Narra Uraraka:
Era el día siguiente y yo estaba en mi cama, me preguntaba si todo había sido un sueño. Cogí mi móvil de la mesilla y vi un mensaje de Deku.
-Hola, solo quería decirte que ayer te lleve a tu cuarto mientras estabas dormida, estabas tan mona jeje.
Al leer esto me puse un poco roja y levante la sabana de inmediato para comprobar mi cuerpo, me di cuenta de que Deku me había puesto el pijama y hasta la ropa interior.
Me levanté y me puse el uniforme escolar, cuando salí baje a la entrada, la luz del sol entraba por el cristal, me cegó un poco. Fui a la cafetería a desayunar y busque a Deku con la mirada pero no le encontre.
Me senté sola a comer porque sabía que si me sentaba con alguien se me escaparía lo que paso ayer con Deku. Ya en clase segui sin verle, me pareció muy extraño. ¿Estaría enfermo? Antes de que pudiera sacar más conclusiones llegó Aizawa seguido de Izuku con las mejillas y los ojos rojos y con lágrimas a punto de salir. Se sentó a mi lado, se tapó la cara con las manos y comenzó a llorar en silencio, nadie parecía darse cuenta.
Le escribí una nota preguntándole que paso. A lo cual el me escribió que me lo contaría en la comida, si podía. Eso me dejó pensando, ¿si podía me lo contaría?.
Narra Deku:
A la hora de salir le di la mano a Uraraka y le dije que no me soltara hasta llegar a la mesa. Antes de que comiera y le contara todo, ella fue al baño.
Cuando llego le conte lo que había pasado.
-Kakchan...- no me dejó terminar, se levantó a la vez que daba un golpe en la mesa con las dos manos.
-¿¡QUE?!¡Te volvió a pegar!¡Le mandaré al espacio con mi singularidad!- dijo ella enfurecida.
-¡No, no! El no me pegó... El, me beso y me intento violar.- dije yo entre llantos. Ella se quedó con los ojos como platos y una sonrisa por no apretar tanto los dientes que alguno se le callera. Se levantó sin decir nada y sin cambiar la expresión, se dirigió hacia donde estaba Kakchan y le levantó del cuello como si fuera una pluma. Fui corriendo a detenerla pero ya le estaba dando golpes con el otro puño mientras lo tenía en el suelo. Me quedé mirando cómo se levantaba tan tranquila y se dirigía hacia mi.
-Tu Deku, eres solo mio- Dijo susurrándome a la oreja.