Ideas del interior

1 0 0
                                    

Consideremos el impacto que una reacción química tiene en nuestro día. ¿Es nulo, verdad? Sorprendentemente, estamos equivocados. No somos más que moléculas de carbón hechas una masa que piensa; por eso, esas reacciones químicas, tienen importancia. Son las que cambian como nos componemos; son las que cambian nuestro animo y, también, son las que nos pueden llevar al éxito.

Estamos de acuerdo en que es raro ponerse a pensar en nuestra composición molecular si por lo general analizamos el arte. Sin embargo, esto nace gracias al expresionismo. Un movimiento pictórico del siglo pasado que, como la mayoría del momento, rompía los dogmas de la sociedad. Esta clasificación artística nos presenta trazos fuertes y con carácter para enfatizar ciertas puntos de la obra.

De igual forma, así como retaba la metodología, se enfrentaba a la realidad que se proyectaba. Buscaba enseñar en lado oscuro de la existencia; esos dolores, sufrimientos, sentimientos, miedos y pasiones. Todo aquello que se consideraba satírico o tabú en la sociedad. Al establecerse como un movimiento serio y no de transición, abrió la puertas para que otras formas artísticas se contagiaran de su realidad pesimista.

En nuestra vida, muchas veces, olvidamos el valor de los segundos. Nos dejamos arrastrar por la ola de acontecimientos y no buscamos la forma de evitarla o utilizarla a nuestro favor. Esto, consideramos, se da ya que no entendemos el impacto de esas reacciones químicas efímeras. ¿Cuántas veces al dia les cambia el animo? He ahi su respuesta.

El mundo nos exige felicidad y bienestar. SI no sonreímos, somos amargados. Si vemos el mundo objetivamente y no positivamente, somos pesimistas. Ellos están del lado incorrecto. Cada uno tiene su forma de ver la realidad. Con colores o monótono; con sentimientos o razonando; con cercanías o soledad.

Del expresionismo rescatamos el valor de las emociones y pensamientos internos; esos que nadie fuera de nosotros conocemos. También, nos deja reflexionado sobre una realidad: como nos ven los demás es una perspectiva diferente a como nos vemos nosotros.

Derivado de esto, nos disponemos a cuestionar: ¿Nos regimos por reacciones o con racionalidad? ¿Entendemos lo que causan dichas reacciones en nuestro interior, y cómo estás nos pueden beneficiar? ¿Con qué ojos nos ven los ajenos a nuestra perspectiva?

Respuestas habrán muchas y cada uno tendrá la suya. 

Pensando en JulioWhere stories live. Discover now