U N O

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"Tú y yo hicimos una promesa
para bien o para mal
no puedo creer que me hayas decepcionado
pero la prueba esta en la forma en que duele"

"Tú y yo hicimos una promesapara bien o para malno puedo creer que me hayas decepcionadopero la prueba esta en la forma en que duele"

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Despertar y verlo todas las mañanas era algo rutinario en la vida de Jiang Cheng. Cada vez que miraba a su esposo se preguntaba desde cuando todo aquello se había vuelto rutinario y lleno de mentiras; mentiras que uno decía y el otro creía con tal de seguir con ese teatro.

WanYin había nacido en una familia poderosa, prácticamente nació en cuna de oro y no tenía que preocúpese de que en algún momento le faltara algo.

El único problema, desde su perspectiva, era que él, al ser doncel, tenía que seguir con la típica tradición que todos los dolceles de familias poderosas tenían que seguir. Tenía que casarse con el hombre que su familia escogiera,  alguien de su mismo estatus, que estuvieran en el mismo rango social.

A sus 16 años Jiang Cheng veía todo eso como una estupidez y es que, ¿cómo demonios podían tratar de esa forma a los donceles?

Lamentablemente así funcionaba el sistema y no tenía otra opción que acceder a lo que sus padres querían.

Era horrible.

A sus 18 años conoció al que sería su futuro esposo y del cual, de manera inevitable, se enamoraría al paso del tiempo.

Nie MingJue era el nombre de su prometido. Este chico era heredero de una empresa muy prestigiosa en China y a sus 22 años era conocido en todo el círculo social.

Era claro que cuando a la familia Jiang les llegó la propuesta de matrimonio no la rechazarían, es más, era una fortuna que una familia tan fuerte como aquella quisiera aparentar con ellos.

WanYin no estaba de acuerdo, pero no tenía opción y no le quedaba de otra que aceptar todo lo que su familia quisiera para él.

Fue así que un día de primavera, en una pequeña casa de té, conoció a su futuro esposo y también conoció el sentimiento de sentir eufórico su corazón.

Se enamoró, no en ese preciso momento, pero tras convivir con aquel hombre de rostro apuesto se dio cuenta que podía sentir amor por una persona y aquel chico era tan bueno con él y tan atento que era imposible no sentir cosas en su pecho.

A sus 21 años se casó y fue muy feliz.

Su vida con MingJue era de lo mas hermosa y dulce, pero siempre sintió que faltaba algo y poco después se lamentaria por no poner más atención en ese aspecto.

Tres años... Tres años bastaron para que se percatara de todo lo que en verdad era su esposo, MingJue aun era el hombre perfecto y con él se comportaba de lo más bonito, pero nada era sincero.

¿Cuánto tenía que no lo tocaba? La respuesta era lamentable, ni siquiera recordaba cuanto tiempo había pasado desde que habían tenido relaciones sexuales.

I'm not the only one [XiCheng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora