Había pasado un día, mi vida seguía igual de aburrida, mamá hoy se encontraba en casa, era sábado por la tarde.
-¿Ash, puedes llevarme esto donde katherina? - me extendió sus manos, en ellas había un libro.
-¿En serió? - pregunte anonadada.
-Sí. - ella asistió con una sonrisa, mamá por lo general trabajaba en casa los sábados.
Acomodé mi cabello, y toque la puerta de los west segura.
Al instante me abrió la empleada de la casa, no recuerdo su nombre, tengo memoria a corto plazo.
-¿Esta la señora katherina? - pregunté tímidamente.
-Si señorita, la esta esperando, segundo piso a la izquierda. - ella me sonrió, quise decirle que solo iba a entregar eso pero ella no me dejo.
-Así que seguí, subí cuidadosamente las escaleras observando toda la casa, había una puerta abierta, era una habitación bastante ordenada, seguí al fondo buscando a katherina pero no la encontré, cuando me dirigía a salir de la habitación una cara conocida apareció a mi lado. Era lucas, el llevaba una toalla, su pecho estaba descubierto y por este corrían las gotas de agua, su cabellos estaba mojado y desordenado, el me miraba serio y con enojo.
Su cuerpo estaba perfectamente definido, el era realmente atractivo.
-Con que tu y yo tuvimos sexo. - el hablo cruzándose de brazos e impidiendo que me fuera.
-¡Que! Eso ni en el mejor de tus sueños. - afirme segura.
-Eso fue lo que le dijiste a hanna, ¿creiste que nunca me iba a enterar? - el se acercaba con pasos lentos a mí.
-Solo fue una pequeña broma. - me encogí de hombros nerviosa.
-¿Ah sí? También te pareció gracioso que termináramos por ti? - su mirada era sería.
Yo intenté retroceder mas pero me di cuenta de que mi suerte había terminando, porque justo la cama estaba detrás de mi, ya no quedaba espacio entre el y yo, el hizo un movimiento rápido y quede debajo de su cuerpo, con sus dos manos sujetaba las mías, mi corazón estaba acelerado, tanto que quería salir de mi pecho.
-No, no es gracioso pero me obligaste hacerlo. - hable nerviosa.
-¿Sí? - Pregunto acercando su cara a la mía.
-Sí. - asentí nerviosa.
Nuestros labios estaban a pocos centímetros, podría asegurar que sentía su respiración.
-¿Ashley? - sentimos la voz de katherina.
-Tu mamá va a pensar que yo estoy haciendo quien sabe que cosas contigo, quítate! - hable nerviosa pero decidida, no podía moverme porque el tenía mis manos sujetadas.
-¿Y no quieres hacer quien sabe que cosas conmigo? - preguntó serio pero con una mirada coqueta.
-No, y ya aparte de mi. - lo mire sería.
El se hizo a un lado para que yo pudiera levantarme de la cama, sus ojos estaban muy atentos a mí, su mirada era sería, de esas que íntimidaba.
-¿Ashley? - katherina quedó extrañada al verme en la habitación de lucas.
-Pensé que estabas aquí. - hable nerviosa.
Lucas rio por lo bajo, yo le di un pequeño pisón para que dejara de reír.
-Tranquilas, ven conmigo. - ella me dio una sonrisa.
Al llegar a su oficina que era al lado del cuarto del lucas ella me ofreció una silla y me senté, la oficina era bastante grande, habían muchos libros, era bonita y cómoda.
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You Can't Resist.
RandomSolo miralo, es jodidamente perfecto, alto, cabello castaño, ojos color miel, tez blanca, un cuerpo tonificado y unos brazos que lo hacen ver extremadamente sexy todo un adonis, pero también el diablo en persona ¿que chica en su sanó juicio no querr...