Alexia:
Mientras estuve en la cama mi temperatura corporal aumentaba estrepitosamente. Sentía calor tanto fuera como dentro de mi cuerpo, como si mi sangre ardiera. Trataba de moverme, el ardor se había vuelto doloroso y de alguna manera comencé a llorar de forma involuntaria. De pronto sentí un cosquilleo en mis dedos y pude moverlos. Cuando sentí que recobraba la movilidad, salté de la cama. Frente a ella, había un mueble con un espejo arriba, me acerqué para verme. Mi piel estaba pálida, pero el ardor no cesaba. Debajo de mis ojos se habían formado bolsas oscuras y estos se veían negros, a excepción de mis pupilas que permanecían azules. Toqué mi piel y estaba fría como la de un cadáver.
De pronto sentí la necesidad de arquearme como si fuera a vomitar, mi cuerpo temblaba, y me ví envuelta en llamas de tonalidades rojizas y violáceas. Comencé a aliviarme, pero mi ropa se quemó completamente. Volví a verme en el espejo, a mi alrededor había una especie de niebla serpenteante del mismo color que las llamas. Mis ojos y rostro lucían normales, bajé la vista al resto de mi cuerpo, noté algo diferente. Me acerqué ¿Qué era? Mis pechos se veían más grandes, los toqué, se sentían más grandes. Me gire ligeramente y noté que mi cabello también se sentía más largo. Esto tenía que ver con lo que me dijo Win? Probablemente.
Revisé mis ropas, los sostenes no me iban, suspiré, me empecé a sentir débil y somñolenta. Me puse un pijama negro, era un poco ajustado, pero estaba bien, puesto que era para dormir. Sin más, me tiré a la cama y me envolví con las mantas. En pocos segundos ya estaba profundamente dormida.Sentía que no estaba en mi cama, ya me estaba despertando, y noté que Kiriel me cargaba en su espalda. Entonces escuché que dijo: - No soy bueno para tí...
- No me importa - respondí, él se paró de repente y me soltó.
- Qué?
- Qué estamos haciendo?
- Debemos irnos, es una historia complicada.
- Quiero escuchar cada detalle, incluso me vestiste y me cargaste. Tienes que estar muy desesperado. - Él suspiró y rodó sus ojos.
- Tu amigo peliceleste fue expulsado y hay un grupo de reclutas que no son totalmente humanos que se irán con él. También me convenció de llevarte a tí pues según él no eres humana, así que para no correr riesgos le dije que yo mismo los sacaría de aquí.
- Vaya, entonces ya lo sabes. Y también conseguiste la excusa perfecta para salir de aquí. - Lo miré a los ojos, yo fuí la única razón por la cual aún no se había marchado de la academia. Hacía dos años, Kiriel terminó de hacer la ruta de escape perfecta. Pero cuando me dijo para escapar, yo me negué y él decidió quedarse.
- No no no, ni lo pienses. No vas a quedarte, esa vez, dijiste que querías volverte más fuerte y por eso cedí. Pero si realmente quieres salvar y proteger a las personas, no puedes quedarte. No...
- Ya, tranquilo. - Llevé mis manos a su pecho, estaba agitado. Sus ojos grises estaban afiliados como cuchillos, parecía molesto. - Iré, pero quiero que me digas porqué no eres bueno para mí.
- Se nos hace tarde. - dijo y siguió caminando.
- Pensé que los amigos no se ocultaban cosas...- lo seguí.
- Ah sí? Mira quien habla. - Dijo con voz firme, estaba molesto.
- Estás insinuando que yo te oculté algo?
- No, tú siempre ocultas algo. Llevamos siete años juntos y siempre te dije todo, sin embargo, tú nunca hablas a menos que te pregunte. Al principio tenía curiosidad, ahora ya es irritante.
Me quedé callada, tenía razón, pero no era mi intención molestarlo. En realidad, quería ser un misterio para él, quería atraparlo. Noté lo quisquilloso que es cuando hay algo que no entiende. Siempre busca hasta entender. Tenía miedo de que se canse de mí, por eso creí que si siempre decía lo que pensaba él lo haría y al final también no decirlo me llevó al mismo resultado. - Lo siento. - Dije finalmente.
- Eso no arregla nada. - Dijo con crueldad.
- Bien.- También me molesté.
Caminamos en silencio hasta llegar a la biblioteca abandonada, en donde estaban los túneles secretos que usaríamos para escapar.
Pronto llegó Win seguido de Rikia, una chica que siempre cubría su ojo derecho con su flequillo castaño. Su otro ojo era almendrado y de color violeta. Ella fue quien casi me lesionó en el último entrenamiento. También había un chico que se rindió cuando le tocó pelear conmigo, era rubio y sus ojos verde manzana. Su nombre era Raymond, pero le decían Rei. Luego una chica rubia de ojos fucsia llamada Arya, ella era muy escandalosa y más de una vez quise romperle la cara pues era buena provocando a los demás. Nos miramos con desprecio ni bien nos vimos. Luego, detrás de ellos, estaba Shura. Se veía más maduro, pero su rostro aún era angelical para mí. Dejó crecer su cabello, era prácticamente igual de largo que el mío. Sonreí al verlo y él me devolvió la sonrisa. Cuando todos estuvimos a una distancia similar, Kiriel habló.
- Son todos? - Dijo.
- Son los que quisieron acompañarme - Respondió Win.
- Socializar no es su especialidad. - Dijo Rei.
- Se conocen? - pregunté yo.
- Winter y yo entrenamos juntos en vacaciones.- Respondió Rei.
- En vacaciones?
- Oh lo siento, no todo lo que dije era cierto. - Me respondió Win.
Lo miré mal.
- Sí que eres idiota. - Le dijo Shura.
- Bien, no debemos demorarnos más. - Dijo Kiriel. - Vamos.- Y entró en la biblioteca.
Los demás lo siguieron, yo me quedé atrás por nuestra discusión y porque quería hablar con Shura. Al parecer él también quería hablar conmigo y caminó a mi lado.
- Ha sido un largo tiempo.- Le dije en voz baja.
- Sí lo sé, no has matado a nadie aún verdad?- Me respondió en el mismo tono. Los demás también comenzaron a hablar entre ellos y Kiriel seguía enojado y callado.
- Cómo podría?
- Bueno, siempre has tenido esa mirada. Sé que eres capaz de hacerlo y me alegro que aún puedas contener ese deseo.
- Tú crees que llegará un día en que no?
- No lo creo, lo sé.
- Pero por qué? Si sabes que mi objetivo no ha cambiado.
- Pero aún así, es tu naturaleza demoníaca, algún día tendrás que lidiar con ello o ceder para conseguir tu objetivo. Dependerá de tí.
- No te entiendo.
- En estos años aprendí mucho, sé que te dije una vez que si querías proteger a los buenos también deberías ser buena. Pero comprendí que no siempre es así. Por eso quería disculparme por lo que te dije. Si luchas contra tu naturaleza siempre te contendrás en la batalla y no serás capaz de darlo todo.
- Está bien, tus palabras me alertaron de no haber un desastre en muchas ocasiones.
Él me acarició la cabeza como cuando éramos niños y bajó su mano a mí hombro para acercarme más a él. En ese momento pude notar cierto billo plateado a través de los demás. Kiriel se había dado vuelta y abrió la entrada a los túneles los cuales estaban iluminados. Las luces de los túneles las colocó él mismo y cortó la electricidad de la biblioteca para que siempre esté oscura, así podía ver si la entrada estaba totalmente sellada o no. - Sigan adelante, yo cerraré el paso, no hay bifurcaciones en el camino así que no me necesitan de guía. - Él se acercó y pasó entre nosotros, por lo cual nos separamos rápidamente. Los demás se alejaron rápidamente y yo por costumbre lo esperé. Shura también se quedó con nosotros y entonces un recuerdo vino a mi mente.
Luego de llegar al orfanato hace siete años, cuando Kiriel y yo nos dirigimos a los dormitorios, Shura nos estaba esperando. Ni bien me vió corrió y me abrazó con fuerza. Luego miró a Kiriel y le dijo muy serio: - Espero que nunca te olvides porqué estás vivo.
- No lo haré. - Respondió él.
Desde entonces, no volví q verlos hablar y cada vez hablaba menos con Shura. Cada vez que estaba hablando con él, Kiriel venía de repente y el otro niño se iba.
- Hey Kiriel, te acuerdas de Shura? - Dije a propósito para ver su reacción.
Él se dió vuelta y lo miró, luego a mí, su mirada se había suavizado. - Sí... Me acuerdo. - Dijo.
- Aún siguen siendo igual de unidos como cuando eran niños?- Preguntó Shura.
Kiriel se acercó - No - tomó mi mano - somos mucho más unidos que antes.
Shura sonrió y Kiriel lo miró incrédulo, entonces comprendí que él nunca había entendido la personalidad de Shura. - Los felicito, gracias por cuidar de mi hermanita mientras no estuve.
- Ah... De nada... - respondió Kiriel - Hay que seguir, adelantate, nosotros iremos cerrando el túnel.
- Está bien. - Shura retomó la caminata.
Yo estaba por seguirlo, pero Kiriel me detuvo. - Aún no he terminado de hablar contigo.
- Qué quieres?
- Ya te lo dije, cómo es posible que aún siendo tu mejor amigo, los demás sepan más de tí que yo.
- Bien, por dónde quieres que empiece?
- Qué estabas hablando con Shura?
- Él cree que tengo un instinto asesino y que un día mataré a alguien.
- No es el único.
- Tú también?
- Es que eres igual de sádica que los entrenadores, aún si tu oponente está débil, das el golpe de remate. Y además, cuando peleas tu mirada cambia.
- Eso es porque me gusta pelear.
- Y porque no lo dijiste?
- Porque a tí no te gusta.
- Eso no... No es que no me guste.
- Entonces porque nunca vas hasta el final en una pelea?
- Porque no me gusta que me den órdenes.
- Que inmaduro, aún si no te gusta, hacer lo contrario es demasiado obvio.
- Así es como me ves?
- No quiero pelear contigo, sólo te estoy diciendo lo que pienso como querías. Para mí eres especial, aún quiero que pelees a mi lado. Me dolió mucho cuando te negaste y te alejaste de mí. No quiero que vuelvas a hacer algo así.
- No lo volveré a hacer, peleare a tu lado, pero ya no me ocultes nada.
- Tú tampoco, porque dijiste que no eras bueno para mí?
- Estaba reflexionando, pero cambié de opinión.
- Ah?
- Sólo tenía dudas de mí mismo.
- Sólo eso?
- Así es.
Seguimos caminando en silencio, estaba más animada porque habíamos hecho las pases y porque decirle parte de lo que siento fue un gran alivio. Fuimos cerrando el túnel a medida que avanzamos. No recordaba cuánto, pero sabía que el túnel era realmente largo y Kiriel lo arreglo para escapar y no volver. Por eso íbamos sellándolo, una vez lleguemos al final, debíamos bajar una palanca para destruirlo por completo. Sellarlo sólo era por si alguien nos seguía.
El camino se estaba tornando muy largo y el cansancio comenzaba a afectarme. Kiriel también se veía cansado, probablemente los demás que iban más adelante también. Esto último pude confirmarlo, pues pronto comenzamos a acercarnos a ellos de nuevo. Entonces vimos que decidieron parar. Y como sentimos que era seguro hacerlo, además del cansancio, también nosotros dos. Nos acercamos y Rikia nos prestó una manta que le sobraba en su equipaje. Me sentí un poco culpable, pues no llevamos nada porque Kiriel tuvo que cargarme. Incluso, él tomó la manta y me envolvió con ella antes de que dijera algo. Luego se recostó contra las paredes del túnel. Los demás estaban metidos en sus asuntos, acomodándose en silencio. Me acerqué a él y me quité la manta de encima. Me senté a su lado, él me miraba en silencio con la cabeza apoyada contra la pared. Extendí la manta en el aire y dejé que cayera sobre ambos. Él sonrió y me rodeó con su brazo izquierdo. Me pegué a su cuerpo y lo abracé. En eso Arya comenta en voz alta: - Hey en verdad esos dos son pareja.
Intenté ignorar su comentario, pero Kiriel no lo hizo. - Y qué con eso.
- Es una verdadera lástima...
- Arya déjalos en paz, no es momento de molestar. - Dijo Shura.
- Sí, es verdad. - Afirmó Rikia.
- Sólo te dije para que vengas porque mi hermano me mataría, la mayoría tiene pareja y a nadie le interesa los asuntos ajenos. - La reprimió Winter.
- Tch que aburridos. - Dijo Arya y luego se quedó en silencio.
Cuando todos finalmente voltearon a lo suyo, yo seguí intentando pegarme más a Kiriel, él se puso tenso. - ¿Qué te pasa? - dijo en voz muy baja.
- Quiero darte calor. - Respondí en el mismo tono.
- Lo haces mal. - Dijo por último. Luego me agarró por encima de la cintura y me giró hasta que quedé entre sus piernas. Miré hacia atrás para ver si alguien vió eso y me alivié al ver que no fue así. - Ya duerme. - Me dijo encontrándose con mi mirada. Apoyé mi cabeza en su pecho y traté de relajarme. También, traté de no pensar en lo que tenía duro en la entrepierna y que rosé sin querer. Entonces pensé que nuestra amistad iba a terminar y eso era seguro. No sabía si debía esperar que Kiriel se confiece o tomar la iniciativa. Durante un largo tiempo estuve media despierta, era una de las pocas veces que me sucedía eso. Y cuando cerraba mis ojos veía un lugar parecido a un paraíso, y escuchaba una música muy tranquila. En un momento, el bello sueño se tornó pesadilla de manera inexplicable y desperté del todo. Miré a los demás y estaban durmiendo. Al sentir que me movía (probablemente) Kiriel se despertó. Lo miré con los ojos bien abiertos, debería tomar la iniciativa, rondó por mi mente. - Fue una pesadilla. - Le dije en tono bajo.
- Desearía poder librarte de ellas. - Me dijo somnolento.
- No te preocupes, algún día encontraré la manera de librarme por mi cuenta. - Me arrodillé entre sus piernas. Las tenía separadas rodeandome. - ¿Qué deseas hacer con nuestra amistad?
- ¿Eh?
- No te hagas del tonto.
- Estoy cansado, pero la verdad, creo que deberíamos intentar ir más allá.
- ¿Por eso no aclaraste cuando dijeron que éramos pareja?
- Así es...
- ¿Y qué pasará con los demonios y los cazadores?
- Ellos no importan, debemos alejarnos e ir por el pez más gordo. Ya te dije que peleare a tu lado.
Me quedé en silencio un rato, pensando - ¿Por qué no me pediste ir más lejos y lo asumiste por tu cuenta?
Él tardó en responder - hace un tiempo noté que me veías más como un hombre que como un amigo.
- ¿Cómo?
- Mañana te lo explicaré en algún momento, es muy tarde y deberíamos descansar. - Tomó mi cara con sus manos y acercó la suya hasta que nuestras frentes se tocaron. Entonces cerró los ojos. - No quiero confundirte con promesas vacías, mi corazón, lealtad y mi cuerpo son tuyos ahora. Tenía miedo de no corresponderte y por eso no dije nada antes.
Sonreí como reflejo y le dí un beso casto en los labios en un arrebato de picardía. Luego bajé rápidamente la cabeza y oculté mi cara contra su pecho. Noté como me abrazaba y me cubría con la manta nuevamente. Me dió un beso en la cabeza antes de quedarse dormido y al cabo de unos minutos logré consiliar el sueño nuevamente. Me sentía realmente feliz.
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El Florecer De Las Llamas
AdventureAlexia y Kiriel comienzan a replantearse la manera en que debería evolucionar la amistad fraternal que han construido durante 8 años, mientras tanto el mundo comienza a deformarse debido a una guerra. Dicha guerra que involucra tanto a demonios como...