Dionysus (HARCO) EN HIATUS

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Harry Potter caminaba en el mercado de pulgas del mundo mágico, buscando víveres y algunos objetos que le puedan ser atrayentes, después de la guerra, terminó el colegio, se graduó con honores de la academia de autores y trabajaba en los casos de alto riesgo de tanto en tanto, la mayor parte del día se la pasaba en su hogar, con antigüedades mágicas, viviendo tranquilamente, evitando visitas indeseadas, solo los Weasley y sus amigos de la infancia podían ingresar cuanto quisieran.

- ¿Qué es esto? - le preguntó al vendedor que parecía tener rasgos orientales y otro de dudosa procedencia

- Eso mi señor es un jarrón silbador, produce un sonido exquisito cuando golpea en su interior con algún objeto, especialmente esférico

- Lo llevo - el vendedor lo envolvió y se lo dio e una pequeña bolsa de papel, sin cobrarle nada, aludiendo que los había salvado a todos, Harry estaba muy agradecido, no esperaba llegar a casa para arrojar algo en el interior, caminaba alegremente y sonriendo a todo el mundo, especialmente a los niños, que le atraían de manera inexplicable, no esperaba pra tener un hijo propio, era cuestión de tiempo para casarse con Ginny

Caminaba distraídamente entre una biblioteca algo remota pero cerca al mercado, cuando algo o alguien lo golpeó, era Lucius Malfoy, altivo como siempre

- Lucius - saludó informal, el rubio le era insoportable

- Potter - respondió a secas el rubio quien se alejó caminando por la tienda, ambos notaron prontamente que solo se hallaban los dos - así que eres tú, esto debe ser una broma- susurró acercándose el patriarca Malfoy

- No sé de lo que habla señor - Harry trató de ignorarlo y seguir con su camino, pero la mano de Lucius se lo impidió

- E-este es un regalo por salvarnos a todos de Voldemort - habló escuetamente - no esperaba que lo tengas tú pero supongo que es lo correcto, es un regalo muy especial, por favor cuídalo mucho

- Con todo respeto señor Malfoy, no lo acepto, tal vez es otro de sus intentos para matarme - el pelinegrio se soltó del agarre del mayor

- Potter, lo digo muy en serio, esto te pertenece y sencillamente lo tienes que aceptar, es inofensivo lo juro por mi esposa - Harry, había olvidado la trágica muerte del rubio menor, rememorando eventos trágicos - acéptalo Potter, es algo muy importante y valioso

- Si es muy valioso... ¿porqué no lo conservas tú?

- Por que es tuyo, ya te lo dije - habló Lucius dejado en sus manos una cajita muy mona de color verde con grabados dorados, eran como un patrón de cromos, para antes de volverse a negar, Lucius Malfoy ya se había marchado, temiendo por su vida metió rápidamente la cajita dentro del jarrón que no hizo ningún ruido en su interior, Harry se extrañó en demasía, entonces decidió llegar antes de lo previsto a su acogedora cabaña, el lugar era una belleza, su casa era amplia y con una chimenea elegante, sin dejar lo rústico del lugar, colocó su abrigo en su lugar y se adentró jarrón en mano, arrojó la cajita a algún sofá y quitó la envoltura de papel de su preciado jarrón, fué por semillas de girasol y algunos objetos redondos para lanzarlos al interior, efectivamente, el ruido era magnífico, era un sonido dulce y profundo, como el eco en una montaña, se maravilló lanzando muchos objetos dentro, así lo encontraron sus amigos

- ¿Harry? - llamó Hermione, sabía que a Potter no le agradaba que entraran sin consultar, al no obtener respuesta, su pelirrojo novio y ella se adentraron al lugar- FELIZ CUMPLEAÑOS - gritaron al unísono, asustando al pelinegro

- Chicos, que sorpresa tan linda, creí que aún estaban de viaje, esta mañana en la madriguera pasé un agradable desayuno pero los extrañaba - se abrazaron como siempre, le felicitaron y Hermione se maravilló con la nueva adquisición de su amigo