo.

Porque se lo merece.

Merece el cielo y más. También merecía amor, mucho amor. Todo el que le ha faltado.

Por eso no le importaba que ese lugar estuviera fuera de su zona de confort, si ella era feliz ahí, él estaría todo el tiempo que ella desee.

Es más. 

- ¿Quieres un parque de diversiones? - le preguntó de imprevisto.

Ella se quedó algo sorprendida- ¿Qué? - le miró confusa.

- Si, ¿quieres que te compre este parque? Si eso quieres, será tuyo. Hoy mismo si deseas.

Ella quedó anonadada, negó levemente con la cabeza - ¿A qué viene eso Kim Namjoon?

- Este lugar te gusta, y parece que te hace feliz. - se encogió de hombros y la miró - Puede ser tuyo.

- ¿Crees que este parque de diversiones comprará mi felicidad? - le soltó el agarre.

- ¿Qué? - negó  - No, no es eso.

- Pues eso parece.

- Sólo quiero verte feliz - se acercó a ella colocando sus manos en los hombros de la chica. 

- El parque no me hace feliz. - le dijo seria - Tu si - le miró - ¿Quieres que sea feliz? - él asintió - Pues en vez de comprame una heladería o un parque de diversiones, ven conmigo a disfrutar de esos lugares. Y te prometo... - colocó su mano en la mejilla de Namjoon - Que seré la chica más feliz del mundo.

Se quedó sin palabras. Totalmente. 

¿Había algunasrazón para no Amara a esa chica?

Pronto.

La tomó de las mejillas y la besó, tan tierno y delicado como a ella le gusta.

- Vamos de una vez - le dijo Nam después del beso. Y tomándose de la mano, entraron al parque entre pequeñas risas.


¿Como resumir esto?
Namjoon no era tan fan de los parques de diversiones. Quiso seguir el rito de Hyeji, pero no pudo. Fracasó.

Lo que le bastó para decir "Nos vamos" fue la montaña rusa.

Namjoon era grande, un tipo fuerte tanto de carácter como físicamente. Pero la montaña rusa pudo con él.

Lo siento.

Tomó la decisión de que ambos se fueran, a Hyeji la situación la estaba matando de la risa. Ver a ese tipo gruñón y malhumorado que a duras pena podía caminar bien y que iba aguantando las arcadas para no vomitar.

Pero, para a Hyeji le pareció una FANTÁSTICA idea, ir a comer después.

Fueron a un restaurante, Nam comió todo cuando ya se sintió mejor, pero su error fue pedir una copa de vino blanco.

La fatiga, combinado con la carne roja y el alcohol le hicieron una mala jugada.

Ahora estaban en el hotel, y Hyeji le daba pequeñas palmaditas en la espalda mientras que Namjoon vomitaba en el baño.

– ¿En serio no quieres que llame a algún doctor o que vayamos al hospital, Nam?

Tosió- No... No. Yo estaré bien, solo tengo que recostarte un rato. - se levantó, se enjuagó lavó la boca y salió del baño, siendo seguido por Hyeji.

Se acostó en la cama. - Lamento que no hayamos estado más tiempo en el parque, Hyeji.

– Oh, tranquilo Nam, no importa, igual tenemos tiempo para hacer muchas cosas en Corea- se sentó a un lado de él en la cama. - Ahora debes descansar - le acarició su mejilla. Metió sus manos en los bolsillos del chico, sacando sus llaves, billetera y celular. Los colocó en la mesa junto a la cama - Yo iré a ver alguna película en la televisión, tu mientras descansa, ¿si?

– Está bien - le tomó la mano y la acercó para darle un beso.

Después del beso se levantó dejando a Namjoon en cama. Entró al baño, se miró al espejo un momento y respiró profundo.

Sonrió. 

Buen trabajo.

Tomó unas toallitas húmedas y se quitó el poco maquillaje que se había colocado antes de salir. Se lavó la cara y se secó con una toalla.

Salió del baño. Namjoon ya estaba dormido.

Se quitó sus zapatos dejándolos a un lado de la puerta del baño. Se acercó a Nam, lo miró un rato... asegurándose que si estaba bien dormido.

Tomó el celular que antes había puesto en la mesa, y se fue de la habitación. 

Buscó el papel en el que tenía apuntado la información y marcó. 

Hola, buenas noches, refugio infantil Jowhan. ¿En qué le podemos ayudar?

Purchased [Kim Namjoon +18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora