2 - Pesadillas y mirada esmeralda

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Un chico.

Era alto, su cabello era oscuro, se encontraba desordenado y eso le daba un toque rudo que a las chicas seguramente les encantaba, además el chico poseía unos verdes y profundos ojos.

Su perfil era muy definido, su mandíbula era recta y debo aceptar que tenía un cierto aire misterioso alrededor, así como aquello que me transmitió la puerta de su habitación.

El chico era muy guapo la verdad.

Una sonrisa burlona se dibujó en sus labios al verme ahí, yo me aleje un paso.

No me daba mucha confianza.

Mantuve mi vista firme con la suya hasta que habló.

— Se nota que eres nueva así que no preguntaré, también vi que observabas la puerta, te gusta? —  sonrió mirandola y yo aún miraba sus facciones, volteó su mirada a la mía y asenti tragando saliva.

— En realidad sólo pasaba por aquí, y sí, soy nueva, pero ya me tengo que ir tengo algunas cosas pendientes por hacer —  respondí tratando de sonar lo más amable posible pero sin dejar de lado el tono cortante, sus ojos me miraban de una manera inquietante.

Asenti lentamente al incómodo silencio que se formó al "terminar" la conversación y giré sobre mis talones pero justo cuando estuve a punto de dar un paso su voz me detuvo.

— Por qué?

Frunci el ceño al escuchar su pregunta.

A qué se refiere?

— Por qué que? — pregunté confundida y me crucé de brazos mientras lo miraba con una ceja alzada.

Me puse alerta cuando empezó a acercarse a mi y quedó a centímetros.
Yo no quitaba mi vista sobre la suya, el era unos centimetros mas alto que yo así que no lograba incomodarme.

— Por qué mirabas la puerta mientras pasabas por aquí?— cuestionó y yo sólo di una sonrisa de boca cerrada.

Debería responderle? No tengo ni pizca de ganas de hacerlo.

— Sólo me pareció diferente a las demás, las otras parecen interesantes pero tu puerta tiene un toque de originalidad y eso captó mi atención, es todo — respondí encogiendome de hombros, mire hacia abajo y di la vuelta para finalmente dirigirme a mi habitación.

Si me detiene de nuevo no dudaré en ignorarle, de verdad que tengo cosas que hacer.

— Soy Tyler Crossley, aunque pronto escucharas de mi, linda. ¿Puedo saber el nombre de la persona que me enfrentó hoy?—  preguntó segundos después cuando estaba a punto de poner un pie en la habitación, esta se encontraba cerca a su puerta, al final del pasillo.

Enfrentó...

Tanto miedo le tienen para que el suponga eso?

Pero la verdadera pregunta es...

¿Que ha hecho este extraño chico para que le teman?

— Alessia.

Respondí dándole un último vistazo y entré a mi nueva habitación cerrando la puerta detrás de mi.

De inmediato un aroma a desinfectante de limón inundó mis fosas nasales y observé detalladamente la habitación en la que estaría por todo este año. Era espaciosa, blanca y tenia tapetes grises.

Totalmente deprimente.

Noté que habían dos camas y caí en cuenta de algo.

Tengo una roomie.

Guarda, Mi VozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora