apariencia

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Minho nunca había mencionado los rasgos que le atraían de una persona, incluso para algunos de sus amigos esos temas eran desconocidos a menos que tuvieras una relación verdaderamente con él, uno de los rasgos que tomaba en cuenta era que mientras aquella persona te hiciera sentir una sensación única e indescriptible de comodidad, eso era lo que más importaba.

 La apariencia  realmente era lo de menos. Ese fue su pensamiento desde que tenía memoria y siempre lo sería. 

Estaba vagando por los pasillos en busca de sus amigos cuales le habían jugado la mala broma de estallarle un globo mientras este se encontraba concentrado jugando en su celular, y por supuesto se asustó como nunca soltando un muy vergonzoso grito llamando la atención de varias personas en la cafetería haciéndolo sentir más vergüenza, por eso mismo los buscaba, para cobrar venganza. Su mirada asesina buscaba por los rincones del lugar hasta que notó una figura sola parada a mitad del camino hacía los baños -donde seguramente ese par de bromistas se esconderían de el-.

Un chico de cabello oscuro y de gran altura -sacándole tal vez unos seis o siete centímetros de diferencia- tenía su rostro enterrado en sus manos mientras parecía llorar, tratando de ocultar sus sollozos con el gesto de las manos. Temblando levemente su cuerpo. 

No supo ni de donde sacó la fuerza, o tan siquiera del porque una parte de el se había atrevido a acercarse y asegurarse de que el chico estuviera bien; pero su cuerpo parecía haber cobrado vida propia y decidir no obedecer para nada a su cerebro.

Y claro, el chico se sorprendió brincando en su lugar al sentir a alguien tocar uno de sus hombros, separándose con evidente temor sus manos del rostro. Minho solo se congelo en su sitio ante tal acción. 

Maldición. Pudo asegurar que su corazón se había detenido tan solo un instante.

Era, hermoso. Sus labios estaban algo hinchados y eran de un tono cereza atractivo. Y aunque sus ojos estuvieran algo irritados e hinchados por el llanto anterior era de un color castaño oscuro, simplemente llamativo, incluso su pequeño lunar que se encontraba debajo del ojo izquierdo le pareció lindo. Su nariz estaba roja mientras sorbía sus mocos y trataba de borrar los rastros de las lágrimas con su manos. La apariencia de aquel chico era frágil y a la vez tan cautivadora, con un toque de timidez hizo que el sentimiento de protección naciera de el. 

Buscando entre sus bolsillos por unos cuantos segundos y sonriendo al momento de sentirlo, ofreció un pañuelo al chico quien asintió con la cabeza formando una mueca extraña a lo que Minho supuso que se trataba de una sonrisa por cortesía para momentos después ofrecerle una reverencia y procediendo a sorber su nariz, todo en un abrumante silencio. Algo incómodo, pensó. 

Pasaron unos pocos minutos en silencio hasta que Minho decidió comenzar a hablar.

Lee Minho, un gusto ━sonrió tratando de quitar el ambiente tensó que se empezaba a formar, el chico era alguien hermoso, y se sentía encantado con conocer a alguien así aunque claro, no fueran las mejores circunstancias después de todo. Aparte, se sentía agradecido hasta cierto punto que el chico hubiera dejado de llorar, no del todo, pero era un gran logro considerando el hecho que apenas lo conocía -y también que aun no sabía su nombre-.

Una idea cruzó por su cabeza para distraer totalmente al chico de su desconocida tristeza, aunque fuera tan solo un rato.

Disculpa, ¿de casualidad conoces a Han Jisung y Lee Felix? ━ el ceño del chico se frunció ante su pregunta, leves arruguitas se formaron a los costados de sus ojos inclinando su cabeza, al parecer sin entender de que hablaba. En cambio Minho juró que pudo morir ahí mismo, porque eso había sido el gesto más jodidamente lindo que presenció en su vida. Aunque, repetía mentalmente, no fueran las mejores circunstancias para conocerse.

Ahora sus miradas chocaban y Minho quería temblar, se estaba comenzando a poner nervioso y trataba de tronar sus dedos con discreción, estaba a punto de abandonar la idea hasta que escucho una baja respuesta.

S-sí ━respondió tosiendo un poco tratando de arreglar su quebrada garganta —Vamos en el mismo salón, soy su compañero.

Minho lo miró un tanto atónito e ido, no por su respuesta. Si no por su voz.

Ya habían pasado varias semanas desde aquel accidente del teatro y había perdido esperanza de encontrar al chico alguna, pero a pesar del tiempo transcurrido podía asegurar que era la misma voz de aquel chico desconocido, un poco quebrada por el llanto. O bueno ya no tan desconocido porque al menos ahora conocía su rostro y de que asistía al salón de sus dongsaengs. 

━ Ven, ayudame a encontrar a ese par de idiotas ━ sonrió y tomo su mano yendo rumbo a los baños.

Aquélla aventura había concluido en una golpiza para ese par y un castigo de lavar su ropa por todo un mes. El chico extraño solo se había quedado quieto en la puerta viendo tal escena con extrañeza para después ser el centro de atención de aquel par bromista -quienes solo trataban de desviar la atención de Minho del problema-.

━Hwang Hyunjin, muchas gracias por ayudarme━  exclamó el chico, Minho igualmente agradeciendo el hecho que lo había "ayudado" a encontrar a ese par de tontos dando una leve reverencia por eso.

━¡Hyunjin hyung!━  ambos voltearon topándose con el amigo del más alto quien sonrió ampliamente al verlo. Tenía una expresión aliviada al por fin encontrar a su hyung después del complot que surgió y llevar rato buscando.

 ━¡Minie!━ gritó desde su lugar ━ Nos vemos, espero volver a encontrármelo otra vez ━ se despidió yendo detrás del bastante conocido presidente estudiantil del Instituto, demonios ¿cómo es que no los había visto juntos antes?

Así que... Hwang Hyunjin, ¿eh? No esta mal, no esta mal. Es uno de los mejores de la clase, pero tiene una gran lista de pretendientes. Igual no soy tan cercano al chico ━ dijo Jisung de forma burlona mientras miraba quisquillosa mente la dirección por donde había salido el chico.

—¡Yo sí! Hicimos trabajos en equipo hace unas semanas. Es muy lindo, tengo su número. Solemos hablar de vez en cuando, Seungmin también es divertido—  El pecoso emocionado menciono mientras abrazaba al más bajo de aquellos.

━ Vamos, cállense ustedes dos. Debemos ir a ver a Chan━  Minho sin querer darle mucha importancia jalo aquel par yendo de nuevo rumbo a la cafetería. En el fondo con ganas de volver a toparse con el chico.

Desde entonces empezó a verlo a lo lejos, solo eran rápidos momentos en los que se encontraban en los pasillos o en la hora del almuerzo gracias a que sus amigos -Jisung y Felix para ser mas preciosos- habían empezado a llevarse más con Hyunjin y el de forma respetuosa al ser su hyung se inclinaba y lo saludaba, manteniendo muy pequeñas conversación con él.

Minho amaba esos momentos en secreto aunque fueran cortos. El era bello, era un Ángel.

❝Su apariencia era la de uno mismo, y no podía engañar que había atrapado una parte de su corazón.❞


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