¿Familia Feliz? [Adrien Agreste/Chat Noir y tu] [+12] [TERMINADA]

|Epílogo|

{Lean la nota final completica, es muy importante ^^}

[3 AÑOS DESPUÉS...]

‹Pov's _____›

— No sé si es buena idea —mascullé—.

— Pero es lo mejor —replicó—.

— ¿Y si no nos acepta?.

— Pues no dudaremos en escapar —tomó mis manos—.

— Claro, vivir una vida de delincuente me parece fenomenal —dije sarcástica—.

No muy segura de lo que hacíamos subí al coche, él dando la vuelta subió al asiento del conductor. Al cabo de unos 10 minutos, llegamos a nuestro destino, casa del abuelo/suegro.

— H-ola papá —Adrien saludó nervioso—.

— ¿A qué se debe su visita? —dijo frío—.

— Emmm queríamos hablar contigo sobre un tema...

— Pues hablen ya, tengo cosas que hacer.

— Desde hace un tiempo, más bien unos años, me divorcié con Marinette ¿Recuerdas? —asintió— Nunca te dije el porque, solo me divorcié y es de eso de lo que te quería hablar...Seré directo, _____ y yo tenemos algo más allá de ser padre e hija —habló sin rodeos—.

— ¿Quieres decir que...

— Exacto —admitió, en el rostro del abuelo apareció un semblante serio, se alejó de nosotros y subió las escaleras, deteniéndose en el último escalón—.

— Adrien, yo no crié a un enfermo...fuera de mi casa —ordenó alejándose aún más—.

— Padre per-.

— ¡Fuera he dicho!.

Sin más, nos fuimos sin su aprobación, sabía desde el principio que esto nos traería problemas pero aún si teníamos que decirlo. No podíamos guardar esto durante tanto tiempo.

Se podría decir que ahora somos como algunos gays, lesbianas o bi que no son aceptados en la sociedad {que por cierto eso está muy mal, vive y deja vivir♥}

Volvimos a casa, fui directo a mi habitación, cayendo en la cama y luego en el morfeo.

[...]

— ¡La cena está lista! —grité llamandolos—.

Gabriel junto a Adrien se sentaron en la mesa de comedor, después les traje la comida.

— Está delicioso _____ —se deleitó con la comida preparada—.

— Es una nueva receta, me alegra que le guste —sonreí—.

Almorzamos y pasamos una tarde “familiar” muy linda. Él luego se tubo que ir ya que estaba a punto de caer la noche y no queríamos que le pasará algo.

— Tu papá es muy bueno —alagué—.

— Si...

Me desperté de golpe, ese sueño fue todo lo contrario a la realidad, Gabriel no era bueno, y sin duda alguna jamás le llegaría a servir comida a ese ser que para mí era el demonio. Negó mi relación, tal vez lo que hagamos este mal...pero amor es amor ¿No?.