Capítulo 1

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Aclaración: En este fanfic, NamJoon y Hoseok serán mayores que YoonGi.

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-- Quiero que tomes mi virginidad.

Hoseok detuvo la hamburguesa con queso a medio camino de su boca. Cuando se dio cuenta de que YoonGi no iba decir nada más, dejó la hamburguesa en el plato con tanta cuidadosa precisión como si hubiera estado manipulando una bomba. Suponiendo que alguna vez hubiera tocado una bomba... que, por supuesto, no había hecho.

Agarró una servilleta de la mesa y se limpió las manos con el mismo cuidado. Sólo después de eso se recargó en su asiento y miró a los ojos a YoonGi, evaluandolo con una expresión de duda, no había en él ni la más mínima señal del usual humor. YoonGi se veía cien por ciento aterrorizado. Tenía la sensación de que iba a pedie su hamburguesa con queso para llevar.

-- ¿Qué dijiste? -- Finalmente dijo, a falta de algo mejor. Debido a que él debió de haber oído mal.

No había manera en el infierno de que el hermano de 18 años de su mejor amigo acabara de decir esas palabras. Durante el almuerzo. En medio de un restaurante. Con una vieja pareja de cabello blanco sentados justo detrás de ellos.

Cuando YoonGi se le acercó y le dijo que necesitaba un consejo, Hoseok había estado perfectamente dispuesto a prestar su oído. Pensó que siendo un adolescente gay, el niño probablemente no tenía muchísima gente con quien hablar sobre el sexo seguro o novios o relaciones en general. Y ya que él y NamJoon, el hermano mayor de YoonGi, habían sido amigos prácticamente desde su nacimiento, tenía sentido que YoonGi acudiera a él. YoonGi había estado tras ellos desde que tenía la edad suficiente para caminar, siempre siguiéndolos y con ganas de participar en lo que él y NamJoon estaban haciendo. Con los años, Hoseok había empezado a pensar en él como otro pequeño hermano molesto que agregar al montón que constantemente lo molestaban cuando estaba en casa.

Hasta la fiesta de cumpleaños decimoséptimo de YoonGi, cuando Hoseok había atrapado a YoonGi con uno de sus compañeros de clase en el sótano. Un compañero masculino de la clase.

Ese día, Hoseok había aprendido que él y YoonGi tenían una cosa muy importante en común. Y no mentiría si dijera que su percepción de YoonGi no había cambiado después de eso. Empezó a darse cuenta de otras cosa, como la perfecta piel de YoonGi de una sombra dorada y pálida, y su sonrisa que le quitaba el aliento a Hoseok, y cómo su pequeño cuerpo era del tipo de sus sueños húmedos. Pero cuando se había dado cuenta más duro había luchado Hoseok por mantener a YoonGi encerrado en lo platónico, sin permitir que sensaciones sexuales llegaran a su cabeza. Si alguna vez fallaba y sus pensamientos vagaban al territorio de la fantasía al ver a YoonGi sin camisa, bueno, eso era entre él y su cerebro traidor. Nadie más tendría que saberlo.

Por lo tanto, Hoseok había escuchado la historia de YoonGi sobre el chico con el que había estado saliendo al final de su último año de preparatoria. El tipo había engañado a YoonGi y rompió con él porque no estaba dispuesto a perder el tiempo con una "pequeña mierda frígida que no se encendía". Los ojos de YoonGi brillaban con lágrimas mientras contaba esa parte y el estómago de Hoseok se había tensado con ira y compasión. Pero YoonGi no necesitaba a un tipo como ese y Hoseok se lo había dicho. Habría otros chicos. Mejores chicos. Alguien por el que sí valiera la pena llorar. Bien podría ahorrar el abastecimiento de agua para cuando realmente importara y no por un idiota de preparatoria con un súper inflado ego por lo que no importaba que hubieran terminado.

YoonGi asintió y aceptó. Entonces, ni cinco minutos más tarde, esas palabras habían salido de su boca. Palabras que Hoseok aún no estaba seguro de haber oído bien. La gente no sólo decía cosas como esa sobre las papas fritas y malteadas en un restaurante lleno. No cuando meseros masticando gomas de mascar podrían acercarse en cualquier momento para preguntar si quería pastel de manzana de postre. Hablando de algo incómodo.

Deseando ×Hopega×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora