004 | Universidad de Bangkok

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№4: Conoce más a tu suegro

Demostrar interés en los gustos de los suegros obviamente es una buena técnica, todo si se hace sin exagerar, por supuesto. Si comparten intereses es incluso mejor, sino es así no intentes forzar las cosas, no existe peor cosa que alguien falso.

Era sábado, habían pasado un par de semanas desde que Elsa y Jack salieron al cine, los jóvenes se veían más que nada en la escuela, ya que el pálido iba a empezar la temporada de los exámenes finales y, bueno, Luke seguía siendo el padre mañoso de siempre. Ahora, sin embargo, no podían dejar de lado la ocasión, pues cumplían siete meses de noviazgo. Elsa había invitado a  a almorzar en su casa, el clima ya estaba siendo demasiado frío como para hacer algo recreativo, las únicas opciones eran el cine y el centro comercial, y siendo honestos nada de eso era muy romántico con toda la gente al rededor.

Primero el peliblanco había propuesto su departamento para pasar la tarde con películas, mantitas y gatitos, pero era obvio que Luke no dejaría a su bebé sola en el departamento de su novio, donde todo podría suceder.

Así que dejarían el panorama romántico y meloso para otro día, o al menos eso esperaban. Ahora Elsa estaba buscando un atuendo lindo para ver a su novio, sus padres estaban preparando la comida y Luke aún no entendía por qué había accedido a ver nuevamente al punk en su casa. Quizás fue porque su bebé nuevamente había hecho berrinche, o quizás porque su amado esposo le había amenazado con hacerlo dormir en el sillón (y sin Bola de arroz, cabe decir, pues el gato prefiera a Ethan a veces) si no consentía a su hija en una fecha especial como lo era su aniversario con el Peliblanco.

Por otro lado ya era la tercera vez que Elsa se cambiaba camiseta, pero es que en verdad no había ninguna que le gustara para ese día, así que decidió ponerse un chaleco. Estaba viéndose de nuevo frente al espejo cuando escuchó el timbre, dejó todo tirado y corrió escaleras abajo lo más rápido que pudo, aún si seguía sin zapatos. Abrió la puerta y se lanzó sobre su novio, aferrándose a su cuello y enganchando sus piernas en su cintura. En esos momentos Jack de verdad agradecía entrenar casi todos los días, su novia no era tan liviano, pero aún así a la platinada le encantaba colgarse de él. Cerró la puerta tras él y siguió caminando con la chica sujeta a él como un koala, quien repartía besitos por su rostro.

En mitad del pasillo hacia la sala de estar de los Park, Jack se detuvo, aún sosteniendo a su novia. Fijándose que no hubieran padres sobreprotectores a la vista, unió sus labios con los de su novia, besándole suave y sin prisa, acariciando su mejilla con una mano, a la vez que ella le abrazaba.

- Felices siete meses, cariño -Elsa se sonroja al escuchar el apodo, golpeándolo en el brazo.

- Eres un cursi, en serio te pasas, pero te quiero. Felices siete meses, Jack.

- Jackson, baja a mi bebé, Elsa, anda a ponerte zapatos -Luke  les llama la atención y luego regresa a la cocina, donde su esposo le ve divertido.

- Es más romántico si tu suegro te está mirando, claro -Jack ríe al ver el ceño fruncido de su novia, dejándola en el suelo para ir juntos al salón.
Ethan saluda al muchacho, quien le ayuda mientras la platinada sube a buscar sus zapatillas. Luke, como ya es costumbre, aprieta la mano de Jack, aún con demasiada fuerza. Elsa baja tiempo después, llevándose a su novio hasta el comedor para alistar la mesa con ella, a la vez que le sigue abrazando. Jack sonríe al notar como Luke los mira, Elsa también parece darse cuenta, por lo que le saca la lengua al pelinegro.

- No me mires así, hoy todo es posible, es como si fuera mi cumpleaños, papá. -Luke frunce un poco el ceño, Elsa abraza más a Jack.

- Pero no es tu cumpleaños, Elsa.

5 pasos para agradar a los suegros ›  jelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora