— Espero hagas amigos, cariño — me dijo mi abuela, antes de salir de la casa con una sonrisa bondadosa en su rostro — y mucho éxito en tu primer día —
Le respondí con una sonrisa amable y con un movimiento de cabeza, sólo para tranquilizarla. Mi abuela quería que mi primer día sea deslumbrante y que si fuera posible, hasta consiguiera novia o algo así. Lo que no sabía era que yo no quería tener ningún tipo de relación con nadie y no quería entablar amistades ni cariño de ningún tipo.
No era un tipo malo, no era alguien amargado que odiaba a todo el mundo... Bueno, un poco quizás sí, pero era la única forma de protegerme de salir lastimado y de herir los pocos sentimientos que me quedaban. Quería terminar la universidad sin preocupaciones y sin ataduras, quería trabajar cuanto antes y hacer mi vida, si se podía, solo.
Al tomar el autobús, de inmediato se me acercó una chica que no dejó de mirarme en todo el camino. Y empecé a escuchar cuchicheos sobre mí. Siempre adulaban mi rostro. Casi toda mi vida quisieron acercarse debido a que me consideraban guapo y no por lo inteligente que pudiera ser. Las chicas solían preguntarme incluso si era rico: ''porque una cara así, debe tener dinero''.
¿Dinero? Mucho dinero no tenía pero si lo suficiente para tener una buena vida y ayudar a mi abuela en lo que sea necesario. Mis padres me dejaron una herencia al morir que he ido cuidando y aumentando, a lo largo de mi vida y ahora la utilizaría para mis estudios y para lo que yo quisiera, no sin antes, ayudar en lo que pueda en mi casa.
— Hola guapo ¿cómo te llamas? — me preguntó una chica, con una mirada y sonrisa coqueta. La miré ácidamente y seguí mi camino hacia el salón en que me tocaba. Me fastidiaban esas actitudes.
Mi abuela quería que me case alguna vez, que tenga hijos, que construya una familia, seguramente porque tenía miedo de que cuando ella se fuera yo me quedara solo pero me las he arreglado solo casi toda la vida, y aunque no quisiera que ella se vaya, sé que es algo inevitable...
Apenas ingresé a mi salón, las chicas que estaban allí voltearon a verme y cuchichearon entre sí. ¡Como me fastidiaba! ¿Por que debían ser así? ¿No podían disimular? Me senté con cara de pocos amigos (como siempre) al final del salón y no le dirigí mi vista nadie. Las chicas siguieron así hasta que oí que entró un grupo nuevo y empezaron a saludar a uno de los chicos que venía con ellos. Miré por el rabillo del ojo y noté que era agradable. Era muy guapo y sus ojos parecían los de un gato.
— Hola chicas — saludó él a un grupo que estaba a unos pocos asientos de mí. Rodé los ojos. ¡Pero claro! Él debía ser el típico chico popular y mujeriego que tenía toda universidad o todo lugar público, de esos que son falsos solo para acaparar la atención del público y tener aceptación. Me repugnaba la gente así.
Ese grupo se sentó casi adelante y noté su mirada también, aunque luego escuché risotadas. Seguro que cuchicheaban y se burlaban de mí. Siempre se burlaron y me hicieron bullyng... Por nerd, por ser ''lindo'', por ser solitario, por mis preferencias, por todo; así que aquello no me sorprendía y ya no me afectaba.
De un momento a otro, noto que él levanta la mano en mi dirección y me saluda con una cálida sonrisa. Lo miro una fracción de segundo, apenas inclino mi cabeza y luego dirijo mi vista al frente otra vez... Seguro habrá sido una apuesta entre sus amigos... ¿A quien saluda el raro de atrás? Yo sabía todos sus planes, yo conocía muy bien como se manejaba toda esa gente. Apenas le hice ese gesto para que sepa que yo no le temo y tampoco quiero ser su amigo.
— Buenos días, alumnos... ¡Hoy tenemos un alumno nuevo! El señor Lee Dongmin nos acompañará desde ahora en esta aventura que llamamos carrera... — el profesor me hizo una seña con la mano y me levanté para hacer una reverencia.
El chico de enfrente seguía sin apartar la vista de mí y eso me molestaba. ¿Sería su próxima presa? ¿Me harían bullyng también aquí? Era lo único que me faltaba. Ni siquiera comenzaba mi primer día y ya quería irme, ya quería cambiarme de universidad o de vida.
La clase transcurrió tranquila, los profesores lo único que hacían era presentar su clase y hablarnos de como serían las calificaciones o trabajos grupales. Nada fuera de lo común. Casi me dormí a mitad de una clase de contaduría pero me despertó mi compañero de al lado con una sacudida.
— Llegó la hora del almuerzo ¿que tendrá la cafetería? — me preguntó y me encogí de hombros sin mirarlo.
La tenebrosa cafetería. ¿Encontraría lugar solo? Quizás solo agarraría mi bandeja y me iría al patio o me encerraría en algún baño, como en las series o películas. Al parecer, los baños de las películas son muy higiénicos para ir a comer ahí.
Encontré lugar en una mesa solitaria, al lado de la ventana. No miraría a nadie ni entablaría contacto visual con nadie, era una regla de los que no querían ser bullyneados o algo así.
No es que yo sea débil o no sepa pelear, porque si sabía, pero sinceramente no quería tener problemas con nadie, al menos no en mi primer día.
Miré por la ventana y observé a un grupo de chicos que querían encender un cigarrillo en el patio. ¿Se podía fumar? ¿Venderían más por ahí cerca? A pesar de que le había prometido a mi abuela dejarlo, a veces, flaqueaba.
— ¡Estás muy pensativo! — oí una voz cantarina que se acercó a mí.
*es corto pero prometo mejorar*
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Change - Binwoo (AU)
Fiksi PenggemarMoonbin es el chico más popular de la Universidad de Seoul, fresco y alegre, viene de una familia adinerada. Su padre, tiene planeado su futuro desde principio a fin. En sus planes está el que Moonbin sea el próximo CEO de su empresa. Muchos estudia...