4 - Fuera de control

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Me di el último retoque de maquillaje frente al espejo y pase la mano por mi cabello, desarreglando un poco las ondas.

En media hora partiremos a la fiesta. Lía me dijo que era en la casa de la fraternidad Alpha & Omega. Era la que pertenecía a los deportistas de nuestro mismo año.

Ya teníamos todo listo, lo que haremos y cómo lo haremos.

Lía era amiga de varios de los deportistas anfitriones así que dos de ellos nos ayudarán con la pequeña bromita.

— ¡Alessia apresurate, vamos a llegar tarde!— gritó Lía desde afuera por quinta vez. Lo que sucede es que me quedé un poco, mucho, dormida y ahora estoy lidiando con los gritos de Lía. Por Dios, es peor que mi propia madre.

— Ya lo se, si lo repites una vez más, juro que la broma no será ésta vez para la chica— amenacé fastidiada.

Salí finalmente del baño y mire mi reflejo en el espejo de cuerpo completo. Llevaba el cabello suelto y ondulado, tenía puesto un vestido azul rey con pequeños detalles blancos en las mangas, el cual se acoplaba muy bien a mi cintura y caderas. El vestido no llegaba completamente hasta las rodillas.

Yo no tengo el súper cuerpo pero tengo los dotes y curvas necesarias para verme bien.

También llevo unas zapatillas blancas, los tacones me matan si los uso por un tiempo prolongado, son muy incómodos. ¿Cómo las demás chicas pueden tenerlos en sus pies por tanto tiempo?

En este caso tendría ventaja. Ya saben, por si es necesario correr.

Punto para las zapatillas.

Además, para completar el look llevaba unos sencillos zarcillos dorados en mis orejas.

— Alessia, te ves increíble— la voz de Lía me sorprendió y me di la vuelta para ver sus ojos abiertos como platos.

— Gracias Lía, tu tambien lo estás, y sabes? Ya era increíble antes— dije con un divertido egocéntrismo y ella alzó las cejas para después romper las dos en carcajadas.

— Ya vámonos, de veras que se hace tarde— Dijo Lía intentando detener su risa y yo asenti, agarré mi cartera y sin más salimos de la habitación.

— Le diré a Zack que iremos para allá.

Zack Doherthy era amigo de Lía, también hacía parte de los principales fundadores de la fraternidad, y además era nuestro querido cómplice, aún no lo conocía pero si aceptó esta malvada propuesta les aseguro que me agradará.

Al salir del gran edificio de apartamentos un fuerte viento hizo que se erizara cada vello de mi piel.
Probablemente lloverá.

Un lindo auto se encontraba estacionado justo frente a nosotras, no se de marcas pero puedo asegurar que era sumamente costoso.

— Es aquél?— Pregunte a Lía señalando el vehículo con los ojos.

— Sí, ese mismo— se limitó a responder y apresuro sus pasos para llegar rápidamente al vehículo, yo hice lo mismo.

El misterioso conductor abrió la puerta trasera y entramos. Al acomodarme sentí sus ojos sobre mi así que la curiosidad e incomodidad hizo que levantara la vista para descubrir quién era el portador de tan intensa mirada, y lo vi.

Por un momento se detuvo mi respiración gracias a la sorpresa.

Sin dejar de observarlo llamé la atención de Lía tocándole el hombro y ella al ver mi expresión de estar viendo un fantasma, miro en mi misma dirección y quedó igual o peor.

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2019 ⏰

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