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Sierro la puerta de un portazo detrás mía, me estoy cansada de esto.
Me tiro en mi cama, haciendo que suenen los muelles, hundo mi cabeza en el peluche en forma de corazón, ocupando mi nariz y mi boca, haciéndome exclamar un grito ahogado mientras mis lágrimas traicioneras salen de mis ojos.
-¿Porque? Dije
Siempre me preguntaba lo mismo, ¿porqué no puede quererme? ¿Porque no valora lo que hago por ella? ¿Porque siempre discute conmigo? ¿Porque siempre discute con su pareja, siempre salgo yo perdiendo?
★Narrador omnipresente★
Esa y mas preguntas se hacia nuestra rubia querida. Quien discutió con su madre, donde está, le decía que se fuera con su padre, quién la abandonó yéndose con la hermana.
Ella se preguntaba que si ser buena le iba a costar siempre, aveces era mejor ser la mala de la historia.
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Se levantó de la cama al oír unos golpes en la ventana, se levantó primero a mirarse en el espejo, percatándose que el delineador se le corrió por el lagrimal del ojo. Empezó a limpiarse la zona y a apartarse un poco el pelo revuelto.
Se asomó hallando a un amigo con piedras en la mano, la pobre olvidó por completo el concierto del cuñado de mi amigo.
-Un momento - dice en susurros a lo que acompaña una mano levantada advirtiéndole de que tendrá que esperar, normalmente no suele tardar, bueno, en lo mas que suele tardar es en el pelo, que le cuesta ceder.
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Cierra la ventana, junta las cortinas tupidas, impidiendo ver hacia adentro, haciendo bufar al amigo, rodando los ojos, girando la cabeza mientras susurra con una media sonrisa.
-Mujeres - ríe
La rubia fue al armario y cogió su vestimenta, unos leggins negros, una blusa de tiras amarilla con las tiras y algún bordeado blanco, sus botas planas de cuero negro acompañado de su preciada chaqueta de cuero negro.
Se dirigió a el baño y una vez hallada frente al espejo que esta encima del lavamanos, empieza a deshacer su trenza que se haya unido a su coleta alta para después revólver su cabello dejando su cabello ondulado con un toque alocado, como ella se siente dadas las circunstancias.
Había dejado su ropa en la cama después de haberla estirado cuando la arrugado con su lanzamiento.
Así comenzando a vestir se.
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Corrió la ventana y salio por ella, camino por el tejado de tejas hacia la hacia el otro extremo, había un rosal, descendió por él con cuidado de no pincharse con las espinas, salto dando con el césped de la vecina, rodó y se levanto se recolocó los cabellos, ha paso lento fue dirigiéndose hacia su amigo.
-Vaya ¿y yo que ya estaba pensando llamar a la policía? Ella sin decir nada se pone en la parte trasera de la moto. - Ja Ja Ja muy gracioso Se agarra de su cintura. - Arranca, -le dice - no quiero que tu novia me mate por tenerte mas tiempo. -¿Quien mataría a quien? - ríe y arranca la moto.
Al arrancar la tarjeta del bus se le calló y ni cuenta se dio, un joven que pasaba por ahí lo vio.
-¿Chloé Bourgeois? - dijo aquél joven, guardo el bono en su cartera y río. -Es bonita, - dijo emprendiendo el rumbo - es realmente bonita. -dijo sin quitar esa sonrisa.
