Delta ~ ChrisErick ~ Omegaverse

Fin

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Tres meses después

- Hace siglos que no veo a Christopher, ¿Habrá engordado? ¿Estará más alto?

- Fueron sólo tres meses- dijo Camila, sin ganas-. Y lo conoces desde hace más de dos años, si no creció ni engordó en ese tiempo no lo hará en unos meses.

- Pero el embarazo te cambia- objetó Lauren.

- Chris no está embarazado, idiota- se metió Mario en la conversación-. Él no es el pasivo, ni el omega. Es el que dice que va a comprar leche y no regresa nunca más- Mario se rió de su propio chiste.

- Recuérdenme porqué me ofrecí a traerlos- habló Sebastián al volante, en tono de súplica.

Los tres raritos habían hablado todo el camino, sin descanso y habían discutido varias veces por banalidades, o porque se golpeaban sin querer.

Ninguno había querido ir en el asiento del copiloto, así que los tres amigos iban apretándose en el asiento trasero, mientras Sebastián se sentía como un taxista o un padre con sus tres hijos inquietos.

- Porque le querías ver el culo a mi hermano- respondió Camila, con total seguridad, haciendo que Lauren riera, Mario se volviera un tomate y comenzara a golpearla, y Sebastián quedara sin palabras.

Segundos después, Sebastián respiró profundamente, reprimiendo el impulso de frenar el auto y dejarlos en medio del camino.

- ¡Cambio de tema! - habló Lauren, con emoción- ¿Creen que a Erick ya se le note la barriga?

- De comer, quizás- dijo Mario.

- De comerse a Chris- corrigió Camila, haciendo que ambos rieran, y que Sebastián les dirigiera una mirada extraña por el espejo-. Sólo son tres meses, se le va a empezar a notar enserio a los seis meses.

- Cabeza de piña- lo llamó Mario, haciendo que Sebastián frunciera el ceño-. ¿Ya saben cómo le pondrán?

El rubio negó.

- No creo, tampoco les pregunté.

- Bien, pensemos un nombre- Lauren sonrió ampliamente-. Tengan en cuenta que tendría que ser apto como para un perrito también... Considerando que serán cambiaformas como Erick.

-¿Cómo le pondrían a un perrito? - preguntó Sebastián, algo divertido por el razonamiento de Lauren.

- ¿Si es niño? ¿O niña? - preguntó Camila, con una mano en su mentón, pensativa.

- ¿Un nombre para perra? Camila- dijo Mario, haciendo que Lauren y Sebastián rieran, y esta vez fue la Castaña quién golpeó a su hermano.

Continuaron todo el camino de la misma forma, hasta que llegaron a la casa donde sería el babyshower, cuando se quedaron sin palabras al ver el amplio patio con decoraciones, gente bien vestida, y una casa amplia y de diseño moderno un poco más atrás que todas las mesas.

- ¿Esa es la casa del mismo chico con un mugroso departamento de dos ambientes? - preguntó Camila, aunque de forma retórica.

- Me duele la pobreza- Lauren se llevó una mano al pecho dramáticamente.

- Cosas así me dan ganas de tener un sugar daddy- comentó Mario, aunque en tono de broma, mientras sostenía la puerta del auto para que Camila bajara por su lado.

- Más que azúcar, creo que tú tipo son los cítricos- comentó la Castaña, con una sonrisa, palmeando el hombro de su hermano con fuerza.

Sebastián la miró de reojo, pero Mario frunció el ceño, sin entender.