A pesar del diagnóstico clínico, Jeon Jungkook sabe que hay algo más allá del razonamiento humano que podría explicar el significado de sus "alucinaciones".
^1000% Jahasugt
[Historia sin editar. Escrita por impulso en un arrebato de ansiedad, por lo...
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~ACLARACIÓN~ [Ésta historia la comencé a escribir como un fanfic de Jacob de VAV. Conforme iba escribiendo, sentí que el personaje principal me daba una vibra más cercana a Jungkook de BTS que a Jacob, por lo que decidí reescribir la historia y adaptar los capítulos ya escritos a JK. También aprovecho para decir que éste es el comienzo de una saga de varios fanfics dentro de un mismo universo por lo que Jacob tendrá su propio fanfic.]
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Capítulo 1
Jamás había sentido la necesidad de abrazar a alguien tan fuerte como me fuese posible, trataba de calmar mi desesperación estando acostada dentro de la bañera con mis auriculares puestos y la música a todo volumen, dejando el agua fluir por todo mi cuerpo, adentrándose en mi ropa, mojándola por completo.
Días atrás me encontraba en la misma posición, aunque lo que hacía diferente ese momento a este, era su presencia. Ambos teníamos las piernas encogidas, dándole espacio al otro, intercambiábamos golosinas mientras la música se reproducía a un volumen moderado. Él tomó su celular y escribió "adiós" sumergiéndose por completo en el agua.
Ahora los días comenzaban a enfriarse más, no bastaba con llevar un simple suéter y eso me hacía odiar más al cambio climático.
1 año atrás...
Caminé hasta la parada de autobús y terminé viendo la pantalla del celular aún cuando prometí no hacerlo, había asegurado conocer el camino a la escuela y aunque realmente mentí, mi orgullo me impidió pedir ayuda, aquél día se convirtió en uno de los más extraños de mi vida y aún sigo lamentandome por eso.
—estás pérdida? —un chico alto, con semblante burlesco se había acercado a mi cuando me detuve en un cruce peatonal, estaba acompañado de otro que al contrario, parecía ser más amable.
Les miré a ambos por encima de la montura de mis gafas y al ponerse la luz verde caminé a través del crucero, tenía pensado seguir a un par de chicos que portaban hoddies con el logotipo de la escuela, caminaban a unos metros más adelante.
Recuerdo que ese día perdí las dos primeras clases, me habían puesto en detención por no cumplir con las normas de vestimenta y por eso mismo estaba molesta.
—tengo una chaqueta, no hay nada que se asome por debajo de esto —abrí la chaqueta de mezclilla y señalé el bralette negro
—aun así esos shorts, están muy cortos... No puedes usar gafas de sol dentro de la institución, cero tatuajes y quítate ese piercing del labio... No sé cómo sean las escuelas en Seúl pero aquí es distinto, que sea la última vez Bae —la orientadora se alejó, dejándome sola en el pasillo del edificio de control escolar.
Resoplé en un intento de no maldecir. "Debes ser una señorita recatada que sabe controlarse y que se rige por sus principios" las palabras de mamá invadieron mis pensamientos
—rayos — Al parecer, Estados Unidos no era realmente como en las películas.
Caminé hasta el baño, me senté en el lavabo y comencé a borrar el tatuaje de agua que coloqué el día anterior en mi muslo. Con demasiado cuidado retiré el broche que aseguraba la estadía del aro de metal en mi labio...
—creo que sigues perdida —exaltada dí un pequeño brinco, acompañado de un grito, miré el espejo, me había jalado con fuerza el piercing y pequeñas gotas de sangre, se perdieron con el color rojo de la tinta en mis labios
El mismo chico del cruce peatonal estaba frente a mí con la misma sonrisa burlona.
Un momento... ¿Éste no es el baño de chicas?
Voltee a ver la puerta donde claramente había un dibujo de un hombre. Maldije en coreano mientras bajaba del lavabo —lo siento pero, no hablo chino—alcé ambas cejas ¿Realmente, él me decía eso? A leguas se notaba su ascendencia asiática incluso aseguré que provenía de la mismísima Corea.
Tomé un pedazo de papel y lo remojé, pasandolo por encima de la abertura con sangre. Salí del baño lo más rápido que pude, debía llegar a la siguiente clase. Era el primer día y ya me habían llevado a detención y había entrado al baño de hombres, no podía esperar al resto del día.
Al llegar a los próximos salones, solo lograba obtener miradas bastante descaradas y burlas sin sentido. ¿Jamás en su vida, habían visto a una asiática? "Ok, Chae.. jamás vuelvas a pensar eso, sonó pésimo" pensé
En la hora del almuerzo, salí a la cancha de futbol y me senté en las gradas, no paraba de pensar en cómo mi vida había dado un completo giro, uno muy grande y es que todo era nuevo para mí, desde la cultura, la comida, el idioma y las personas.
En corea todos solían ser indiferentes, muy pocas veces te encontrabas con desconocidos a los que de un momento a otro, sintieran ganas de conocerte pero en New York era todo anormal, la gente se besaba apasionadamente en público, todos eran muy amables o muy groseros y no les importaba si comías de más en algún puesto callejero. Lo cual me confundía bastante, en algunas situaciones podían ser liberales pero en otras simplemente se debían seguir las reglas.
En ese momento reí al comparar los horarios de clase, no entendía por qué se quejaban tanto de la hora de salida, esto, a duras penas cumplía con todas las horas de estudio de la mayoría de institutos en Seúl.
Pasé de los recuerdos felices a los tristes tan rápido que mis mejillas ya estaban empapadas, lo supe al sentir una gota caer en mis nudillos sosteniendo una bolsa de golosinas.
—era sarcasmo —al escuchar su voz, escondí mi rostro detrás de la bolsa de dulces para evitar que me viera llorando.
Aún tapándome con la bolsa, logré juntar todas mis cosas con la mano libre y comencé a bajar de las gradas, en verdad me sentía mal. Habían días en los que mi humor variaba tan drásticamente que ni siquiera yo podía entenderme y desde que nos mudamos, esto se volvió una locura, mi madre decía que era por el Jet lag¹.
—sé que estás llorando, no tienes porqué esconderte —lo escuché gritar desde arriba
—¡dejame! —¿Era necesario hacer todo un escándalo? Es decir, solo pudo haberme dejado en paz y olvidar todo, tan grande era el instituto como para no volvernos a ver en lo que restaba del curso.
Iba a la mitad de la cancha cuando sentí que tomó mi muñeca. —no te vayas —al verle, sus pequeños ojos casi formaron una línea cuando sonrió tan ampliamente.
Sacudí mi brazo y regresé a las gradas, él me siguió y se sentó junto a mi, le tendí las golosinas a lo que él tomó un puñado de gomitas.
—¿Qué quieres? —a pesar de tener los ojos rojos y el maquillaje deshecho, me atreví a mirarlo de frente, ese solía ser un truco que me funcionaba a la perfección; no importaba cuales fuesen las circunstancias, mirarlos a los ojos fijamente, los intimidaba tanto que sus ganas de hablar conmigo, iban disminuyendo cada vez que se presentaba la oportunidad de hablar.
—Me gustas... Digo... Es solo que siento que te conozco de algún lado pero no logro recordarlo.... Ah y soy Jk —
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¹ Jet lag: El jet lag es un trastorno temporal del sueño. Ocurre cuando el reloj interno del cuerpo no está sincronizado con un nuevo huso horario. Se puede producir una desorientación con respecto a la exposición a la luz y los horarios de las comidas.