Parte 1 Las leyendas eran ciertas

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Historia inspirada en el universo de Clash of Clans y Clash Royale

Érase una vez, en el claro de un bosque mágico...

El viento sollozaba entre las desoladas ramas, de los enormes y ancestrales árboles del bosque del Valle de la Muerte; así fue como el Rey Bárbaro lo nombró hace cientos de años tras derrotar al Rey Mágico y sus ejércitos. Una pequeña joven de cabello blanco, ojos azules y antifaz negro vestida de ropas medievales, observaba con mucho sigilo las enormes murallas del antiguo reino en ruinas.

—Los rumores dicen, que la mayor parte del tesoro del Rey Mágico nunca se encontró. —dijo con una mirada vivaz—. "¡Con tanta gente ambiciosa en estos días!". —dijo con cierta protervia mientras se amarraba y cubría con una capa de capucha verde.

—Pensé que a eso veníamos Bandi, a robarnos ese tesoro. —dijo un pequeñín que apenas le llegaba arriba de las rodillas a ella, estaba aferrado con la manito esquelética derecha al borde de una de las botas café oscuro de ella y con la otra sostenía la empuñadura de su antigua espadita forjada con metal mágico.

—Larry, la ironía no es tu fuerte ¿verdad? —dijo Bandi con desdén, entrecerrando los parpados.

—Mi fuerte eres tu Bandi. —dijo Larry abrazándose a la pantorrilla de ella, con las cuencas de sus ojos cerradas de alegría, a pesar de ser un montón de huesitos, las cuencas mostraban muy bien sus expresiones, eran bastante flexibles, no tenía ojos solo la oscuridad interna de su cráneo, aunque a veces la magia lo invadía.

—Ya, ya, suficiente. —dijo Bandi haciendo un gesto despectivo y dándole golpecitos de cariño en el cráneo hizo que la soltara.

—Lo siento soy un sentimental. —dijo Larry soltandola y escapando una risita avergonzada. 

—¡Vamos, ese montón de oro está ansioso que lo robemos! —dijo Bandi agarrando a Larry de los bracitos y poniéndolo en su espalda; comenzaron a bajar aquella colina casi como si se teletransportaran, se detenían por instantes tras los troncos de los árboles.

Luego de unos minutos desplazándose a gran velocidad, por fin estaban frente a la entrada del puente real hacia la entrada del reino en ruinas, a cada extremo del puente había un pedestal con imponentes estatuas hechas de algún tipo de arcilla del gran y temido P.E.K.K.A.

—¡Impresionantes! —dijo Bandi casi boquiabierta, bajó a Larry a su lado—. Lástima que no sean muy listos. —dijo Bandi como burlándose; en ese mismo momento como si la hubieran escuchado, unas enronquecidas y metálicas voces emergieron del interior de aquellas dos estatuas, Bandi y Larry enseguida se pusieron espalda con espalda observando a las estatuas, pero no se entendía lo que decían, entonces aquellas enormes armaduras se comenzaron a girar hacia ellos, a medida que lo hacían, el material de las que estaban cubiertos se comenzó a desquebrajar.

Pronto cuando se cayó toda la arcilla, aquellas enormes criaturas con impenetrables armaduras de color azul oscuro, de un brinco cayeron estremeciendo cada uno frente a aquellos dos, se acercaron como para ver a los pequeñines de cerca; Bandi y Larry se habían quedado petrificados, cuando pudieron observar la mirada purpura fulgurante en el interior de aquellos cascos de metal con cuernos de diamante purpura, sabían que estaban en problemas.

—¡BU-TTER-FLY! —dijeron amenazantes aquellos dos PEKKAS.

—¡Aghgggggh! —gritaron del susto Bandi y Larry, ella sin pensarlo corrió hacia el castillo agarrando a Larry, quien iba casi a rastras; Aquellos dos PEKKAS iban tras ellos estremeciendo el puente con cada paso, la enorme puerta estaba cerrada.

Choque MágicoWhere stories live. Discover now