Ｈｅｙ， ｙｏｕ
ｆｉｎａｌｌｙ ａｗａｋｅ
¡Bienvenido al mundo de los Stands!
Donde conviven los espíritus peleadores - algunos mamados- y tienen amistades extrañas independientes de sus usuarios si son enemigos o no.
Hey, ¿Recuerdas que muchos usuarios han...
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El Stand más joven permanecía acostado en el sofá de la sala, buscando algo que ver en el televisor.
No encontraba nada interesante, aparte de Baoh, pero ya se lo vió 3 veces, esperaba a que sus demás compañeros despertaran pues de aburría.
Había pasado unas dos semanas de su viaje a Egipto, desde que todo terminó, había algo de tensión en su mundo, en la casa donde vivían, se mostraban incómodos entre ellos pues nada más rondaban recuerdos que tres integrantes estaban muertos en si.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó pasos en la escalera, al mirar pudo ver que era Hierophant Green, llevaba un suéter verde solamente.
Cabe destacar que los Stands no necesitan llevar ropa, lo hacen por gusto; el Stand verde se aproximó a la cocina mientras saludaba al de morado con cansancio.
Ahora desde que todo terminó de su travesía siempre se le veía cansado. Bueno, tiene sentido, pues llevaba una especie de placa que cubría la herida de su estómago y le curaba, a la vez le absorbía bastante energía para llevar a cabo la cicatrización.
Saludó de vuelta con una mirada algo triste pero sonriendo.
—¿Puedes ir a despertar a los demás?—, habló Hierophant mientras hervía agua.—, Quiero hablarles de algo.—.
Star asintió, se puso de pie arreglando su chaqueta y subió por las escaleras, sin antes haber agarrado un sartén y una espátula.
—A trabajar.—, golpeó ambos objetos entre si, haciendo una escandalo que probablemente se escucharía hasta fuera.— ¡DESPIERTEN ZOMBIES!—.
Pudo ver que se prendía la luz del cuarto de Magician's Red, y seguidamente se abrió la puerta, apareciendo el Stand con la maceta que llevaba a Hermit Purple entre sus manos.
—Ya, ya, deja de hacer eso.—Habló refiriéndose al ruido para bostezar segundos después.— ¿Chariot aún no sale..?—.
Se quejó al ver que la luz del cuarto del mencionado no prendía, así que supuso que debía de hacer su berrinche para seguir durmiendo.
—Haz lo tuyo,—el forma de ave pasó por el lado del morado.— Después arreglamos la puerta.—.
Star sonrió, esperó a que Magician bajara al primer piso. Así que, se acercó cautelosamente a la puerta de Silver, pero puso su oído en la madera para verificar que seguía durmiendo, al notar silencio, se apartó y..
—¡ORA!—, de una patada abrió la puerta, rompiendo las visagras, y haciendo saltar a los dos stands restantes.—.
