Esos ojos amarillos (Dracule Mihawk x Reader)

Capítulo 14: Mihawk y Eleyi

NARRA MIHAWK

-Mentiría si dijera que no me siento nervioso... Ha sido un día lleno de emociones fuertes, un reencuentro que deseaba desde hacía mucho, viajes largos y sentimientos encontrados que batallan fuertemente en mi cabeza... Mañana... Después de tanto tiempo, volveré a ver a ese pequeño Eleyi que tanto amé. Ahora mismo me encuentro en mi penthouse, observando silenciosamente el techo blanco que se mantiene levemente iluminado por las luces de los edificios cercanos.-

Mihawk: (Eleyi...)

-Me emociona demasiado saber que nos encontraremos una vez más y que me recuerda... Pero no puedo evitar temer que algo salga mal y esta vez nos distanciemos para siempre... Los busqué durante tiempo... No quiero volver a perderlos. Aún no estoy completamente seguro de estar dispuesto a tener nuevamente una relación con ___... La sigo amando con locura... Aunque mi temor a que vuelvan a alejarse ambos es grande.-

Mihawk: (¿Deberíamos volver...?)

-Doy vueltas en la cama, siendo perseguido por las dudas y el temor a la soledad. Perona vive por su cuenta, así que mi penthouse no es más que un lugar demasiado grande para un tipo solitario que guarda en su interior una tonta y posiblemente vana esperanza de volver a estar junto a la mujer y el niño que inundan sus pensamientos, como un mar de superficie tormentosa y abismos oscuros cual carbón. ¿Qué hora será? Mi mano busca a tientas el celular. Lo encuentro.-

Mihawk: (Tres cincuenta de la madrugada...)

-Suspiro y abro la galería del aparato, accediendo a la carpeta donde están almacenadas las fotografías que saqué. Voy pasándolas de a poco, observando paisajes, imágenes de Falke en pleno vuelo, algunas selfies de Shanks, Makino y yo, objetos que me gustan, mi espada, Perona a lo largo de los años y finalmente llego a aquellas que había estado buscando.-

Mihawk: (Fueron buenos tiempos...)

-Y vaya que lo fueron... Veo con una pequeña sonrisa melancólica en mi rostro aquellas fotografías donde ___ y Eleyi aparecían sonrientes, llenos de vida y esperanzas. Observo otras, pasándolas lentamente... Hay algunas donde nos sacamos una selfie, apareciendo los tres juntos como si fuésemos una verdadera familia feliz que no debían de preocuparse por problema alguno... Tan solo seguir sonriendo.-

Mihawk: (___... Eleyi...)

-Desde que se fueron, sonrío menos a menudo y mi motivación para avanzar por los difíciles caminos de la vida ha comenzado a disminuir. Suena estúpido y todo eso... Pero sé que ___ es mi media naranja... ¿Cómo lo sé? Simplemente lo sé. Es más que una corazonada o un presentimiento. Mis días se volvieron luminosos y coloridos cuando ellos estaban allí... Simplemente sonriendo y haciendo mi existencia valer completamente la pena.-

Mihawk: (Mejor me levanto.)

-Salgo de la cama, poniéndome de pie y observando momentáneamente a través de las ventanas el cielo opaco... La ciudad es demasiado luminosa, evitando que pueda apreciar los silenciosos astros que me ayudan a ver que mis problemas no son más que una insignificancia ante la inmensidad del espacio y la eternidad del tiempo. Camino hacia el salón, donde se halla mi fiel compañera... Fría cual témpano de hielo, pero maravillosa cual nebulosa.-

Mihawk: Será otra noche de entrenamiento, Yoru.

-Salgo de mi departamento, llevando puestos tan solo mis pantalones y botas. No me molesta el frío, por lo que no me es indispensable llevar una camisa. Algunos pisos más abajo hay un lugar equipado especialmente para dedicarme a entrenar con la espada y practicar esgrima antes de cada competencia olímpica. Mantener el título de "mejor espadachín" no es nada fácil si no mantienes una rutina constante... Además, esta es la mejor forma de distraer mi mente y me ayuda a ordenar las ideas cuando todo es un caos en mi interior.-