|Capítulo 18|

4.5K 275 118
                                    

‹Pov's Narradora›

El abogado no tardó en llegar al día siguiente, el rubio bajó rápidamente, se oyeron voces, se encontré con Marinette ya firmando los papeles en la mesa del comedor.

— Hola señor Agreste —saludó el hombre con traje—.

— ¡Listo! —Marinette entregó el bolígrafo— Cuando regresen los niños me voy... —se fue—.

Gustoso firmó, ya se había quitado un gran peso de encima. Horas más tarde, llegaron, era el momento decisivo.

— Tenemos que hablar —dijo Marinette—.

Se sentía la tensión en el lugar, Louise estaba asustado en cambio _____, ya sabía lo que se aproximaba.

—la azabache mayor se arrodilló frente a su hijo— Louise, a veces las personas que se aman tienen que separarse porque ya no sienten amor...

— Mami, pero tú siempre me decías que el amor nunca se acababa —replicó el muchacho—.

— Eso era antes...las cosas cambian o mejor dicho te cambian —suspiró— Papá y yo nos separaremos... —miró a _____— Como algunos querían —lo dijo entre dientes— Total que, como nos separaremos tendrás que elegir con quien quedarte —trató de sonreír—.

— Pe-ro yo no quiero elegir entre ustedes dos —las lágrimas que se desbordaban de sus ojos azules fueron limpiadas por su madre— No- quiero que se separen...

— Lo siento Louise, la decisión ya está tomada.

A su hermana le dolía por dentro, en ciertos casos Louise podía ser ese típico hermano fastidioso que invadía su privacidad pero era su hermano, y lo quería. Sentía que estaba rompiendo una familia, que tal vez estaba rota desde hace años pero esa era la gota que derramó el vaso. Ya lo hecho, hecho estaba, no podía retractarse, estaba entre la espada y la pared, su hermano menor llorando y rogando que eso no pasará y no fuera real, y el amor prohibido que tenía con su padre.

— ¿Te gustaría venir conmigo? —el intento de manipulación fue captado por los presentes— Iríamos con los abuelos, se perfectamente que te encantan sus galletas —su sonrisa era digna del premio a la falsedad, se podría notar a kilómetros que la esta fingiendo— ¿O serías capaz de dejar a tu mamá abandonada?.

La boca del rubio hacia una perfecta “O”, ahora se daba cuenta que los “dones” que tenía se ex-esposa para persuadir a quien sea. Louise solo tenía 6 años, era una presa fácil obvio iba a aceptar.

— Si —respondió— ¿Volveré a ver a papá?.

— De vez en cuando —lo cargó— Voy buscando las maletas...permiso —se fue con él—.

Los dos quedaron solos, tratando de procesar todo lo que acababa de pasar y como sería ahora el futuro sin convivir con sus hermanos, solo con su padre/amante como acompañante.

Marinette junto a sus descendientes (sin despedirse) se fueron. Ahora la Agreste que quedaba estaba preparando las cosas para sus amigas. Unas horas más tarde, se oyó como tocaron la puerta principal, _____ supuso que eran las chicas que habían llegado.

— ¡Llegaron! —gritó—.

— ¿Quiénes?.

— Mis amigas...¿No te lo había contado?.

— Pues parece que no.

_____ abrió la puerta, sus amigas emocionadas entraron como locas {basado en hechos reales :v}.

¿Familia Feliz? [Adrien Agreste/Chat Noir y tu] [+12] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora