Sinopsis

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Jimin seguía guardado cosas de su habitación en grandes cajas de cartón. Todavía no estaba seguro de que todo aquello que llevara fuera suficiente o que simplemente fuera un estorbo, pero aun así quería llevarlo todo.

Nunca había sido bueno seleccionando o decidiendo cosas por sí mismo; justo como aquella vez en la que había decidido irse a la facultad de Ciencias Forenses solo por haber visto aquella serie americana a la cuál  solía no entender. Pronto se habría dado cuenta de su amor por los pequeños y por la pediatría, así terminó por cambiarse de facultad.

Era un buen hijo, y un estudiante ejemplar. A pesar de que su familia sobrevivía de un pequeño restaurante el cuál no le daba los lujos de tener una vida universitaria como cualquier otro estudiante coreano, su carrera salió con un historial impecable, gracias a las becas y el esfuerzo de cada noche tras desvelos para tener las notas más altas.

Cómo primer paso hacia su futura carrera, su universidad lo recomendó al hospital general más grande de Daegu, si tenía un gran desempeño incluso su sueño podría llegar a cumplirse; ser el pediatra familiar de cientos de niños en la gran ciudad de Seúl y su enorme hospital general; quizás algún día lograría dar seminarios de pediatría, justo como a los que le encantaba ir.

—Hijo, ¿Estás seguro de que no quieres esperar un año más?, ya verás que encontraras un buen trabajo aquí en Busan en alguna clínica particular, o igual te logras quedar en el hospital general, no es necesario que te vayas cariño.

El chico sonrió y giró sobre sus talones.

—Mamá, no puedo esperar más, tengo que pagarte todo ese dinero que gastaste en mi matrícula, además, es mi sueño independizarme— el chico tomó entre sus manos las suaves mejillas de su madre.

—Pero Jimin, yo no te he pedido que me pagues, yo solo te quiero ver feliz y quiero tenerte cerca para poder apreciarte, será difícil si apresuras todo.

Su padre llegó a sus espaldas y lo tomó por la cintura, un acto que recordaba propio de su padre desde que tenía memoria.

—¡Oh, mi solitario Jimin!, espero ya dejes de preocuparnos a tu madre y a mí, y te consigas un buen amante que te cuide.

—¡Papá!, iré a trabajar no a conseguir pareja, iré a triunfar porque se los debo.

Su madre llevó sus manos hasta su cuello y abrochó un delgado collar— No nos debes nada, Jimin. Nosotros te debemos todo.

—Mamá, ¿Éste es tu collar?

—Así es pequeño, este obsequio llévalo contigo siempre, te cuidará de todo y ahí adentro nos podrás encontrar a toda tu familia.

—¡Mamá!, ¡Papá!, no me hagan arrepentirme en este instante.

Jimin había vivido junto a sus padres toda su vida, realmente tenía una relación bastante estrecha con ellos y, alejarse en aquel punto de su vida era un paso demasiado grande, el cual ya había dado y del cual tampoco podía arrepentirse.

—¡Jimin!, ¡Debes apurarte o perderás el tren! —Su abuela estaba en la parte baja de aquella casa, en donde se encontraba el local familiar, aquella mujer de mayor edad ya contaba con mucho estrés al que su nieto perdiera el pasaje a su nueva vida.

Decidió despedirse de sus padres y tomar sus maletas, después el camión de mudanza pasaría por el resto y ahora solo quedaba viajar. Su abuela lo estrechó entre sus brazos en cuanto terminó por bajar las escaleras.

—Mi solitario Jimin —el chico rodó los ojos aún entre los brazos de la anciana.

—No soy solitario, abuela.

—Ven a visitarnos seguido, esta abuela necesita escuchar tu linda risa.

Así salió de su casa, con mucho amor y probablemente con el doble de miedo arrancando su corazón.

BaekHyun lo esperaba afuera sobre una de las puertas de su carro, quién lo ayudó a abrir la cajuela y subir su equipaje.

Cuando entro al carro sus otros dos amigos lo esperaban.

—¡Jeon Jungkook!, ¡Taehyung!

—Cariñito, estamos muy tristes de que te vayas, ¡asegúranos de que nos recibirás en casa cuando vayamos a dar vueltas a Daegu!

—¡Por supuesto!, siempre serán bienvenidos.

Tomaron el camino hasta la estación del tren, fueron cantando juntos todo el trayecto hasta legar a su destino en donde se despidieron eufóricamente.

—¡Park Jimin! —su amigo Taehyung hacia un berrinche —ahora mi corazón está hecho trizas, ¡no te vayas!

Lo esperaron hasta que el tren llegó y terminaron de ver cómo aquel amigo comenzaba su marcha hacia otro destino.

No podía haber mejor comienzo que el que estaba viviendo Park Jimin, nadie podría detenerlo.
Aquel sueño estaba por comenzar.

¿Qué le esperaba al solitario Park Jimin en Daegu?

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Nueva novelaaaa!!
Ya tenía tiempo que quería subir esto, pero la verdad es que no me animaba, creía que no tendría buena trama pero pues aquí estamooooos.
Espero la disfruten y lean muchooo.

Si quieren que actualice seguido, vayan a mi instagram @sarahi_fdz , y recuerdenme que tengo que actualizar, seguiré a chicas activas y pensaré en hacer un grupo Yoonmin o ChanBaek.

The PediatricDonde viven las historias. Descúbrelo ahora