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Así como el día en que Jk y Sikes fueron por mi para ir a la escuela, la siguiente semana seguimos yendo juntos. La verdad era que me sentía cómoda con ellos y me ayudaba a mantenerme más centrada en los estudios a pesar de que comencé mal el año. La mayoría nos conocía porque siempre estábamos los tres juntos, solíamos pasar el tiempo dentro y  raramente  fuera de la escuela, pero teníamos planes de salir más seguido.

Después de la salida al coney island, Jk no volvió a tener ese comportamiento fuera de lo normal, le pregunté muchas veces a Sikes pero se hacía el desentendido, decía que todo estaba bien y simplemente se iba para evitar la conversación

—Sikes, sabes qué pasa... —comencé a formular la pregunta pero me ví interrumpida por un grupo de chicos que corrían por la cancha de atletismo pasando entre nosotros ya que estábamos justo en medio

—¿qué? —su rostro lo decía todo, él sabía que le preguntaría por Jk pero para él era mejor fingir que no entendía nada. —Chae, tenemos que seguir corriendo, el profesor no tarda en llegar.

Muchas veces esa escena se repetía una y otra vez hasta que me dí por vencido y dejé el tema de lado porque si bien era cierto que su comportamiento era extraño, también era cierto que no me debía desvivir por eso.

—este es el casillero, no está en el mejor lugar pero ¡al menos tenemos  uno! — les mostré el casillero junto a la puerta del sanitario de hombres

—está bien —dijo Sikes
— no está bien, este casillero no te lo dieron a tí ni a mí, se lo dieron a Chae y no es justo que por ser nueva le estén dando porquerías... Chae, no digas que te gusta si en verdad no es así —

—siendo sincera, está horrible —suspiré, se sentía bien poder decir mi opinión, aún trabajaba en eso pues era tanta la costumbre de hacer que todo pareciera estar bien y que en la mayoría de los casos el  sacar esa personalidad que mostraba a una chica frágil y positiva, no era algo que yo controlase.

—muy bien, dame esos cinco — choqué las palmas con Jk, Sikes rodó los ojos
—la verdad si, es una porquería —afirmó el susodicho

Jk sonrió enseñando todos sus dientes, tomó nuestras mochilas y de manera decidida comenzó a caminar por el pasillo, abriéndose paso entre toda la multitud de estudiantes.

De inmediato Sikes y yo corrimos detrás de él hasta alcanzarlo, algunos nos miraron con curiosidad y otros solo nos ignoraron mientras decían "Jeon Jungkook otra vez"
Aquello me hizo pensar que, uno; no sabía el nombre completo de Jk hasta ese momento y dos; Jk debió haber hecho algo grande como para que la mayoría de estudiantes supiesen su nombre  y anticiparan lo que estaría por hacer.

Llegamos a la oficina de la srta. Taylor quién con tan solo ver a Jk puso una cara de hastío.
—usted de nuevo señor Jeon... ¿Qué se le ofrece? — dijo automáticamente
—antes que todo, buenos días, verá mi nueva  amiga Chae-Sook Bae —me jaló hasta quedar junto a él —como ya dije, n-u-e-v-a, acaba de llegar a esta escuela porque es nueva, obviamente entonces...

—Jeon, al punto, por favor —lo interrumpió
—entonces, en el cuadernillo de normas y derechos de los estudiantes de esta escuela ubicada al norte de Nueva York en los Estados Unidos de América, en la página diez en el punto cuatro, dice que todo estudiante transferido o inscrito por primera vez, tiene derecho a un casillero en b-u-e-n-a-s condiciones c-o-n-d....

—Jeon, entendí perfectamente no necesitas deletrearlo ni decirme la ubicación... No entiendo porqué están aquí, la señorita Bae ya tiene su casillero, se lo dí ésta mañana —dijo ya harta de toda la situación

—no, yo no entiendo, aquí dice... —señaló el cuadernillo—... que tiene derecho a un casillero en buenas condiciones y el que le dió, está lejos de serlo así que por favor como estudiante con derechos hablo por mi amiga y le exijo que le dé otro casillero en b-u-e-n-a-s condiciones. —tiró nuestras mochilas ya que le impedían acercarse más al mostrador

—lo siento Jeon, ya no hay más casilleros y por favor deje a los demás con sus propios asuntos —me miró por encima de sus anteojos

— ¿puede mostrarme un documento que me confirme que ya no hay casilleros? Por favor — continuó Jk

—vamonos, estamos perdiendo el tiempo —susurró Sikes en mi oído, tomó su mochila, se dió la vuelta y caminó directo al salón de clases

Hice lo mismo sintiéndome un poco indecisa, no sabía si quedarme con Jk o seguir a Sikes. Pero al final seguí a Sikes. 

En lo que restó del día no vimos a Jk por ningún lado y tampoco nos habíamos molestado en buscarlo simplemente seguimos con nuestras vidas a pesar de que era bastante raro el hecho de que no se haya presentado a todas sus clases.

—iré por las tareas de Jk —le dije a Sikes quién estaba sumido en un libro que encontró en clase de gimnasia en la cancha de baloncesto debajo de las gradas.

—como quieras, yo seguiré aquí si es que necesitas algo —apenas era audible su voz sin contar que no despegó la mirada del libro en ningún momento.

Me encogí de hombros y salí de la biblioteca, por suerte ya podía ubicarme dentro de esa inmensa escuela... Bueno... Más o menos.
No entendía como alguien podía reconocer cada uno de los salones al punto de llegar temprano a todas sus clases y no dar la impresión de haber corrido todo un maratón.

"Tu puedes" me repetí durante todo el camino hasta toparme con cualquier clase que recordara que fuera parte del horario de Jk.

Cuando al fin reconocí un salón parecido a la sala de artes, entré luego de asegurarme de que estuviera solo el profesor.
—este... h-hola —tartamudeé un poco

El profesor me miró desde el fondo del salón y me hizo señas para que me acercara, tenía las mangas de su camisa dobladas  hasta los codos y sus manos se encontraban llenas de pintura mientras que sus anteojos colgaban de su cuello y el lienzo frente a él, captaba toda su atención.

—que ocurre señorita...
—Bae —acompleté

—si, si ¿Qué ocurre señorita Bae?
— s-solo venía a preguntar p-por Jungkook Jeon, e- él no sé sintió bien así que esperaba que pudiera justificar su falta —dije siendo cautelosa 

—¿Jungkook Jeon? Mi esposa vino en la mañana por él, pero fue porque lo suspendieron — alzó las cejas y rió al ver mi cara. Estaba sorprendida, no podía dejar mirarlo, tratando de ver el parentesco.
"Él es su... No,  no creo pero y si..."

—usted es su... —me fue imposible tratar de terminar la oración, aún seguía intentando encontrar cualquier parecido.

El profesor era de estatura media, por debajo a la altura de Jk, su cabello rubio y ojos azules le hacía ver como el vivo estereotipo de adulto joven americano de película de Hollywood mientras que Jk era.... Jk, que lejos de parecer americano o asiático era una mezcla un tanto extraña de ambos.

—si, soy su padre

The Last First Kiss //Jungkook - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora