Olvido

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Con frecuencia habrás deseado olvidar las discusiones, los problemas, las desilusiones, cada aspecto negativo que te ha hecho sufrir, ¿pero en que se quedaría la vida?, no podríamos sentir la alegría de la manera que la sentimos sin la tristeza, se nos haría imposible aprender lecciones fundamentales careciendo de problemas. Toda cara tiene una cruz, y sin alguna parte de ellas, es claro que la moneda es falsa, no queramos tener una vida falsa, que no lleva a ningún sitio, admitamos que lo único que debemos hacer,no es intentar cambiar las reglas del cosmos, si no, entenderlas, y aceptarlas.  Cuando estudiaba de niño, me encantaban las matemáticas,veía algo especial en cada actividad, que trataban aspectos muy diversos, el mero hecho de que todo tenía solución era alentador , y el camino, los pasos, la forma de encontrarla, podían darte la libertad, para llegar a un mismo resultado de la manera más cómoda posible dependiendo de ti mismo, algo para mi fascinante. Las operaciones intermedias para lograr las soluciones son las que más sabios nos hacen, lo importante es atreverse a hacer esos cálculos, porque no hacerlos, o postergarlos te harán perder el tiempo, que es lo más valioso que tenemos, lo que más importa. Tiempo para experimentar, descubrir, aprender, ser mejores personas.

Seguramente estés en bucle ahora mismo,  o has padecido ese estado donde los pensamientos se repiten sin cesar, dando vuelvas y vuelvas a lo mismo, hasta que la cabeza duele. Ese bucle compuesto por eslabones tal como los que forman una cadena de bicicleta, son un conjunto cerrado, que te atrapa, el bucle lo instalamos en la bicicleta de nuestra vida, y comenzamos a pedalear y pedalear, tratando de escapar, de avanzar, pero a lo máximo que llegas es a cansarte, agotarte, frustrarte, desesperarte,... Nuestro día a día se ha convertido, en montar en una bicicleta electrostática, que no te lleva a ninguna parte. Has de aceptar que las cadenas se rompen por el eslabón más débil, y ese eslabón, es el simple hecho de dar demasiada importancia a alguien que no la tiene, al espejismo de lo que creemos que es alguien, y al compromiso que se supone que tenía con nosotros, el verse atacado en la autoestima y por ello sentirse poca cosa,... El hecho es que lo que creemos de alguien y lo que tenemos con esa persona es muy relativo,... Voy  a contar una anécdota muy graciosa y reveladora:

 En alguna ocasión utilicé aplicaciones de smartphone, para hablar con gente desconocida, la aplicación que usé, era muy caótica, hablabas con gente al azar, y era una lotería el recibir o enviar los mensajes, supongo que por problemas de su servidor. Un día conocí allí a una chica, y nos pasamos una tarde escribiéndonos, me parecía muy inteligente, culta, y disfrutaba  de sus compañía, pero la aplicaciones daba fallos, y estuve unos días intentando comunicarme con ella, pero hasta desapareció de la aplicación. Quise volver a encontrarla por todos los medios, y pensé en una forma de lograrlo con los escasos medios de que disponía, tenía la imagen que usaba de perfil que era la de unas escaleras de caracol, la  descargué, edité, y la conloqué en mi perfil de la aplicación, con el mensaje de que se comunicará conmigo en una cuenta de instagram que no utilizaba mucho, ni hizo falta que me agregase al instagram, porque al día siguiente, ella me pudo mandar un mensaje, y empezamos a hablar otra vez. Había algo sospechoso, porque ella decía que su teléfono no mandaba fotos, que no le iban los audios,... Creí que era otro de los muchos fallos de la aplicación, y confié en su palabra, llegado el momento, dentro de ese mismo día, me confesó que era un hombre(un clásico de internet), y que se había interesado por mi,... Mis preferencias sexuales no van en su linea, y no podía corresponderlo, no me sentí bien, ya las ganas que tuve de hablar con esa persona, que me habían empujado anteriormente a querer buscarla, desaparecieron totalmente, y al no recibir la respuesta que quería por mi parte, él comenzó a insultarme y a hacerme pasar mucho bochorno.  Es para mi muy gracioso el recordarlo, porque ejemplifica totalmente lo equivocados que podemos estar con todo,... Creemos que alguien es lo que nos dice, y puede ser que no lo sea, podemos creer ver que a lo lejos de un paisaje hay una persona, y en realidad es el tronco de un árbol,...

Es fundamental olvidar el eslabón de ser tan crédulos, el necesitar que todo sea tan simple que baste con creerlo sin cuestionarlo. No se trata de ser un desconfiado/a crónico/a que no deje acercarse a nadie porque lo pueden hacer daño. Pero si hay que tener humildad de reconocer que nos podemos equivocar, y que no pasa nada, lo hemos intentado, quizás hemos invertido demasiado, por no dejarlo a tiempo, cuando veíamos que no tenía ningún recorrido,... No ha salido bien, pero el amor es como la bolsa del mercado de valores, podemos no tener ni idea de jugar en bolsa, aunque creemos que sí, ponemos nuestros sentimientos y apostamos a lo que creemos que es la mejor elección, aunque no siempre se gana, y aveces nos dejamos engañar por la especulación, que nos hace creer que es una apuesta segura de futuro, y no es cierto.

- Olvida que tu autoestima baja te diga que tienes que pagar por haberte equivocado. 

- Olvida la culpa, ya que has actuado lo mejor posible y no debes de dudar de eso.

- Olvida que esa persona era fundamental para ti, e indispensable, porque no es así.

- Olvida sentir las palabras que te dulcificaron los oídos, que se han demostrado que fueron mentira.

- Olvida que la felicidad te la dan las demás personas, cuando sólo depende de ti mismo/a y de tu mente.

- Olvida el luchar por lo que vemos que es imposible, como el obligar a alguien a que nos quiera.

- Olvida el odio, el rencor, y abraza la indiferencia, porque todos esos sentimientos están dando un poder sobre nosotros muy elevado a gente que no se merece estar emocionalmente en nuestras vidas.

Olvida todo eso, pero no olvides nunca creer en ti mismo/a, en lo valioso/a que eres, en que una vida merece vivirla lo mejor posible, tengas una relación sentimental o no la tengas.

Te propongo esta actividad para finalizar el capítulo:

Dibuja en una hoja de papel, una casa en su exterior, como nos decían en la escuela que lo hiciéramos, y decide olvidar una parte de ella.

Si has olvidado poner las ventanas, nunca entrará la luz, ni se aireará convenientemente.

Si has olvidado el tejado, estaremos expuestos a las inclemencias del tiempo y a todo lo que nos pueda caer de arriba.

Si has olvidado la puerta no podrás entrar o salir, a no ser que hagas esfuerzos muy incómodos al intentar usar las ventanas como puertas, que si son muy pequeñas o están mu altas no servirán para ello,... 

Puede que hayas dibujado  u obviado algo que no he nombrado, tal como la chimenea, el balcón, si es así piensa que le ocurriría a la casa sin esa parte.

Con esto te muestro, que en lo más básico de la vida, no podemos intentar olvidar lo que es importante nuestras experiencias, pero si lo que no lo es, como las sensaciones de angustia por esa persona que se ha ido, porque al irse demostró que no era tan importante en realidad.

Siempre hemos de intentar mejorar nuestra casa como metáfora de nuestra vida, para que nunca le falte lo que es necesario. Acepta que tu vida va bien porque estás atravesando por experiencias, que aunque algunas sean dolorosas,  tienen y tendrán su utilidad en tu presente  y futuro para alcanzar la felicidad.



Reconstruye tu corazón (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora