Mi Adorable Maldición 🌹 (+18) Editando.

Capitulo 3

Mi pulso se acelera de un modo estrambótico, no puedo ni controlar mi respiración de un modo normal, me encuentro desnuda y lo único que me cubre es una sabana que acabe de encontrar encima de mi cama, volteo a mirar a Andrew y observo como se esconde debajo de la cama.

—¡¿Que demonios pasa aquí?! —espeta mi papa furioso, entrando a la alcoba.

—Paapaa —tartamudeo— no... Por...

—¿Porqueee entras asiii? — tartamudeo.

—Crees que soy estúpido Elizabeth, si hasta el último rincón de esta casa se escuchaban tus gritos.

Me sonrojo y agacho la cabeza ahora no se que diablos voy hacer, entonces me apresuro a decir: tuve un mal sueño si, pero no es para que invadas mi privacidad.

Me siento un poco enojada y no entiendo porque, cuando debería sentirme apenada por encontrarme en esta situación.

Me mira con el ceño fruncido,  tiempo después se hecha una carcajada eufórica que me pone los pelos de punta.

—¿Donde carajos esta tu ropa, Elizabeth?  —cuestiona sin mas.

Por supuesto que en el piso esta mi ropa —respondo mentalmente—. Hasta aquí llego mi mentira y mi actuación esto me lo merezco por puta.

Me quedo callada.

—Elizabeth Wonka, si no me dices donde esta el,  te lo juro que lo saco a patadas, ¡lo mato!, ¡me entiendes! —advierte papa, con voz autoritaria.

No se en que momento todo pasa tan rápido, Andrew esta parado frente a Bob Wonka, este lo mira con desprecio y lanza con su puño cerrado lleno de furia hacia la cara de mi amado, pego un salto de la impresión cuando miro que este pierde equilibrio.

—Tu hija es mía Bob, siempre sera así, nadie nos va a separar —asegura— Mientras se limpia la sangre que ha empezado a salir de su nariz.

—¡¡VETE!! —grita Bob— no busques que te mate a golpes niñato.

Mi papa se soba los nudillos de su manos que también están rojos de la sangre.

Andrew me mira de reojo una ultima vez y me da su sonrisa cálida, quedo embobada como una idiota enamorada, entonces sale de mi alcoba dando zancadas. En ese instante es donde me doy cuenta que mi mama siempre estuvo parada en la puerta, me mira con un aire triste, esta decepcionada de mi, lo se, todo esto es una mierda.

Todos quedamos en un incomodo silencio y en un ambiente espeso y oscuro.

—Solo te digo una cosa Elizabeth, otra mas y te vas de mi casa.

No le digo nada, las palabras sobran, cierra la puerta de un portazo y caigo de mala gana encima de mi cama.

Esta vez la jodiste Elizabeth, no solo con tu padre si no con ella que es la única que te levanta el animo. Quedo con un recuerdo triste por la mirada de mi mama.

Estoy a punto de llorar otra vez, otra noche que el insomnio llega a mi puerta para quedarse y hacerme compañía en esta vida llena de desastres, engaños y desamor.

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Han transcurrido varios días desde lo que ocurrió esa noche en mi alcoba, mi mama me ha ignorado y ya ni me dan ganas de comer, no se es mi forma de afrontar los problemas y supongo que es un desorden alimenticio, pero lo ignoro por completo; mi papa me habla con desprecio y solo ayer lo hizo para recordarme que apenas recibiera el pago necesitaba la plata, últimamente anda muy necesitado. Sigo con mis clases normal todos los días y después al trabajo, es una rutina que últimamente es muy cansina y monótona.