La mañana era fría, la alarma había sonado a las seis en punto de la mañana, y, por razones obvias, aún estaba muy oscuro debido que estaban en medio invierno. Ambos cuerpos seguían sin soltarse, ni siquiera para apagar ese constante ruido. La pareja estaba tan cómoda y a gusto que no querían separarse.
A duras penas, el omega se alejó del contrario y se estiró para apagar ese insistente ruido que indicaba que tendrían que despertar.
Tuvieron que despegarse de las cálidas sábanas y comenzar con la rutina
Sería un día largo...
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El camino hacia el hospital fue silencioso, luego de una pequeña pelea sobre quién tomaría el volante. Terminó ganando el omega, no podía permitirle al pelinegro conducir con tanto sueño y con su estado físico. Eso había herido el orgullo del alfa, y se ponía aún más molesto al ver que Jimin apenas y podía entrar en el asiento del conductor, debido a su vientre, haciéndole incómoda la tarea.
Apenas llegaron al hospital, ambos bajaron y fueron en direcciones diferentes, saludándose con un casto beso en sus labios y deseándose suerte.
Cuando Yoongi llegó a la sala de espera, no tuvo que esperar mucho para que lo atendieran, ya que a ni siquiera se hizo un minuto desde que estaba en la ahí y su nombre ya había aparecido en la pantalla de la sala, seguido del doctor que salió de su consultorio para llamarlo. Rápidamente y a pasos sin fuerza avanzó hasta la sala y se adentró en ella.
─Buenos días, Señor Min. ─saludó cordialmente el doctor, sentándose en el la silla giratoria detrás del gran escritorio de madera─. Tome asiento. -señaló con la cabeza a la silla.
─Buenos días, Doctor Wong Sunbaenim ─hizo una reverencia y se sentó donde el contrario le había indicado, moviendo sus piernas nervioso.
─Dígame, ¿cuál es el problema? ─dijo mientras comenzó a buscar algo para anotar.
Yoongi le contó todo, desde que comenzó la pérdida involuntaria de peso, las ronchas rojas en su espalda y las infecciones, hasta el vómito de ayer, tratando de que no se le escapara nada.
Una vez terminó, el doctor lo miró con seriedad, anotando luego algo en su libreta.
─Señor Min, le voy a extraer una muestra de sangre para hacer unos análisis. ─Yoongi asintió, algo preocupado─. Debido a que usted ahora se presenta en una situación delicada, vamos a hacer estos análisis lo más rápido posible, en la tarde podrá venir a buscarlos.
Yoongi asintió, luego fueron hacia una pequeña sala donde le extrajeron sangre, luego se despidió del doctor y salió de ahí hacia la calle lo más rápido que puso, se sentía sofocado.
El alfa pelinegro tenía una mala sensación en la boca de su estómago que no lo dejaba tranquilo, incluso después de salir del hospital y esperar a Jimin en la vereda de este.
