Capítulo cuatro.

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¿Cómo ha conseguido mi teléfono? Esa fue la primera pregunta que creía que me había aparecido por la cabeza.

-¿Te ha comida la lengua el gato? - Su voz razonó por toda mi mente y contesté lo primero que se me ocurrió.

-¿Qué gato?

-Julia...- su voz ronca volvió todo mi vello de punta- eres tan irresistiblemente lista.

-Y tú el ser más horripilantemente cotilla que conozco, ¿cómo has conseguido mi número?

-Marcos.

Maldito Marcos, me giré hacía él y una mirada de odio apareció en mi cara a la vez que una pequeña carcajada salió de lo más profundo de la garganta del Idiota, ahora me empieza a gustar ese nombre...

-Y Julia desapareció del planeta Tierra otra vez.

Una risa salió de mi garganta sin siquiera pensarlo, y me odio por ello, porque me podía imaginar al otro lado de la línea a Idiota sacando una sonrisa a mi costa.

-No he desaparecido Idiota.

-¿Idiota? Tu imaginación para poner apodos es muy corta por lo que se ve.

-A lo mejor es porque no me quiero molestar en pensar en apodos para ti, Idiota.

-Estás deseando saber mi nombre y lo sabes.

-¿De dónde sacas esa idea?

-¿Entonces lo admites?

-¿El qué? -Este hombre de verdad me saca de mis casillas, inventa cosas, y aunque es cierto que quiero saber su nombre jamás lo admitiría en su cara.

-Enojona, dulce e ingenua Julia, ¿admites que deseas saber mi nombre?

-Idiota, ¿cómo esperas que te responda a una pregunta si ni siquiera me has respondido a la primera que te he hecho?

-Paso a recogerte a las 12:20 para responder a todas tus preguntas.

Y eso fue lo último que escuché, hasta que vi el reloj sobre la televisión, que marcaba las 12:19 ¡¿QUÉ?! Todavía no reaccionaba al hecho de que 1) ha conseguido mi teléfono y 2) viene a recogerme para llevarme a no sé dónde como para reaccionar al hecho de que le faltaban seg...y mis pensamientos fueron interrumpidos por el inquietante sonido del timbre.

Al abrir la puerta me recorrió cada parte visible de mi cuerpo con sus inquietantes ojos, mientras me ponía nerviosa, ¿a dónde me iba a llevar?

-Cambiate, vamos a un sitio al que hay que ir arreglado, y fue entonces cuando me fijé en su traje de chaqueta azul oscuro que rozaba el negro, con una elegante camisa blanca con la corbata desatada y los tres primeros botones de la camisa desajustados.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

Para cuando salimos de casa ya era la 1:10 porque Marcos e Idiota se han tomado un par de cervezas mientras me cambiaba, y he resultado ser más rápida que ellos Já.

Pero cuando llegamos al restaurante me di cuenta que íbamos a destacar, ¿quién entra a un Mc'Donals a la 1 con trajes de fiestas glamurosas? Nosotros, y el único culpable aquí era Idiota.

No sé cómo este hombre tiene un estómago tan grande, lleva ya 4 hamburguesas y 2 bolsas de patatas fritas, y yo 1 hamburguesa y 1 bolsa, no quería pedir nada más porque yo no llevaba dinero, pero tampoco quería rechazar su oferta.

Pero el momento más embarazoso no fue cuando entramos y unas adolescentes se nos quedaron mirando, ni cuando la mujer que nos atendió observó de manera "disimulada" a Idiota, fue cuando salió corriendo hacia el parque infantil y se puso a jugar, eso si fue vergonzoso.

Después de un rato viendo las estrellas noto una respiración caliente detrás de mi oreja, al principio me pongo tensa, pero nada en comparación a cuando me susurra al oído: <<¿No me vas a preguntar mi nombre?>>

BoxeandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora