Cap 19.

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Narra Alma.

Mi mejor amigo se encuentra en casa, estoy feliz de verle. Él a prometido quedarse conmigo toda el día...Es lindo poder pasar tiempo con él. He tenido la compañía de Alejó, todos estos días pero no es lo mismo que tener a Dukí.

Pobrecito Alejo, me ha aguantado todos estos día y también me ha reemplazado en el trabajo. Es de oro mi rayito de sol.

_¡Alma! Pendeja. - gritó alterado.

_¡¿Queeee paso?!

_Te estoy hablando de hoy pendeja del orto.

_Lo siento no te escuche.- le sonreí compradora.

_ ¡Forra sin forro! Ahora vas a ver.- se tiró encima de la cama, me saco mis sábanas calentita y comenzó a torturarme haciendomé cosquillas. Odio las cosquillas y lo sabe.- Esto te pasa por ignorarme. Sorete, a mí, al más pro de todos.

_ Noooo, basta Duki bastaa.- empecé a gritar como loca.- ¡Dale bolúdo! Cortala, ¡Auch, me rascuñaste!- me comencé a retorcer como una serpiente.- ¡Daleeee, soltamé Pajero viejo! - la cara de Duki al escucharme decir aquello fue épica.

_ Encerío ¿Pajero viejo?-  repitió entre risas.

_ Bueno Boludo, no se insultar como vos. Salí de acá.- lo empujé ofendida.

_ Ay boluda, no me digas que te enojaste por eso.- se quedó tirado encima mío, abrazandome  de la cintura.- Sólo me causó gracia, es todo, bobis.

Dukí, me miró recostando su cabeza en mis pechos. Se vé tan tierno, que dan ganas de... de... de... ¿besarlo?.

¡Qué carajó! ¿Besarlo?, jamás lo haría. No podría besar a mi mejor amigo. Nunca.

_ ¿Podrías esperarme abajo? Me quiero bañar.- pedí borrando esos pensamientos equivocados de mi cabeza.

_ Por su pollooo.- largo una risotada.- No tardes tanto.

_ No.- rescondí nerviosa.

¿Besarlo?

_ Definitivamente debo dejar de leer tanto en wattpat sobre amores imposibles entre amigos. ¿A quién engañó? Amo las novelas con esas tramas.- rei- Y ahora hablo sola... ¡genial! Ya me estoy  volviendo loca.- camine hasta el baño.- ¿Qué me está pashano? ¿La mala junta me está cambiando?

[~]

Me bañe. Salí del baño con mi toalla puesta y me propuse a buscar algún pijama para andar comoda en casa. Busco en el sector de los pijamas, no encuentro ninguno de los que me gustan; sólo hay una musculosa negra corta que me llega hasta el ombligo y un pantalon corto que a penas tapa mis muslos. Busco algo de mi ropa que uso diariamente para poder taparme con más tela pero no encuentro nada, mi ropero está vacío ¿Dónde está mi ropa?.

_ ¡Mamá, donde está toda mi ropa!

_ ¡Esta lavando!¡Y la demás está mojada! - me respondió gritando.

¡Sólo a mi me pasa esto!¡Te odio mala suerte!

A regañadientes me colocó la musculosa y el pantalón corto que encontré anteriormente.

_ ¡ALMA! - gritó a todo pulmón. Casí tocó el techo del salto que dí.

_ ¡Mierda, Mamá! ¿Qué necesidad de gritar cuando estas en la puerta?

La miro enojada, mientras ella está sin aire de la risa.

_ Vine.. vine... a...- no para de reír.-  Abajo... unos ...- regálenme paciencia por favor.-Duki y..

_ Uy mamá, ¡Me vas a enloquecer mujer!.- tomé un peine y comencé a peinar mi corto cabello.- Si vas a seguir ahí parada riéndote de mí y no vas a decir nada mejor andate a trabajar así Alejó puede venir a casa.

Me miró de arriba a bajo. Odio cuando hace eso.

_ Uuuuhiii... Que ropa tan sexy.- paró de reír, para decir esa estupidez.- ¿Para cual de los dos te vestiste así? - meneo sus cejas.

_ ¿Qué decís Mamá? Deja de delirar. Me puse estos trapos porque 'alguien' lavo toda la ropa y no tengo que ponerme.

_ Como digas.- levanto sus manos en señal de rendición.- Ya me voy, nos vemos chica sexy.- me guiño.- Aún no quiero nietos.

_ ¡Iuugh Mamá!- me tape la cara avergonzada.- Vete de una vez.

_ Sí, ahora decis iugh.- se fue riendo.- Espero que después digas lo mismo.

- ¡Ya basta mamá!

- ¡Cuidate!

●●♡●●

Termine de arreglarme, voy bajando los escalones de las escaleras lentamente mientras miró mis caderas; siento que me está ardiendo la piel, como si tuviera algún corte o polpe.

¡Bingo!

La gata de Duki me ha rasguñádo.

_ ¡Duki, idiota! ¡Eres un bruto, animal! ¡Me has dejado la cadera marcada y sabes cuanto odio las marcas en mi piel! - grito terminando de bajar las escaleras, aún con la vista fija en la herida.

_ ¿Marcas?

Mi mundo se detuvo.

Mi corazón galopea al verlo.

Él me mira de arriba abajo, con sus ojos ardiendo en llamas de ira y deseo con todas mis fuerzas no haberle gritado aquellas cosas a Dukí; por que estoy segura que se han mal interpretado.

- Paulo, no es lo que tú pien-,

- ¡MALDITO! ¡ERES UN PUTO PERRO TRAICIONERO!




Continuará...

La Chica De Capucha.《Paulo Londra》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora