Me encontraba sentada frente al computador tomando el turno nocturno de Daly pues al parecer "Su chica perfecta" no fue tan perfecta al final de todo. El día que conocí al señor Gundersen, mi joven inexperto Daly fue a dar las entregas a casa de su novia, la cual, y citó "estaba muy enferma y no podía verlo para su aniversario".
Pero al hacer una compra exuberante de productos del ámbito romántico, fue corriendo a su encuentro. Yo ya me olía de lejos que ella sólo lo usaba, puesto que, aún que Daly trabaje entregando las compras del supermercado a las personas, era un chico muy atractivo y tenía una cantidad alucinante de dinero.
Miraba las noticias cuando una notificación de una nueva entrega se apuntó en la pantalla. JoJo's super era el único supermercado que tenía entregas 24 hrs, la mayoría eran cosas pequeñas y rápidas de entregar, como medicamentos o alcohol, esta fue distinta a las otras.
La compra era, un paquete de bebidas energizantes, un paquete de cervezas, un cable de consola, y un cable HDMI.
Doug entró por la puerta cargando la bolsa, me sonrió y me la entregó.
-Aquí tienes hermosa, dice Daly que si terminando esta entrega le llevas un paquete de pañuelos, ya los pago, aquí tienes. - dijo dándome una caja y dejando un beso en mi mejilla.
Asentí y cheque los datos de la primera entrega, era la dirección del señor Gundersen, mientras me acomodaba los lentes me dirigí al carro y deje las cosas en el asiento junto a mi. Seleccione la dirección programada en el GPS de mi automóvil y fui directo a la dirección.
En el camino, iba escuchando la radio cuando una noticia llamo mi atención. -El youtuber más famoso de España Rubén Doblas Gun...-estática- conocido en Internet como "ElRubiusOMG" a realizado una trasmisión en la plataforma en la que anteriormente había anunciado que se iba a tomar un tiempo, mientras muchos se preguntan cuáles fueron la razón para que se fuera de esta otros se cuestionan si este es el aclamado regreso. El youtuber no ha dicho nada al respecto, les mantendremos informados.
Nunca me había interesado realmente aquel mundillo de Internet y de los vídeos en cuestión, al contrario que a mis amigos, los cuales me insistían en mostrar las veces en que jugaba como lo hacia con ellos. Decidí cambiar de estación y dejar de divagar hasta llegar a la casa del señor Gundersen.
Llegue junto al guardia de seguridad, el cual era el mismo de la vez anterior. - ¿Qui...? ¿Otra entrega al señor Gundersen?- preguntó mientras cogía el teléfono para llamar.
-El mismo- conteste mientras veía de reojo la tabla de entregas.
Marco al que supuse era el numero del señor. -Disculpe señor, su entrega acaba de llegar, ¿la dejo pasar?- me miro de reojo - Claro, en seguida señor.
Colgó y presiono el botón, sonreí e hice un ademan de agradecimiento mientras entraba por la puerta. Al llegar a la entrada de su casa todo estaba apagado exceptuando la luz de una ventana, bajé, del auto, junto con la tabla en mano y caminé hacia la puerta, ya en esta, presioné el timbre y esperé mientras retiraba mis anteojos, dando fe a nuestra promesa.
Una luz junto a la ventana de entrada se encendió junto a la que había sobre mi cabeza, la puerta se entre abrió y una risa algo cansada salió de esta. -Es enserio que cumples tus promesas muyaya, ¿trajiste lo que te pedí?- preguntó, yo asentí y le tendí la tabla para que firmara junto con la pluma que venia sobre ella. Un poco mas de luz me ilumino al momento en que abrió mas la puerta dejándome momentáneamente ciega.
Caminé hacia el auto por la compra después de que me entregara la tabla pero tropezase con el escalón delante de mi, haciendo que mis lentes junto con la tabla salieran volando a quien sabe donde y que yo aterrizara en el suelo dándome un gran golpe en la frente. Una risa corta se hizo presente gracias a mi accidente mientras unas manos algo fuertes y huesudas me ayudaban a ponerme de pie.
-Esta oscuro y tu estas algo ciega, mejor dejemos de lado mi incomodidad y la promesa para que puedas ponerte esos enormes anteojos.- comentó mientras me soltaba y se alejaba en una mancha borrosa para segundos después posar mis anteojos frente a mis ojos.
-No señor, no se preocupe.- comené apretando fuertemente los ojos para suprimir las ganas de abrirlos y revisar mi herida frente a algún reflejo.
-Venga ya tía, abre los ojos, no me molestare.- y con esas palabras de apoco fui abriendo los ojos. Lo primero que vi fueron puntos negros gracias al golpe o a lo mucho que apreté los ojos, después la imagen paso a borrosa mientras lentamente se aclaraba. Frente a mi había un joven, nota mental para dejar de llamarlo señor, con una barba un tanto de chivo y un leve gesto de desconfianza.
-Oh- dije, no pude evitar sorprende por el echo de que llevaba la mejor sudadera del mundo, fura de eso, no entendía el por que de su desconfianza a que algún desconocido lo mirara.
-¿Oh?- pregunto mirándome con duda.
-Perdona, es que me acabo de dar cuenta que te he estado llamando señor, cuando estas joven y que tienes la mejor sudadera que he visto.- comenté tomando entre mis manos la gruesa tela lo que provoco un pequeño reflejo que lo alejo de mi.
- ¿Es todo lo que dirás? - comentó incrédulo.
-¿Esperabas algo mas?- pregunté mientras acomodaba mis anteojos y me acercaba al automóvil para tomar lo bolsa entre mis manos.
- Nono, es solo que es algo nuevo, refrescante- se rasco la nuca en un gesto nervoso al que mire con duda mientras le entregaba la bolsa. Lo tomo de entre mis manos mientras me entregaba la tabla que había recogido del suelo y todo cayó en un silencio incomodo mientras cada quien miraba a un lado diferente. ¿Cómo es que todo paso de risas por mi accidente a evitarnos la mirada? Una voz nos saco a cada uno de nuestros pensamientos.
-Rubiuh, ¿esta todo bien?- Un joven salió por la puerta de la casa de el se... el joven Gundersen, número 13 y se quedo parado en esta mirando con duda entre ambos. Tenía el pelo negro y llevaba unos anteojos de pasta dura.
-¿Rubiuh?- pregunté con duda mientras ambos permanecían callados.
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La chica del Jojo's super (Rubius y tu)
FanfictionMientras las dudas y la presión consumían a un joven, una chica que desconocía la soledad se abría paso cada vez mas en su corazón.