II.- Sensaciones

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Los colores y sabores son lo más hermoso que uno puede sentir, nos llenan de sensaciones humanas o inhumanas que nos hacen vivir la vida con un sentido de goce, los que viven de las inhumanas su goce será corto, las que sienten las sensaciones hum...

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Los colores y sabores son lo más hermoso que uno puede sentir, nos llenan de sensaciones humanas o inhumanas que nos hacen vivir la vida con un sentido de goce, los que viven de las inhumanas su goce será corto, las que sienten las sensaciones humanas serán capaces de poder vivirlas de nuevo aunque sea por momentos cortos........

La forma con que leía aquella lectura era impresionante, era un deleite para mis oídos, aunque no entendiera la forma de ver del escritor, solo podía contemplar como era que sus ojos penetraban en la lectura y sus labios pronunciaban aquellas letras que no podían sonar solas.

La noche estaba joven y yo solo podía contemplar aquella humana, de repente escucho unos sonidos de dolor pero un dólar más frío aquello lo había escuchado cuando se dio "La noche de la desesperanza".

Los obeliscos de "Las Nigromantes" empezaban a sobre salir de la tierra, solían aparecer cuando un alma era condenada o era liberada, lo pude divisar a lo lejos eran tres obeliscos.

Aquella noche de paz se había tornado oscura, de dolor y agonía.

Una de las nigromantes sacaba de uno de los cuerpos un alma y descendió a las puertas del Tártaro, en donde el alma iría a recorrer los niveles más profundos del Tártaro, hasta que simplemente su alma muriese pero esta vez sin retorno.

Antes solía pensar que el alma después de morir en el infierno, retornaba a la vida terrenal para tener una oportunidad de llegar al Cielo; me contaron que antes habían tenido aquella bendición de volver a reencarnarse en esta vida, pero el resultado fue terrible, los asesinos solo volvían a matar en sus otras vidas simplemente no había cura.

Ahora solo podía ver a las almas irse al Tártaro sabiendo que nunca más las vería caminar por el sendero del arrepentimiento.

Los lamentos humanos, solo tomaban a la noches de tristeza y tribulación. El asesino simplemente andaba por un callejón con las manos llenas del pecado, se sentaba arrepentido, rompía en llanto y solo podía lamentarse porque ya no podría remediar lo ocurrido.

Me asomé a la ventana de la estadía de aquella chica, cada vez me iba sintiendo algo más que admiración pero aquello era prohibido, la veía escribir con tanta dedicación, escribía hermosos versos, versos de alegría con algunos versos de sufrimiento.

Hoy nacía la noche y yo corría.

La noche desprecia y yo solo moría.

Yo te cubría con un velo

y tú solo llorabas.

Yo me vestía de negro

y tú solo me consolabas.

.........

.......

....

Las noches, se veían hermosas cada vez que la observaba, al fin le encontré un significado y sentido.

Es que era hermoso, sentir estos sentimientos y sensaciones, esa sensación de poder sentir que vuelves a estar vivo después de un noche triste con solo ver ah aquella persona, la sensación de sentir que eres capaz de hacer cualquier cosa por aquella persona hasta dar la propia vida.

«Amaba poder sentir las sensaciones humanas»

Amor de nueve nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora