CASO 4.4

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"NOTHING AT ALL" de Ailee

Me metí a dar una ducha. Seguía negando el hecho de que Nam Joon había decidido por mí. --¿Cómo terminó esto así?— pensaba mientras caía el agua caliente en mi cuerpo. De repente pose mi mano en mi vientre –Ya no había vuelta atrás. Ni un hubiera. Ni un debería— debía que ser lo suficiente maduro por mi estúpida irresponsabilidad de no cuidarme cómo debí

Tomé mi toalla, y comencé a secarme, alcancé mi bata y me la coloqué. Abrí la puerta y me encontré con Nam Joon recargado en la pared del pasillo – ¿Qué necesitas?—espeté con coraje

--Jin. Por favor. Vamos arreglar las cosas—decía mientras llevaba su mano para peinar su cabello –Estábamos bien hace unas horas...-- no lo dejé terminar

--Ah claro. Antes que fueras un maldito macho alfa egocentrico que decidió demostrar su superioridad al decidir cuando su pareja debía embarazarse— pasaba a un lado espetando frialdad

--Jin, el bebé ya está aquí—dijo siguiéndome –Tenemos que estar bien por él—decía a mis espaldas

--¡Ash!—voltee de un jalón –Ahorita no me toques los cojones Nam Joon—dije en lo que seguí mi camino

--¡JIN!— gritó –Cuida tu vocabulario—me seguía al cuarto. Donde había comenzado a vestirme

--Jin. Deja de actuar de esa manera—se paraba en el quicio de la puerta –Sólo te voy a decir dos cosas—levantaba su mano –UNO—Decide donde vamos a vivir, porque ya te dije que no me pienso separar de los dos—levantó el segundo dedo –DOS—Ve pensando cuando dejas de trabajar, ya que es muy peligroso en tu estado que camines por las calles de Manhattan solo, y más como ya sé que andas, de aquí para allá corriendo, subiendo-bajando escaleras, viajando en el subterráneo, etc.

- oh por dios. No daba credibilidad a lo que estaba escuchando, me había quedado con la mandíbula al suelo --Nam Joon, en serio estás rozando mi paciencia. Y está apunto de quebrarse— le decía en lo que tomaba mi ropa interior y me la ponía seguido de una sudadera

Cuando sentí como se paraba frente a mí, con las manos en el pantalón levanté la mirada –Y a ti. Se te olvida quién tiene la última palabra. Así que Jin decide las dos cosas que te acabo de mencionar—  se notaba que no jugaba mientras me veia a los ojos con la mirada llena de cabreamiento

Y estaba perdido, no habría forma de pelear con él y salir ileso –Nam Joon, no puedes decidir si dejo de trabajar—por lo menos debía ganar en una –Yo necesito trabajar, es mi pasión y mi forma de vida— le dije suavizando mi tono. Tendría que saber escoger mis batallas para poder ganar y no jugar a lo tonto

--Nam Joon, no puedes decidir eso tú sólo. Por lo menos podemos negociar—dije en voz neutral –Algo debemos tener con un ganar-ganar—dije en lo que me embutía en mi pantalón de mezclilla

--Sigue hablando...-- dijo Nam Joon cruzando los brazos

--Pues sí. Negociar—no crees, dije poniéndome mis tenis

Al fin después de varias vueltas de cabeza con Nam Joon, había accedido a que trabajara hasta el 7mo mes, por el peso del vientre y dependiendo de las molestias propias del embarazo. Salvo la condición de que él iba a llevarme al trabajo. Nada de subterráneo. Ya aclarado ese punto. Pasamos al punto más importante donde viviríamos, por qué el señor quería tenerme cerca por el bebé y por mi seguridad –Todavía que era el culpable de que esté metido en esta situación. Tengo que seguir sus reglas—JA—reí de dientes para fuera

Y todavía tenía que ocuparme de contarles a mis padres y a mis hermanos –Maldita Joda en la que estaba metido— dije chistando la lengua –Por qué tuve que entrar ese maldito día a la cafetería. De todas las malditas cafeterías y todos los malditos días tenía que escoger esa. Odio a muerte todos los malditos capuchinos del mundo— gritaba en lo que jalaba mis cabellos

𝐋𝐞𝐠𝐚𝐥 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐭𝐞𝐠𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora