Unidos por un arreglo - DONGHAE Y TU (Completa)

Capítulo 16

Narradora

La noticia le cayó como un balde de agua fría, cuando finalmente Yoora decidió contestar su llamada.

—Al fin contestas — dijo sin dejar de manejar su auto —, estoy yendo a mi casa, nos vemos ahí.

—No me encontrarás ahí — soltó una risa burlona —, después de todo una vez que te casabas yo me tenía que marchar, ¿no? Ahora todo es tuyo, ya no me verás más, de alguna manera ambos nos beneficiamos con esto.

—Déjate de tonterías y dime dónde está mi madre — apretó el timón enojado.

—¿En serio creíste que cumpliría mi palabra? — a pesar de que Donghae no la veía podía asegurar que Yoora sonreía muy satisfecha — Pero te dejé un regalo de bodas, está en el maletero de tu coche... es un pequeño recuerdo.

Donghae estacionó como pudo su auto sin colgar a Yoora, bajó y abrió desesperadamente el maletero. Dentro de este encontró una Tablet envuelta por un moño — ¿Qué es esto?

—Solo un pequeño recordatorio de lo miserable que volviste a los demás con tu nacimiento. Adiós — sin más colgó. Él nuevamente la llamó, pero solo lo mandaba directamente al buzón.

Con la Tablet en sus manos entró a su auto, indeciso si ver o no lo que tenía el aparato comenzó a mover su pierna. Pasó minutos y mantenía su vista fija en la Tablet, armándose de valor tomó el objeto y lo prendió.

Únicamente había un video, con sus manos sudadas pulsó la pantalla de la Tablet y abrió el video.

—Hola, pequeño bastardo — la voz de Yoora fue lo primero que se escuchó mientras mostraba una habitación blanca —. Quiero presentarte a alguien — la cámara se dirigió a una mujer que permanecía sentada mirando por la ventana, él la reconoció al instante, era su madre. Yoora no había mentido, la foto que le mostró antes de aceptar el matrimonio era real — Oye — le sacudió de su hombro a la mujer que estaba con un uniforme blanco —, saluda a la cámara, idiota — dijo riéndose. La mujer volteó y en su rostro se vio reflejado miedo, abrazándose a sí misma comenzó a mecer en su lugar.

—Déjame — balbuceaba sin dejar moverse. Yoora acercó la cámara a su rostro ocasionando que la mujer se tapara su cara con sus manos — Por favor.

—Mira lo que le hiciste a tu madre — no dejaba de acercar la cámara en la asustada mujer —, ¿ves? Esta loca — Donghae sintió tanta impotencia al ver a la mujer que le dio la vida en ese estado, sus ojos estaban rojos y llorosos, se sentía culpable —. Oye, ¿tu hijo dónde está?

—¿Mi bebé? — se levantó asustada — ¿Has visto a mi bebé? — caminó de un lado a otro — ¿Mi bebé? Yoora, ¿mi bebé dónde está? — se acercó desesperada a ella —¡YOORA, MI BEBÉ! — gritó exaltada sacudiendo a Yoora haciendo que la cámara se cayera al suelo.

—¡No me toques, estúpida! — le empujó haciendo que ella cayera — Maldita, loca — levantó la cámara y continuó grabando —. La pobre terminó loca después de tu nacimiento, este es mi regalo de bodas — se escuchó que la puerta se abría dejando ver a unas enfermeras —. Nunca olvides lo miserable que nos hiciste con tu llegada, no solo mataste a tu padre sino volviste loca a tu madre. No me imagino lo miserable que será tu esposa, ¿debería tener lastima? — se rio saliendo de la pequeña habitación — Como sea, espero no volverme a encontrar contigo, suficiente ya tuve teniéndote todos estos años.

Con ello terminó el video, Donghae tiró la Tablet en el asiento copiloto y comenzó a golpear el timón lleno de ira y dolor, no dejaba de llorar al recordar cada parte del video.

¿En serio ocasioné eso a mi madre? — golpeó una y otra vez el timón mientras todo tipo de pensamientos se le venían a la mente. Por años había sido rechazado por las personas que le rodeaban, siendo víctima de burlas y comentarios mal intencionados, incluso de los empleados de la casa de los Lee.