EXTRA
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El pequeño pueblo escondido entre los bosques de Hokkaido acostumbraba a despertar cerca de las 9:00 de la mañana, a esa hora comenzaban a abrir los negocios, las panaderías, los almacenes y las primeras personas comenzaban sus faenas. Las mujeres se dedicaban a las telas y los hombres a la pesca, a la leña o al comercio. De aquella aldea provenía la principal mano de obra para la isla completa. Era un lugar tranquilo, lleno de paz y rodeado de naturaleza. La vida ahí era pacífica y para los más jóvenes un tanto aburrida, a pesar de que existía un bar y botillerías con afluencia constante.
- ¡¡sensei!! - los niños, acostumbrados a seguir el ritmo de vida de sus padres, ya estaban despiertos y listos para comenzar su día de juegos con los amigos. Corrían hacia el hombre que habían visto salir de la panadería, cargando su bolsa de papel con el desayuno. Este último al ser llamado se voltea y les sonríe tiernamente como de costumbre. - ¡¡buenos días!! - lo saludan muy felices - ¡¡Allen-sensei!! -
- buenos días, niños - su cabello largo y blanco caía por su hombro, tomado en un listón. - ¿se dirigen al rio? -
- ¡¡si!! - vivaces, solían ir a jugar al rio cerca de la aldea.
- recuerden tener cuidado con los pequeños remolinos si van a nadar, ¿de acuerdo? -
- ¡si, sensei! -
- muy bien, visítenme luego y les daré unas gachas de arroz, ¿está bien? -
- ¡¡siii!! ¡las gachas de Allen-sensei son las mejores! -
- mj, bien, vayan a divertirse -
- ¡sí! ¡¡nos vemos sensei!! - corren y se despiden contentos
- mj - sonríe al verlos tan animados, sigue su camino.
- bueno días, sensei -
- buenos días - reverenciando sutilmente a las personas que ocasionalmente lo saludaban en la calle.Habían pasado ya 4 años desde que había llegado a aquel pueblo y se había convertido en alguien querido por todos en muy poco tiempo, a pesar de que al comienzo le temían un poco al hombre que había llegado a su lado, pero al pasar los meses esas sensaciones de miedo se habían esfumado rápidamente, se dieron el tiempo de conocerlos y ambos eran hombres amables y educados, poco a poco los prejuicios habían desaparecido. Además, basta decir, que el doctor anterior ya era un anciano que estaba por jubilar, así que cayó como anillo al dedo que un doctor joven y agradable hubiera llegado. También, las señoras estaban felices, dos hombres guapos y jóvenes viviendo cerca... era un placer para los ojos.
- estoy en casa - entrando a su pequeña cabaña, junto a ella estaba su consulta médica que por el momento se mantenía con el cartel de cerrado.
Solía abrir a eso de las 10:00 de la mañana. Deja las bolsas sobre la mesita y se acerca a la cocina, encendiéndola para poner el agua a calentar, en ese momento unos fuertes brazos rodean su delgado cuerpo desde atrás.
- bienvenido - sonríe y apoya su mentón en el hombro del peliblanco. - te levantaste antes que yo hoy -
- sí, amanecí con mucha energía hoy -
- mmm, ¿será por lo de anoche? - mordiendo su oreja
- mje, ¡cállate! - apartándolo suavemente, volteándose para quedar frente a frente - vamos, déjame preparar el desayuno -
- quiero desayunarte a ti primero - acercándose a sus labios.
- realmente... - suspirando y colgándose de su cuello - eres un tigre pervertido incluso en las mañanas, Lavi - dándole un corto beso.
- ya me conoces - sonriendo y rompiendo las distancias....
...
...- ¿iras con los demás a pescar hoy? - poniendo el cartel de abierto fuera de su consulta médica.
- así es, me gustaría preparar la receta de tofu que Umeda-san me enseño el otro día -
- mmm, de sólo pensar en tofu me entra apetito otra vez -
- tú siempre quieres comer, doc - ayudándolo a mover algunas cosas.
- ¡no te burles, es tu culpa! -
- ¿mi culpa? -
- sí, eres muy buen cocinero, inesperadamente -
- solo se me da bien - acercándose - además, es lo menos que puedo hacer cuando es mi doc el que trae el dinero a casa - besándole la mejilla.
- mj, tonto - sonriéndole. - tú también haces dinero -
- sí, pero no es constante -
- ¿te sientes mal por ello? -
- nah~~ - riendo - me gusta ser mantenido -
- mjejeje - riendo también.
- disculpe, sensei - tocan suavemente y entra una mujer de mediana edad, cargando un bebe. - ¿estoy temprano? -
- no, para nada - sonriéndole. - adelante, Sasaki-san -
- gracias, buenos días, Lavi-san - sonriéndole al pelirrojo
- buenos días - acercándose - buenos, Yoshi-chan~~ - mimando al bebe, que sonreía y quería agarrar los dedos del mayor para jugar.
- no pude dejarlo con mi marido, él ya se fue con los otros hombres, disculpe por haberlo traído -
- no hay problema - le dice el doctor - Lavi puede cargarlo mientras le hago su chequeo, ¿verdad?-
- por supuesto - sonriendo.
- muchas gracias - dándoselo.
- ven acá, pequeño, ¡upa! - tomándolo y levantándolo alto, haciéndolo reír.
- mj, Lavi-san es muy bueno con los niños - sentándose en la camilla.
- si, además Yoshi-chan es un pequeño muy alegre - tomando sus herramientas de trabajo.
- ya han pasado unos cuantos años desde que llegaron, ¿no? -
- cuatro para ser exactos - poniendo el tetoscopio en su pecho - exhale -
- ... - haciéndole caso. - realmente estamos agradecidos con ustedes, llegaron a darle nuevos aires al pueblo -
- ¿usted lo cree? -
- ¡claro! los chicos están fascinados con la fuerza de Lavi-san y con sus tatuajes, los hombres lo admiran y las señoras, pues... estamos agradecidas por la vista -
- mjeje, no diga eso, nos sonrojaremos -
- jeje, pero es cierto, aunque al principio estábamos algo asustados -
- ¿? -
- bueno, Lavi-san es un hombre imponente -
- sí, lo es -
- fue extraño que un hombre con sus características viniera acompañado de un hombre tan dulce como usted -
- mj, agradezco el piropo -
- mj, bueno, las personas solemos ser prejuiciosas, ¿no? -
- sí, es entendible, ¿quién no lo es? - recordándose a sí mismo y la primera vez que se encontró con el pelirrojo.
- pero nos han mostrado con hechos que solo eran especulaciones -
- me alegra saber eso - sonriendo y tomando su presión.
- mj, ustedes son muy adorables, tienen una relación tan cercana, ya todos nos hemos acostumbrado a pesar que este es un pueblo viejo y un poco retrogrado -
- no diga eso, estamos agradecidos infinitamente por habernos dado un lugar entre ustedes, a pesar de que saben o imaginan la antigua ocupación de Lavi y nuestra relación - sonrojándose un poco.
- mj, personalmente pienso que sea cual sea el pasado de alguien, todos tenemos el derecho de comenzar otra vez y los demás debemos ayudar y contribuir a ello o por lo menos tolerar al otro -
- mj, sus palabras son muy amables, Sasaki-san -
- además, un hombre que es tan bueno con los niños y ancianos, no puede ser un mal hombre - mirando al ojiesmeralda jugar con su bebe.
- ciertamente - terminando el chequeo - muy bien, Sasaki-san, hemos terminado -
- bien - arreglando su kimono
- hoy es el último chequeo mensual para usted, ahora solo haremos uno cada 6 meses, el niño aún debe traerlo a su chequeo mensual hasta que cumpla los dos años, ¿de acuerdo? - firmando unos papeles.
- de acuerdo - poniéndose de pie.
- Lavi - llamando a su amante.
- oh, ¿ya terminaron? - acercándose con el niño.
- si. -
- bien, es hora de ir con mamá - devolviéndole el niño a su madre - ven a visitarme pronto, ¿sí? - acariciando sus pocos cabellos en su pequeña cabeza.
- muchas gracias por su ayuda, Lavi-san -
- no fue nada, vayan con cuidado -
- gracias, por la tarde Kei pasara a pagar por la consulta, sensei -
- claro, no hay prisa - sonriéndole y acompañándola a la puerta.
- nos vemos pronto - reverenciando - dile adiós a sensei y a Lavi-san - le dice a su pequeño.
- taau~~ - mueve su mano.
- adiós - ambos se despiden también.
- mj, ha crecido bastante - mirando al pequeño.
- así es -
- ¿y bien? ¿de qué hablaban? - abrazándolo por el hombro.
- de ti - dice tranquilo - y de lo popular que eres -
- jaja, ¿qué es eso? - pellizcándole la mejilla - el único popular aquí eres tú, sensei~~ -
- auuu~~ -
- ¡LAVI-SAN! ¡SENSEI! - otro grupo de niños se les acercan
- ¿qué pasa? niños -
- Lavi-san, ¡¿no va a ir con los padres a pescar hoy?! -
- sí, me disponía a irme ahora -
- ¡¡genial!! ¡nos vamos con usted! -
- de acuerdo, pueden escoltarme - tomando sus cosas que ya tenía preparadas - nos vemos en la tarde - mirando a su albino
- si, vayan con cuidado -
- nos vemos - se agacha y besa sus labios suavemente.
- ¡! - se sorprende, ya que los niños los estaban mirando.
- Tauu~~ - copiando la forma de hablar del bebe, riendo al ver esas mejillas encendidas en el otro.
- ¡¡¡adiós sensei!!! - Se despiden los niños.
- ¿van a escoltarme? chicos -
- ¡siii! ¡seremos sus guardaespaldas! -
- ¡genial! - se van jugando.
- mj, idiota - sonriendo dulcemente al ver la escena, entrando a su consulta para continuar con su día laboral.
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Akai Tora To Shiroi Neko
Romance*Un dia un pequeño gatito blanco vagaba por las calles de tokio antes de ir a casa, luego de un cansador día de trabajo. Lo que no sabia el pequeño gatito es que durante la noche... Tambien salen los tigres.* Lavi x allen