IX

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«Esta prometida con la chica »

¿Qué carajos estaba escuchando en aquella noche?
Era más increíble aún que se haya cambiado el jodido nombre, Lauren, es Lauren, esa noche presindí de sus servicios y me quede con los documentos, pedí absoluto silencio y es lo que por regla se tiene en una profesión así.
Me desconecte en esos principios del mes, no hable con nadie, quite comunicación y analice palabra por palabra, foto por foto, aquellas veces por las tardes y noches, coloque el mapa de solo la zona que me interesaba y los distintos caminos que me llevasen allí.
En unas aparecía ella con la otra chica, en las dos veces que me contó.
Sonreía... Es ella, es mi Lauren.
Ya estaba un poco más calmada, el sentimiento estaba revuelto, aún no sabia como tomarme aquello, estaba viva, esto lo confirma, su cabello es más largo y su cuerpo ya más delgado que antes.
Su sonrisa es preciosa, sus ojos, esos malditos ojos verdes.

No podía creerlo, lleve mis manos a mi cabeza y cerré los ojos... ¿Cómo? Como es posible que hace dos meses le estuviera llorando en su tumba y que pase tres años yendo a dejar flores a una lapida sin nada.

¿Quién eres realmente? ¿Por qué entonces me dejaste esa carta? Acaso .... Era una huida desde siempre... Claro que si, yo estaba enferma y ella... Oh por dios ,solo te quiero de vuelta.

No hice caso a mi teléfono por varias semanas más, me pedía comida a domicilio y no quería ver nada.
Todo por las rutas, los lugares que frecuentaba la chica Taylor y casi nada de Lauren, era una persona apenas existente.
Pero eso no me detuvo y lejos de acercarme. Quería asegurarme de como hacerlo.
Dando con Verónica todo fue mucho más fácil, y por supuesto que nunca dejaría a su amiga sola, necesitaba de verdad hablar con Verónica, con Lauren.
Sabia, sabia que mi mente no me estaba jugando una mala pasada.

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Tercera semana y no hacia más que planear como acercarme después de eso, encendí la televisión y para mi horrible sorpresa, no había nada bueno, tan solo quería distraerme y había conseguido hacer todo lo contrario.
— Estoy ansiosa ...

Mis manos me sudaban y cerré los ojos, pase mi cabeza atrás reposando en la cabezera del sofá.
Suspire largo y pesado, me concentre en recordar su rostro, sus reacciones, su avance que seguro tuvo que al verme seguro no fue mucho, y su ...Compromiso.
Ella no puede estar con otra chica pero sé que es necesario que me vuelva a ver, quiero abrazarla y decirle todo, lo enojada que estoy, lo confundida, lo maravillada que me siento, pero ¿cómo?.

« — No hice más que tratar de retenerla a mi lado, no saben todo lo que paso en esa casa, ella no fue lastimada por mi, lo juro, incluso puedo decir que no quería ser rescatada ».

El tono triste y desgarrado que emitía el chico y sus facciones que se lograban ver por la pantalla me sacaron de mis pensamientos, se veía que era su declaración, se veía sin ganas, derrotado y con un gran pesar en su voz, cansado.
— « No voy a declarar más que eso, no esperes que diga algo más, porque no hay nada, lo hice, punto ».

Eso es, debo de hacer eso, no veo otra alternativa que no sea esa para que no escape de mi, no es nuevo estos pensamientos, se me había ocurrido pero no quiero aplicarlo, ella tendría más miedo de mi, pero yo sé que eso puede cambiar.

— Lolo, necesito hacerlo.

Marque a mis contactos que se encontraban viviendo aquí, y conseguí un auto.
No di explicación alguna sobre lo demás pero estaba decidida a intentar una última vez.
Busque las rutas más seguras, investigaría yo misma a Lauren y a esa tal chica que esta con ella, y me llevaría a mi chica, a la mierda la moral, yo iba hacerlo.
Comenzaría mañana y entonces, podre llevarla algún lugar alejado, donde nadie nos moleste, donde nadie pueda oirnos, sobre todo eso.

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