Salimos a conocer, sin conocernos.

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¿Han visitado, alguna vez, un museo en Costa Rica? No sería sorpresa, puesto que a la mayoría nos llevan, contra nuestra voluntad, cuando estamos en la escuela. Sin embargo, ¿han ido por interés propio? Es una rara ocurrencia el que vayamos a instituciones como estas en el país.

Si han tenido esa oportunidad, estamos casi seguros, han visitado por lo menos un museo. Se han quedado sorprendidos de las maravillas que presenta e incluso se sintieron un poco atraídos a ver otros. Muchas veces comenzamos a admirar ciertos aspectos externos, cuando primero deberíamos admirarnos. Nos asombramos por lo que individuos han hecho y cuestionamos el por qué nosotros no hacemos lo mismo. Lo que no sabemos es que sí se ha hecho, solo que no lo conocemos.

Apuntamos a ser internacionales, que nos conozcan en todo el mundo, cuando ni siquiera conocemos a nuestro vecino del barrio. ¿Es medio irónico, o no? Aspiramos a grandes cosas sin siquiera conocernos.

Tratando de aterrizar el comentario, queremos mencionar dos aspectos que consideramos relevantes: el arte nacional y nuestro encuentro personal. El primero lo utilizamos como punto de partida; los invitamos a leer, buscar y ver obras de arte nacional, ya que son maravillosas. Los ticos, aunque la idiosincracia no nos permita mucho en otras áreas, son espectaculares para las expresiones artísticas. El uso de símbolos, tradiciones y aspectos culturales hacen que levante un aire nacional - del bueno.

El segundo tema somos nosotros. Como siempre, aquí estamos criticando nuestra forma de ser... pero, honestamente, es la mejor forma para crecer. Innumerable cantidad de veces observamos a los demás tratando de ser como ellos; nos comparamos contra estereotipos o idolatramos a figuras que sabemos son casi irreales. Es por esto que nos hemos sumido en una burbuja de necesidad de atención y validación por parte de los demás. Nos comparamos con todo el mundo, cuando en realidad, lo único que hace es lastimarnos.

Debemos recordar que la crítica y la comparación no deben ser métricas de felicidad, sino herramientas para el desarrollo personal.

Pensando en JulioWhere stories live. Discover now