Capítulo 3

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A la mañana siguiente, Hoseok despertó sintiendo una mano que sacudía su hombro. La habitación estaba a oscuras y logró ver los números rojos de su reloj despertador que marcaban las cinco.

—¿Qu…? —dijo aturdido. —¿Qué sucede?

—Levántate, Hoseok. Vamos a desayunar.

Le tomó a Hoseok un momento reconocer la voz de Namjoon y otro momento procesar lo que había dicho.

—¿Desayunar? —repitió, incrédulo. —Son las cinco de la mañana.

—No puedo dormir.

Hoseok hizo un sonido de protesta cuando las mantas fueron retiradas. Hundió la cara en la almohada y gruñó contra la tela, —Hombre, dame al menos otra hora.

—No. Vamos, Hoseok. Tenemos que hablar.

Eso despejó la cabeza de Hoseok. El tono de Namjoon era serio, y sólo había una cosa de la que podrían hablar.

—Está bien —dijo. —Me reuniré contigo en el coche en diez minutos.

Estaban sentados en el mismo restaurante en el que YoonGi y Hoseok habían ido a comer un par de días antes. El cielo se había despejado considerablemente desde que salieron de la casa del lago, pero el restaurante estaba casi vacío. En cuanto a Hoseok, consideraba era un poco demasiado temprano para un desayuno en pleno derecho. Había pedido pan tostado y café y NamJoon había ordenado jugo de naranja y un tazón de cereal.

Hoseok estaba a medio camino de tomar un trago de café cuando Namjoon abruptamente bajó la cuchara y lo vio a los ojos a través de la mesa.

—Quiero que lo hagas —dijo Namjoon sin ningún preámbulo. —Quiero que hagas lo que YoonGi te pidió.

Hoseok se atragantó y escupió en su taza. Hubo un minuto o dos de tos y golpeó su pecho antes de que se controlara lo suficiente para hablar.

—¿Qué?

—Mira, tú y yo sabemos lo terco que es YoonGi. Si él dijo que iba a encontrar a alguien más, entonces sabemos que finalmente lo hará. Pensé mucho en esto anoche y, francamente, si está determinado a hacerlo de esta manera, prefiero que sea contigo que con alguien más. Quiero decir, ¿te imaginas si deja que SeokJin, ese idiota? —Namjoon hizo una pausa y respiró profundo por la nariz. —Dijiste que te dijo que quiere a alguien en quien pueda confiar. Bueno, él confía en ti. Yo confío en ti.

—Pero.— Hosoek se detuvo sin poder decir nada, bajó la mirada hacia su medio comido pan tostado. —Pero pensé que no querrías.

—No voy a decir que no va a ser raro —interrumpió Namjoon. —Y definitivamente no quiero ver ni oír hablar nada de eso. Pero si YoonGi lo quiere y si estás bien con eso, entonces estoy dispuesto a hacer la vista gorda a todo este asunto. Sé que nunca lastimarías a mi hermano.

—Por supuesto que no lo haría.— Hoseok sacudió la cabeza. —Pero no quiero que esto destruya nuestra amistad, NamJoon. Nos conocemos desde hace mucho.

—Esto no nos va a afectar —dijo NamJoon con firmeza. —Tú y yo, somos sólidos.

Namjoon levantó la vista. Tanto la cara como los ojos de NamJoon eran serios, no vaciló cuando el lo miró a los ojos. NamJoon asintió.

—Vamos a estar bien.

Hoseok no se sentía tan seguro como Namjoon parecía estarlo. Toda la conversación era casi demasiado irreal para creerse.

—¿Estás seguro, hombre?

—Absolutamente.— Namjoon vaciló un momento y luego continuó, —Tú lo deseas, también, ¿no es así? ¿A YoonGi?

Deseando ×Hopega×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora