ya estaba en la dungeon cazando goblins y poniendo sus materiales en bolsas que hacia en el momento cuando vi a una clase de perro o lobo bípedo con armadura y una espada.
---¿un kolbod?, es la primera vez que veo uno--- dije mientras lo observaba
el monstruo solo me gruño para luego correr hacia mi, intento cortarme con su espada para que yo terminara evitandolo.
---eres lento--- le dije aburrido
con unos hilos rápidamente lo atrape y luego lo mordí hasta que dejó de moverse, recogí sus materiales y núcleo, para luego seguir por el piso, con curiosidad use magia de veneno, la cual era [toque venenoso] comprobando que era efectivo.
seguí así mientras recorría la dungeon, encontré las escaleras y baje al siguiente piso, donde termine peleando con monstruos tipo insecto, así fui bajando recolectando núcleos y partes de monstruos para vender, hasta que llegué a un cuarto lleno de vegetación, parecía ser el cuarto del jefe.
En eso vi como una gran avispa, la cual pareció enojarse al verme, sin embargo yo solo la observé con molestia, mientras esperaba su primer movimiento.
Está para mí sorpresa disparo un agijon que me obligó a saltar a un lado, lo mire con calma, mientras esté me miraba con clara rabia, antes de volar a mi alrededor.
Sin embargo empeze a saltar y lanzar hilos de los que colgarme, para moverme en cualquier momento, pero el volaba con precaución de que yo hiciera algo.
Sin más termine saltando de hilo en hilo, tratando de alcanzarlo, pero me esquivaba, tambien tenía que esquivar los aguijones que me lanzaba, lo cual con los hilos se facilitaba.
Empecé a unir los hilos que antes solté, terminando encerrando lo en una gran telaraña deforme, dejándole 0 opción de evitarme.
—me hubiera gustado hacerlo más bonito...—pense para mí mismo.
Veía a la avispa intentando salir de la red, pero antes de que pudiera fui y la mordi hasta que se quedó quieta, sin más preámbulo le saque su núcleo.
después de guardarlo seguí mi camino para notar que nunca fue el jefe, por lo que seguí y seguí, aunque encontré más avispas.
Cuando salí de la dungeon traía un montón de materiales y núcleos, la verdad, conseguí varias monedas de plata y cobre.
Al volver note que solo faltaba el padre de Lyra, aún faltaba para la cena, por lo que fui hasta el almacén a dejar mi mochila.
—¿Que hacen?—pregunte mirando como Opal y su madre tomaban medidas a Lyra y hacían ajustes a un vestido blanco.
—bueno, arreglamos mi antigüo vestido para el bautizo de Lyra—me comento Opal.
—¿el bautizo es muy importante?—pregunte exeptico.
—¡Claro que sí!, Significa que obtienes el permiso de los dioses para empezar tu camino a la madurez, con ello, también te conviertes en un aprendiz del oficio que tendrás de por vida—explico la madre de Opal.
—¿Los monstruos no tienen algo así?—pregunto Opal.
—no...creo que no, la verdad no llevo ni el año de nacido—comente restándole importancia al asunto.
—tu madre debe ser una tirana para que ya estés lejos de tu hogar—comento la madre.
—yo nací prematuro, por lo que no ví a mi madre en el cuarto de los huevos—comente empezando a meter pata en el vestido llamando la atención—pero la Vi una vez o eso creo, era más grande que un edificio y mis instintos gritaban que huyera, creo que fue lo mejor—relate.
Haciendo cortes, cosiendo con hilos algunas partes, jugando un poco con el diceño, me quedo algo similar a un vestido de novia, las mayores se veían impresionadas.
—...¿Tienen madera?, Creo que podré hacer algo para el peinado de Lyra, pero los ajustes finales los pueden hacer días antes del bautizo—comente dando una última al vestido.
—se...ve impresionante...—comento Opal.
—gracias—le comenté.
Lyra me veía con atención, cosa que note, pero decidí no preguntar, cuando llegó el padre, aparte de la nieve, el se veía tranquilo.
—¿Y el trabajo en la puerta?—pregunto la madre.
—me mandaron a casa, sobretodo después de enterarse sobre el—dijo Apuntando me.
—No a hecho nada—comento Opal.
—sip, aunque quisiera que me llevará a su trabajo alguna vez—comento Lyra.
—vuelvete fuerte si quieres ir—le dije tranquilo, aún que llame la atención.
—¡No!—gritaron los tres mayores.
—¿Qué?, ¿Por qué?—pregunto la menor.
—¡Eres muy pequeña!—hablo su madre.
—¡De seguro jarak también espero antes de cazar por primera vez!—hablo el padre.
—mi primera presa era un caracolito con capacidades de deteriorar la vida si no me equivoco—dije haciendo memoria—no importa que tan mal sabía, acababa de nacer, era prematuro y tenía hambre—termine contando.
—¿Con todos los monstruos es igual?—pregunto Lyra.
—no, no todos son iguales, en realidad, creo que me salve de una batalla campal, pero hay algunos en dónde los cuidan hasta que son capaces de cazar por su cuenta—le comenté tratando de hacer memoria de lo que me contó una vez Kristen.
—es curioso—comento Opal.
—lo se, pero prácticamente traicione a los monstruos, aunque si no lo hubiera hecho, de todas maneras no hubiera podido aprender de ellos fácilmente, mírame, soy de una especie que se ataca entre si—comente un poco sin interés.
Después de un rato la mamá de Lyra cocino la cena, mientras yo intentaba modificar magia, tratando de hacer que sea elemental y no venenosa, pero termine electrocutandome.
-habilidad [magia eléctrica] a sido adquirida-
—dulce—dije sin querer.
—¿Que es dulce?—pregunto Lyra mirándome.
—obtuve magia eléctrica—le comenté.
—¡¿Me enseñas magia?!—pregunto ella con claro entusiasmo.
—pidele permiso a tus padres—dije ante la mirada que Opal me enviaba.
Lyra se paro y fue corriendo dónde sus madre, mientras yo jugaba con la electricidad de mi magia a pequeña escala, con tal de no cagarla, pero solo yo terminé dañado.
-habilidad [resistencia al elemento rayo] a sido adquirida-
—supongo que vale la pena—murmure mientras Opal se empezaba a reír de mi.
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reencarnamos convertidos en monstruos
Fantasyfui a la escuela como cualquier día, pero al encaminarme a casa sufrí un accidente junto a un amigo, ven y lee mi historia si te apetece, no es obligatorio